Se olvidaron de cómo hay que morir
y, así, ensanchan su vida tan letal.
Yo y mi tumor luchamos cordialmente.
Esperemos que no haya un doble muerto.
Necesito que muera mi tumor,
un tumor que se olvida de morir
pero que, en su lugar, planea matarme.
Pero recuerdo cómo hay que morir
aunque ya mis testigos estén muertos.
Pero recuerdo aquello que contaban
sobre tumores que los dejarían
tan ciegos y tan sordos como eran
antes del nacimiento de ese mal
que les trajera aquel tumor a cuento.
Ya secas, morirán las negras células
o cantarán y harán su voluntad.
Tan quedamente crecen noche y día
que nunca sabes, nunca dicen nada. ~
Marzo de 2002
Traducción de Hernán Bravo Varela
En una fábrica donde se producen medicamentos
En una fábrica donde se producen medicamentos vagan varios gatos. Uno es encorvado como una concha…
It’s Britney, bitch
Las memorias de la cantante confirman un cambio de época en el que se habla más, y con mayor empatía, sobre la salud mental, los abusos de los medios masivos y la dignidad que se merecen…
Dedicatoria como nube
En 1928 apareció en las Ediciones de Ulises Novela como nube, de Gilberto Owen (1905-1952), gran poeta de la generación de los Contemporáneos y quizás el más enigmático: no hay rescoldo de su…
Dueños de nuestro propio ahora
Bueno, está bien, es mejor que lo sepas, jamás llegarás al final. En los días de mi más extrema juventud, en años…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES