Escena de "Nacahue: Ramรณn y Hortensia". Foto: Cortesรญa INBA.

La Muestra Nacional de Teatro de la austeridad

En la reuniรณn anual, que se llevรณ a cabo a finales de noviembre en Colima, pudieron observarse algunas de las tendencias dominantes en el quehacer escรฉnico nacional.
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En la ciudad de Colima se llevรณ a cabo la ediciรณn 40 de la Muestra Nacional de Teatro. Contra las expectativas que causaron los recortes al sector, los retrasos en los pagos al Programa Nacional de Teatro Escolar y la supresiรณn de la mayorรญa de las muestras estatales y regionales, no existiรณ en las actividades aledaรฑas reivindicaciรณn, reflexiรณn o debate profundo respecto a la precariedad del gremio. Sin embargo, la austeridad era evidente no solo en lo ornamental sino en la programaciรณn misma, pues se apostรณ por montajes de pequeรฑo y mediano formato, por compaรฑรญas con trayectoria sin consolidar y por una curadurรญa con dos lรญneas de acciรณn fundamentales: la migraciรณn (especialmente el paso de centroamericanos por Mรฉxico) y el papel de las mujeres en el concierto social actual. La austeridad econรณmica y temรกtica y la redundancia argumental devinieron en una programaciรณn decepcionante para quienes buscaban ver โ€œlo mejor del teatro nacionalโ€. No deja de llamar la atenciรณn que quizรกs haya sido la MNT con menor cantidad de actores profesionales, de personas educadas bajo el rigor acadรฉmico de la interpretaciรณn formal, dado que se echรณ mano de actores y actrices provenientes de entornos comunitarios, penitenciarios o escolares en algunas puestas.  

Colima demostrรณ que tiene infraestructura teatral de sobra, pรบblico entusiasta y muchรญsimos voluntarios que se comprometieron a recibir a decenas de especialistas que llegan aรฑo con aรฑo a la MNT. Los anfitriones, lamentablemente, no se vieron representados por trabajos escรฉnicos prolijos. Salvo por la Luz que causa una bala, de Saรบl Enrรญquez con direcciรณn de Karelia Amezcua, el resto de las puestas en escena locales mostraron rezago frente a las de otras localidades.

 

Infancia es destino

Las puestas en escena para jรณvenes no fueron tan importantes en la curadurรญa de la MNT, pero sin duda las infancias tuvieron un papel central en la programaciรณn. Resalto Prรญncipe y Prรญncipe, adaptaciรณn del cuento Rey y Rey de Linda de Haan y Stern Nijland a cargo de Perla Szuchmacher, quien complejizรณ en la teatralidad de los cuentos infantiles con finales de boda real para generar un texto que sigue, en esta versiรณn dirigida por Artรบs Chรกvez, el recorrido de un prรญncipe (Tadeo) hasta el amor de una persona de su mismo sexo. Este sencillo y necesario relato, un clรกsico del teatro nacional, es una de las obras simbรณlicas del cambio de paradigma en lo social y artรญstico que ha sufrido la literatura dramรกtica en lo que va de siglo. Tambiรฉn fue estimulante la obra Pulsar de Teatro al Vacรญo, para primera infancia, donde destaca el uso de un solo material, la madera, para construir un universo simbรณlico atractivo para la mirada de los bebรฉs, que no pierden la atenciรณn del cuerpo de los actores. En el teatro para primera infancia se lee la tensiรณn de la puesta en escena sobre todo en los ojos de los espectadores. Ahรญ estรก su necesidad como motor creativo: la posibilidad de entablar un puente sensible a partir de los gestos y de la curiosidad de los bebรฉs, convertidos por fin en ciudadanos del arte y la cultura. 

La puesta en escena que abriรณ la MNT, La vieja rabiosa del norte, de Antonio Zรบรฑiga, contรณ con sobresalientes interpretaciones femeninas que no fueron suficientes para que el acontecimiento teatral pasara de lo discursivo a lo dramรกtico, y por lo tanto la urdimbre se perdiera en un muestrario audiovisual poderoso, que se encamina pronto a repeticiones que no ayudan al avance de una anรฉcdota que se repitiรณ en mรกs de una puesta en escena: el periplo de los migrantes centroamericanos, nuestro paรญs como territorio de dolor y desesperanza. En cambio, El dรญa de ir y venir, de Yucatรกn, bajo la direcciรณn de Alejo Medina, conmoviรณ no solamente porque relata la movilidad de las tribus sociales, generando una metรกfora contemporรกnea entre sociedades nรณmadas y sedentarias al interior de nuestros grupos y sus diferencias, sino porque incorporรณ felizmente a su objeto de estudio (la infancia) al entramado escรฉnico y lo convirtiรณ en herramienta lรบdica, interacciรณn respetuosa y sensible.            

