-¿Sí?
-¿Alfredo?
-Sí, sí.
-Soy Eduardo.
-Claro, claro.
-¿Te acuerdas, no? Eres mi agente.
-Jaja.
-Pensaba que te había pasado alguna tragedia. Que habías perdido el móvil o te habías muerto.
-He estado de vacaciones.
-Seguro que a Javier le coges el teléfono.
-¿Has visto la nueva?
-No, aún no.
-Tienes que verla. Es maravillosa.
-Sí, no tengo otra cosa que hacer.
-Te va a encantar.
-Seguro.
-De verdad.
-Iré a verla, iré a verla.
-Maravillosa
-Oye, ¿sabes algo…?
-Ahora está todo muy parado. Está todo el mundo de vacaciones, ya sabes.
-¿Les has llamado?
-Ahora no merece la pena, Edu. Hay que tener paciencia.
-Alfredo, te he pagado la mitad de la piscina.
-Mañana te paso la factura, que he tenido que cambiar la depuradora.
-Ja.
-¿Qué tal Lucía?
-Nos separamos hace dos años. Me dejó. Ya lo sabes.
-Bueno, tampoco voy a ser maleducado por eso.
-Pues estará bien. Mejor, supongo. ¿Y lo que te contó Montse? ¿La peli del barco?
-Bueno, ahí está. No es fácil. Hay problemas.
-Leí el otro día que iba para adelante. Decían que habían contratado a Javier, precisamente.
-¿Ah, sí?
-Me extraña que no lo sepas. Eres su repre, ¿no?
-¿Ah, ese proyecto? ¿El del barco? Creía que te referías al otro.
-No sé si hay otro. Habíamos hablado de este. Me habías dicho que estaban pensando…
-Ah, sí. Bueno, ya sabes, la financiación…
-Claro.
-Son rachas, la profesión es así.
-Sí.
-Tendrás tu revancha.
-No me jodas.
-También tienes que poner algo de tu parte. Es difícil. Esa cosa que tenías de la edad indeterminada.
-Ahora estoy mejor.
-Esa especie de indefinición. A los directores de casting no les gusta y al final son ellos los que cortan el bacalao.
-Ya no hay medias tintas. Estoy decrépito.
-Has descuidado tu imagen.
-En los últimos meses me he esforzado. Parecen que hayan pasado años. Tendrías que verme. ¿Hace mucho, no?
-No, no tanto…
-Ya doy para tercera edad.
-La gente te ha olvidado, Edu. Los millennials no se acuerdan de ti.
-¡Pero si estaba en la tele todo el tiempo!
-Y los que se acuerdan preferirían no hacerlo.
-Joder.
-Es un poco como la moda. Unas gafas de sol te encantan y luego nada parece más hortera que eso, y de repente vuelven a ser cool.
-Sí, pero yo no soy unas gafas de sol.
-Ya sabes. Es el mundo del espectáculo… En realidad, se me ocurre una manera… Pero tienes que poner un poco de tu parte.
-Eso siempre, Alfredo.
-Hay que empujar.
-Yo siempre he sido profesional.
-Lo sé.
-Tenía que engordar, engordaba.
-Sí.
-Cuando tuve que aprender asturiano para la película aquella.
-Sí.
–Esta mina es una ruina.
-Aquella social.
-Que luego aguantó una semana. Hubo que comprar las entradas.
-Siempre profesional. Eso todo el mundo lo dice.
-¿Verdad?
-Amable con los técnicos. Generoso con los compañeros.
-Alguna mala tarde tuve.
-Como todo el mundo. Para qué nos vamos a engañar.
-Poca cosa, en realidad.
-Sí.
-Al final siempre estaba ahí al pie del cañón.
-Claro.
-Alguna frase del guion se me iba alguna vez. Pero si comparas con otros…
-Frases poco importantes, en todo caso.
-Superfluas. Si no te acuerdas igual es que no hacía falta.
-Siempre lo he dicho.
