En marzo de 2022, un cohete descarriado se estrellรณ contra la superficie de la Luna, despuรฉs de aรฑos viajando descontroladamente en el espacio. La colisiรณn creรณ un nuevo crรกter y arrojรณ escombros al paisaje lunar. De quiรฉn era el cohete es motivo de debate, pero la colisiรณn sirviรณ como recordatorio de los retos y peligros que conlleva un entorno espacial cada vez mรกs lleno.
La Luna ha cautivado la imaginaciรณn humana durante mucho tiempo. Pero los recientes avances tecnolรณgicos, las rivalidades geopolรญticas y el potencial de los recursos que no han sido explotados han intensificado la carrera para explorar nuestro vecino celestial mรกs cercano. Por ejemplo, tanto la NASA como la Administraciรณn Espacial Nacional de China han puesto la mira en los mismos puntos de aterrizaje, en las proximidades del polo sur lunar. Este escenario competitivo destaca la necesidad de un conocimiento absoluto de las actividades lunares; una exploraciรณn exitosa y segura de la Luna demanda una coordinaciรณn meticulosa entre todos los que quieren estar allรญ.
Hoy en dรญa, no existe tal mecanismo para compartir y verificar la informaciรณn. En otras palabras, no hay una forma segura de saber quiรฉn estรก haciendo quรฉ en la Luna en un momento dado. El resultado es un mayor riesgo de tensiones polรญticas, accidentes y daรฑos medioambientales. En la situaciรณn actual, no estamos preparados para regular, coordinar y monitorear eficazmente el aumento de la actividad en la Luna.
ยฟLa soluciรณn? Necesitamos un โregistro lunarโ global: una base de datos exhaustiva de las actividades pasadas, presentes y futuras tanto en la Luna como en sus alrededores. Compartir informaciรณn fundamental como la ubicaciรณn, las coordenadas, las dimensiones, y las maniobras planificadas en el entorno lunar podrรญa ayudar a prevenir y mitigar incidentes futuros. Para aumentar la participaciรณn, el registro deberรญa ser gestionado por un tercero, como una organizaciรณn neutral sin fines de lucro, creada con base en las necesidades de las partes interesadas. Hacer esto es un paso fundamental para gestionar la complicada danza de la exploraciรณn y explotaciรณn de nuestro vecino espacial.
Crear un registro de este tipo no serรก tarea fรกcil. El espacio es una รกmbito sumamente competitivo y refleja la tensiรณn multipolar que experimentamos tan agudamente en la Tierra. Los Estados son particularmente sensibles a sus intereses y soberanรญa, y la confianza โla base para una gobernanza internacional colaborativaโ es un bien escaso. De manera similar, a las empresas comerciales tradicionalmente no les gusta compartir detalles especรญficos sobre sus actividades (por obvias razones). Estas dinรกmicas han complicado esfuerzos previos para crear dichos registros espaciales. Por ejemplo, aunque el Registro de Objetos Lanzados al Espacio Ultraterrestre de la ONU afirma que inscribe el 88% de las actividades y de los objetos lanzados al espacio, a menudo los principales actores no proporcionan informaciรณn clave requerida, o ni siquiera algรบn detalle en lo absoluto. Algunos simplemente ignoran por completo el registro.
Sin embargo, existen otros modelos (terrestres) de รฉxito para coordinar valores e intereses contrapuestos. Consideremos el Acuerdo sobre el Bosque Lluvioso del Gran Oso, en Canadรก, donde varios grupos se unieron para establecer la gestiรณn basada en el ecosistema para un gran territorio de bosque. A pesar de los intereses contrapuestos de ecologistas, grupos indรญgenas, la industria maderera y el gobierno, un interรฉs compartido de colaboraciรณn y compromiso les permitiรณ llegar a un acuerdo. Del mismo modo, la Corporaciรณn de Asignaciรณn de Nombres y Nรบmeros de Internet (ICANN) es una organizaciรณn que ha promovido con รฉxito el debate y la toma de decisiones entre los diversos actores del internet, sobre todo aprovechando su modelo de gobernanza multilateral. Este modelo garantiza que todas las partes interesadas de internet tengan voz en el proceso de toma de decisiones, al tiempo que opera con transparencia y responsabilidad, protegiendo en รบltima instancia el compromiso de mantener un internet seguro, estable e interoperable.