 

La victoria de lo real

Seรฑoras (una obra con mi mamรก y sus amigas), un ejercicio similar a los biodramas que la dรฉcada pasada fundรณ la argentina Vivi Tellas en Buenos Aires, echรณ mano de tres mujeres potosinas que contaban, de forma enternecedora y distendida, su historia de vida. Aunque lo interesante de esta estructura dramรกtica es el mecanismo de exhibiciรณn de la autobiografรญa, bajo la promesa rotunda de ausencia de ficciรณn, es evidente que hacia el final de la puesta el tono melodramรกtico y cursi que concentra โ€œlo imaginado o soรฑadoโ€ por estas tres seรฑoras, impide que el espectรกculo profundice en la promesa inicial: la de ser una obra sobre una mamรก y sus amigas. Asรญ, parece mรกs bien la puesta en escena que una hija teatrista (que estรก presente con micrรณfono y computadora) tramรณ para aprovecharse de cierto sentimentalismo pueril de tres seรฑoras comunes y corrientes. Sin embargo, el formato, la intenciรณn creativa y especialmente la vitalidad de esas tres seรฑoras fue sobresaliente y refrescante. Un teatro fundado en la intimidad de lo familiar.     

El silencio que abrasa, de Yucatรกn, direcciรณn de Ariadna Medina y Juan de Dios Rath, prometรญa ser un espectรกculo revelador centrado en la migraciรณn yaqui a Yucatรกn durante el porfiriato. Sin embargo, la actriz pasa por encima de este tema y desvรญa la atenciรณn para centrarse en la perdida de su madre: el triunfo del folklore personal. A pesar de la propuesta visual y de la limpieza de la escena, la insistencia de la protagonista por ahondar en su propio dolor nos precipitรณ al tedio.

No fueron pocas las obras centradas total o parcialmente en la supresiรณn de la ficciรณn, en la insistencia de lo autobiogrรกfico para validar el lugar del actor o actriz en la puesta en escena, ofreciendo datos, pรกrrafos enteros de notas de prensa, fotografรญas o estudios acadรฉmicos y estadรญsticos, historias extraรญdas de declaraciones o de experiencias personales. El teatro mexicano estรก conectado al periodismo y se convierte tambiรฉn en receptรกculo de la memoria de la sociedad. Indudablemente este tipo de teatro Wikipedia no siempre es afortunado en su resoluciรณn, pero no cabe duda que ha pasado de ser una excepciรณn a una tendencia, quizรก alimentada por el รฉxito del grupo Lagartijas tiradas al sol.

 

El teatro comunitario fuera de contexto

Estรก de moda lo comunitario. Si una experiencia teatral ha sido inoculada en esta administraciรณn, es la de crear para/desde/con las comunidades, ya sean rurales, escolares, indรญgenas o en desventaja social. Sin embargo, poco se repara en las diferencias entre escribir y dirigir un texto dramรกtico pensado para una comunidad, hacerlo genuinamente desde una comunidad que se abre al teatro y que sean ellos mismos los creadores/espectadores, o trabajar como parte de un grupo social y generar desde el consenso un espectรกculo que serรก exhibido en otro contexto. Porque el teatro comunitario puede ser al mismo tiempo colonizaciรณn y manipulaciรณn ideolรณgica, pero tambiรฉn redenciรณn y encuentro inรฉdito con la otredad. En esa cuerda floja estamos, como funรกmbulos, tratando de resolver quรฉ hacemos con las comunidades sin que sea dogmatismo o coacciรณn artรญstica.

Al respecto, hay ejemplos como La casa de mi madre, de Marco Petriz, que resultรณ ser un ejercicio melodramรกtico y con una actoralidad que, fuera del contexto del Itsmo de Tehuantepec, parece forzada, aunque tendrรญamos que haberlo en su lugar de creaciรณn para notar las reacciones del pรบblico oaxaqueรฑo frente al relato de tres hijos que han perdido a su madre y generan entre ellos animadversiรณn. Quizรก sea uno de los trabajos menos logrados de Petriz, quien desde 1987 ha generado espectรกculos memorables con el Grupo Teatral Tehuantepec. Pero insisto en que el cambio de latitud puede afectar la mirada, dado que se trata de un teatro para su comunidad.