-La juventud. Haces cosas que en fin.
-Ahí quería ir precisamente. ¿Tú no tienes nada que podamos sacar?
-¿De qué?
-Para que la gente se acuerde de ti.
-¿Una retrospectiva?
-Pensaba en alguna historia.
-¿Unas memorias?
-No te ofendas, pero no sé si da para tanto.
-¿De la infancia? ¿De cuando murieron mis padres?
-Eso es un coñazo.
-Bueno.
-A ver, entiendo que a ti te parezca interesante. Pero para el público yo no lo veo. Pensaba más en algo tipo Me Too. Ya sabes. Alguna chica.
-¿Que me hayan acosado?
-A ver, Eduardo.
-¿Sí?
-¿Tú te has visto?
-Sí.
-¿No me acabas de decir que estabas hecho polvo?
-Bueno.
-Decrépito, es la palabra que has usado.
-Sí, sí.
-La verdad es que me ha sorprendido el vocabulario.
-Últimamente tengo más tiempo para leer.
-¿Quién se va a creer que alguien te acose a ti? Yo pensaba más bien al revés… No sé. Alguna groupie. Esos años.
-No creas. Yo es que era bastante soso.
-Vaya.
-Tímido.
-Nadie lo diría.
-Me daba miedo el sida además.
-Tiene que haber alguna cosa…
-Voy pensando pero no sé.
-¿Compañeras de reparto?
-No caigo.
-¿Con las compañeras de reparto que has tenido?
-Fíjate que Marta fue mi novia, pero poco más…
-Y con Patricia. ¿En la peli esa que hacíais de policías? ¿Con la escena del polvo en la mesa?
-Lo rodaron con dobles.
-¿Ah sí?
-Es mi espalda y su piernas, las piernas del doble y la espalda de Patricia.
-Parece el Tetris.
-Eran los ochenta.
-¿Y no pasó nada?
-Creo que ellos sí que se liaron. Nosotros nada.
-¿Ni una cosa un poco ambigua, así? ¿En esos años?
-Creo que no.
-Son muchos años, Eduardo.
-Sí, sí.
-Muchas cosas pasan en tantos años. Nadie se acuerda bien.
-Ya.
-Es que eso te colocaría otra vez en el candelero. Y podría ser una buena historia de redención. Si sales, pides perdón, te humillas. Igual en ese caso.
-Pero, Alfredo…
-Piensa que no ha habido un español todavía.
-Hombre, no sé si es argumento.
-Es que podría haber atención internacional.
-No sé si es la atención que quiero.
-A ver, no prometo nada. En América, olvídate. Ahí ya nada. Pero bueno, ahí poca cosa hiciste, ¿no? ¿Cómo se llamaba aquella? Donde hacías de moro.
-No era moro. Era de la guardia revolucionaria iraní, son persas.
-Con lo del Me Too podrías contar lo de tus padres si te hace ilusión.
-No sé.
-Es un poco bajona, pero refuerza la narrativa de la redención.
-Igual me matan.
-A ver. Muerto estás ahora. Esta sería tu posibilidad de resucitar.
-No lo veo, de verdad.
-¿Ves? Te quejas mucho pero luego no haces nada por tu carrera. ¿Qué es lo último que has hecho?
-El pregón en las fiestas de Pinseque.
-Bueno, tú verás qué quieres hacer.
-Le doy una vuelta. Pero es que no sé si tengo algo que sirva…
-¿Y tus ex?
-¿Qué?
-¿No pueden decir nada? ¿Una queja?
-Me llevo bien con ellas, la verdad. Somos amigos.
-Pues eso. ¿No te pueden hacer el favor?
-Alfredo.
-Seguro que tú las has ayudado. ¿Tú no lo harías por un amigo?
[Continuará -quizá.]
Daniel Gascón (Zaragoza, 1981) es escritor y editor de Letras Libres. Su libro más reciente es 'El padre de tus hijos' (Literatura Random House, 2023).