Los monstruos son una de las tantas formas con las que se manifiesta el horror. Monstruo se define como algo contrario a la naturaleza. El término proviene del latín monstrum, que desde un aspecto religioso se refiere a una señal de los dioses que detona un prodigio o un suceso sobrenatural. Se deriva del verbo monere, que significa advertir, avisar. Un monstruo nos remite a un ser que nos da miedo o repugnancia. Híbridos que combinan elementos humanos, animales, fúnebres, que pueden tener un tamaño anormal y facultades fuera de nuestra comprensión. Pero también es todo aquello que no podemos ver. Es lo inquietante, la incertidumbre, lo extraño, lo anormal. Son las pesadillas, los miedos, los días extraños, los juegos de la mente.
El horror ha poblado la historia del hombre, nuestras obsesiones, la literatura y la realidad. Desde la mitología grecolatina, escandinava, celta, griega, nórdica, hasta la ficción contemporánea en todas sus expresiones. Desde el minotauro, el Can Cerbero, Medusa, hasta Frankenstein, Drácula, el hombre lobo y otros más reales como Jack el destripador y el Hombre elefante. ¿Qué tienen todos ellos en común?
Esta serie pretende ser una exploración de las diversas formas del horror. ¿Cómo se le ha representado? ¿Qué refleja de nosotros mismos?
1.- Las manifestaciones del horror: "El favor de los dioses" por Bernardo Esquinca
2.– Las manifestaciones del horror: "Yo fui un hombre lobo adolescente" por Rodolfo JM
3.- Las manifestaciones del horror: "La guarida de la bestia" por Jonathan Minila.
4.- Las manifestaciones del horror: "Los invisibles" por Raquel Castro
Autor de cuentos y ensayos. Colabora en diversos medios impresos y electrónicos.