Ruta #Aire de Colima, se convirtiรณ en la obra de humor involuntario de la Muestra. En la cancha de usos mรบltiples El Tรญvoli de Colima (una colonia popular), un grupo de jรณvenes artistas circenses ofrecieron un espectรกculo de teatro fรญsico redundante y tรฉcnicamente insuficiente, cuya principal virtud parecรญa simplemente el uso del espacio pรบblico. El convivio entre especialistas y pรบblico parecรญa ser lo mรกs importante, sacrificando el contenido. Al contrario, Cรณmo llegar a Fuenteovejuna, con el grupo Los de Abajo de Sara Pinedo, genera la nociรณn contraria: un grupo comunitario unido y con largo aliento que detonรณ en un recorrido (tรฉcnicamente descuidado y en un horario desventajoso) por el Parque de la Piedra Lisa, hacia una construcciรณn alegรณrica potente respecto al clรกsico del Siglo de Oro. Ideolรณgicamente enรฉrgico, eficaz en la construcciรณn del empoderamiento social y especialmente femenino, producto de una experiencia de Teatro del Oprimido, la rutina solamente era completa en lo escรฉnico en el tramo final.        

 

El cabaret es tendencia

Quizรก lo mรกs afortunado en esta MNT fue la presencia del cabaret como un lenguaje comรบn en la escena mexicana, ya instalado de pleno en la programaciรณn de cualquier festival. Las hijas de Aztlรกn, de Cรฉsar Enrรญquez con la compaรฑรญa de Teatro Penitenciario de la Ciudad de Mรฉxico, provocรณ carcajadas a partir de una farsa histรณrica inconexa pero sobresaliente por los mecanismos de humor y autoparodia que el director plantea, tejiendo desde el absurdo una metรกfora asombrosa. Sin embargo, interrumpe la ficciรณn en un punto รกlgido para rozar el panfleto con un discurso en primera persona de parte de los antiguos reclusos convertidos en actores. No sabemos si eso es realmente lo que ellos piensan o es lo que el director y autor les mandรณ decir, pero es inevitable pensar que el efectismo se hizo presente. Lo ideal habrรญa sido ver ese discurso en el interior de la ficciรณn, que fue ampliamente celebrada por el pรบblico. 

Al contrario, Olivia Olivo: adicta a los patanes, de Veracruz, dividiรณ opiniones. La propuesta de la anรฉcdota parecรญa estimulante, la de una mujer que quiere evitar al mรกximo โ€œrelaciones tรณxicasโ€ y sucumbe ante su propio emprendimiento de forma lรบdica. Pero la repeticiรณn de la premisa, la pobreza argumental y el continuo uso del pรบblico terminaron por enfadar justamente a sus celebradores.    

La inobjetable El evangelio segรบn santa Rita, escrita, dirigida e interpretada por Ana Francis Mor de Las Reinas Chulas, condensรณ como ninguna otra pieza el momento histรณrico actual, poniendo al centro la propuesta el examen sobre el patriarcado. Una mirada divertida, aunque maniquea, que estรก agrupada en torno a la construcciรณn de un personaje femenino que va reescribiendo los libros sagrados de forma hilarante, con una producciรณn justa, sencilla y musicalmente intachable, y un manejo sobresaliente del pรบblico y del ritmo de la escena. Fue una de las grandes triunfadoras de la MNT, demostrando que el sentido del humor es la mejor forma de hacer la revoluciรณn y que la sรกtira polรญtica tambiรฉn debe tocar a las instituciones religiosas.      

 

Lo regional en el centro

Nacahue: Ramรณn y Hortensia, de Los Colochos Teatro, es la versiรณn de Romeo y Julieta de Shakespeare en un contexto indรญgena, entre coras (nรกayeris) y huicholes. El director Juan Carillo propuso la incomunicaciรณn idiomรกtica como el detonante de la peripecia. Sin embargo, mรกs allรก de lo extenso del juego dramรกtico y de la ausencia de subtรญtulos, la tensiรณn dramรกtica โ€“que se pudo simplificarโ€“ no es significativa, seguramente porque, al conocer el clรกsico isabelino, la capacidad de asombro es mรญnima. Para la mayorรญa de los espectadores fue mรกs memorable el trabajo actoral en general y el juego con los listones que se propone desde la escenografรญa que la propia fรกbula.

La tรญa Mariela de Conchi Leรณn, direcciรณn de Francisco Franco, cerrรณ la MNT con un espectรกculo musical de teatro regional yucateco que inexplicablemente se presentรณ como una obra de Aguascalientes, siendo realmente un montaje de la Ciudad de Mรฉxico. Mรกs allรก de las geografรญas extraviadas, el texto fragua un encuentro entraรฑable entre tres primas que van relatando la vida de mรบltiples tรญas, que son una especie de resumen de ellas mismas, hasta llegar a la difunta tรญa Mariela, que cierra el cรญrculo. Cรณmico, entraรฑable a ratos y musicalmente poderoso, quizรก el ritmo de la puesta y de la actoralidad se interrumpรญa en demasiadas ocasiones. La estructura visual de tan realista no permitรญa ahondar en los mecanismos emocionales de los personajes; la escenografรญa parecรญa sobre todo un obstรกculo para las intรฉrpretes, que solamente hasta el final evolucionaron, siendo previamente meros arquetipos, muy comunes en el teatro de revista. La capacidad de sรญntesis habrรญa mejorado un trabajo entretenido que nos permitiรณ escuchar el acento yucateco y el humor negro de la penรญnsula.   

Segรบn las opiniones que este quien escribe recabรณ entre participantes y crรญticos presentes, ademรกs de las obras comentadas los trabajos mรกs estimulantes fueron: Mis bobul gomers, del poblano Jesรบs Rojas, seguramente la gran revelaciรณn de esta MNT; Adรกn de la tamaulipeca Viviana Amaya, y El viaje de los cantores sobre el texto mรญtico de Hugo Salcedo bajo la direcciรณn de Sandra Muรฑoz de Dosce la compaรฑรญa, ademรกs del mencionado El evangelio segรบn santa Rita.

Afortunadamente, hace unos aรฑos que la MNT dejรณ de ser un festival para convertirse en un catรกlogo razonado de las tendencias de la escena nacional, donde la excelencia tรฉcnica no es lo primordial, sino el rescate de estructuras, temas, procesos creativos y artistas notables en su contexto. Esto quedรณ claro en esta emisiรณn, aunque el maridaje entre continente y contenido sigue siendo una tarea pendiente.

En el discurso inaugural, Abraham Oceransky (miembro de la direcciรณn artรญstica y distinguido este aรฑo con el Premio Nacional de Artes y Literatura) resaltรณ la posibilidad โ€œde mirar lo necesarioโ€ en la escena mexicana a travรฉs de la curadurรญa propuesta. Sin embargo, mรกs que observar lo necesario se simplificรณ la mirada a lo polรญticamente correcto, y lo necesario โ€“a fuerza de repetirseโ€“ mutรณ en adoctrinamiento. No hubo confrontaciรณn profunda de ideas y posturas escรฉnicas, sino uniformidad y complacencia, en especial en las obras donde lo importante era la simple enunciaciรณn de un discurso, no la construcciรณn de una estructura propicia para emitirlo.

Fueron evidentes los anรณmalos detalles tรฉcnicos en varias obras (por ejemplo, la visibilidad o escucha del pรบblico), planteamientos escรฉnicos meramente anecdรณticos que repetรญan lugares comunes, personajes masculinos heterosexuales siempre detestables o antagรณnicos, el tren โ€œLa Bestiaโ€ omnipresente, la ausencia de ficciรณn a favor de un teatro casi periodรญstico, la renuncia al conflicto, el abuso de rompimientos brechtianos (que en la puesta en escena Las hijas de Aztlรกn llevaron al paroxismo), la insistencia en utilizar micrรณfonos incluso en teatros con buena acรบstica, y las necesarias reivindicaciones de gรฉnero.

En contraparte, tambiรฉn es evidente que la MNT es un acto polรญtico, una apuesta institucional que permite mediar entre las manifestaciones artรญsticas de una comunidad con amplio sentido social y un pรบblico cada vez mรกs ausente de las salas. En ese sentido, es innegable que los formatos comediogrรกficos triunfaron entre el pรบblico de especialistas y โ€œel de a pieโ€, que la escena mexicana prescinde cada vez mรกs de actores educados al modo convencional, que el cabaret gana terreno, que por primera vez las lenguas indรญgenas tienen un lugar no marginal, que el teatro para las infancias y adolescencia debe ser el punto nodal en la creaciรณn de pรบblicos y que satisfactoriamente los formatos escรฉnicos son cada vez mรกs plurales, abiertos y descentralizados.

Pero sobre todo, queda claro que no es necesario hacer teatro dentro de un teatro para estar en la programaciรณn de la Muestra Nacional. Eso no se le puede escatimar a la escena mexicana ni a la curadurรญa de este aรฑo: el convencionalismo saltรณ por los aires, los grandes maestros son piezas de un museo de la memoria y, antes que referentes estรฉticos, el pulso social dicta la norma de escritura y direcciรณn. Seguramente al interior de las escuelas de teatro la reflexiรณn debe ser profunda despuรฉs de la MNT, puesto que siguen enseรฑando un teatro del siglo pasado cuando el muestrario de la repรบblica teatral ofrece un camino mรกs complejo y plural. Mientras la escena mexicana corre, la pedagogรญa teatral gatea.   

Lo mรกs interesante ha sido debatir la escena nacional, sus temas y alcances mรกs que sus puestas en escena. El quรฉ decir se conquistรณ hace tiempo, sigue faltando el cรณmo. Esa serรก la encrucijada del teatro nacional en los aรฑos por venir. 

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Es dramaturgo y crรญtico de teatro. Ha publicado, entre otros libros, Patรกn, hazme un hijo (Arlequรญn, 2015)


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