ยฟCรณmo aplicamos estas lecciones a la Luna? El primer paso es generar confianza. Una manera de hacerlo es recurrir a grupos consultivos, que pueden servir como plataformas para el diรกlogo para que diversos actores expresen sus preocupaciones y sus sugerencias. En este caso, necesitarรญamos que estos grupos representaran a todas las voces: agencias espaciales, empresas espaciales privadas, organizaciones internacionales, comunidades cientรญficas y grupos de sociedad civil. Todas estas organizaciones tienen intereses รบnicos: las agencias espaciales y las empresas privadas pueden estar preocupadas por los derechos de exploraciรณn, las comunidades cientรญficas pueden interesarse en las oportunidades de investigaciรณn, y los grupos de sociedad civil pueden enfocarse en el uso รฉtico y sostenible de los recursos lunares. Garantizar que todos tengan voz y voto en el diseรฑo del registro fomentarรญa la participaciรณn una vez que sea puesto en marcha.
Un registro lunar tambiรฉn podrรญa aprender de los esfuerzos de otros registros. Por ejemplo, el Registro del Espacio Ultraterrestre de la Organizaciรณn de las Naciones Unidas, aunque no es el que mรกs se cumple, ayuda a hacerse una idea del nivel de detalle que se espera de los participantes. Tambiรฉn pone el ejemplo de que los tratados jurรญdicamente vinculantes (en este caso, el Tratado sobre el Espacio Ultraterrestre) no equivalen necesariamente al cumplimiento en la prรกctica, lo que significa que un enfoque mรกs flexible en la creaciรณn de normas y un planteamiento de aceptaciรณn voluntaria podrรญan tener mรกs รฉxito.
Un modelo con este enfoque son las bases de datos voluntarias sobre reactores y existencias de plutonio del Organismo Internacional de Energรญa Atรณmica. La tecnologรญa y el material nucleares son temas sumamente delicados (ya que son intrรญnsecamente de doble uso), pero mantener las cosas simples y adoptar una estrategia de participaciรณn ha ayudado a balancear la ecuaciรณn de la confianza, al permitirle a los Estados ejercer su soberanรญa, al mismo tiempo que se fomenta la creaciรณn de la confianza a travรฉs de la participaciรณn. Hay una desventaja: al ser voluntarias, las bases de datos no siempre estรกn actualizadas; por ejemplo, China dejรณ de proveer datos en 2017. Pero estas medidas unilaterales generan revuelo entre los paรญses parte, lo que puede ejercer presiรณn en favor de la transparencia.
Un registro voluntario de actividades lunares se enfrentarรญa a otros obstรกculos. Un registro gestionado por la sociedad civil representa un cambio respecto a los mecanismos tradicionales de gobernanza, que suelen estar dirigidos por Estados u organismos internacionales. La gobernanza por parte de la sociedad civil ofrece muchas ventajas, ya que una ONG independiente suele percibirse como mรกs neutral y menos influenciada polรญticamente y, por tanto, mรกs digna de confianza. Los grupos de la sociedad civil tambiรฉn pueden ser mรกs flexibles e innovadores. Pero este modelo puede toparse con la resistencia de los Estados, que consideran estos esfuerzos no estatales como un desafรญo a su soberanรญa. El gobierno turco de Erdogan, por ejemplo, ha considerado recientemente que las iniciativas de las ONG y de la sociedad civil no reguladas por su gobierno pretenden socavar la autoridad gubernamental. Del mismo modo, el Partido Comunista Chino mantiene una compleja relaciรณn con las organizaciones de la sociedad civil, que solo se puede definir como carente de confianza. Asรญ pues, es poco probable que todos los Estados opten por una medida de fomento de la transparencia, pero aun si no todos optan por ella, un registro voluntario de actividades lunares sigue siendo รบtil, porque incluso la participaciรณn de un subconjunto de Estados y otros actores puede promover la colaboraciรณn. Los Estados que no participen pueden verse sometidos a presiones diplomรกticas o pรบblicas para unirse al registro, sobre todo si se considera que contribuye a la seguridad y sostenibilidad de las actividades lunares.
Otro obstรกculo es que la informaciรณn del registro podrรญa utilizarse para hacer declaraciones polรญticas o empresariales controvertidas o podrรญa ser deshonesta en los detalles. Un Estado o una empresa podrรญa exagerar sus actividades lunares para afirmar su dominio, o restar importancia a sus acciones para ocultar posibles actividades ilegales, como un paรญs que declarara una superficie mayor de la real para la minerรญa lunar con el fin de disuadir a otros, o una empresa que no informara de sus actividades para eludir el escrutinio reglamentario. En el Sistema del Tratado Antรกrtico, por ejemplo, que obliga a los Estados a notificar a todos los signatarios sus actividades en el continente, se vio recientemente cรณmo una base de investigaciรณn china declaraba parcialmente sus intenciones, tratando de restar importancia a una exploraciรณn mineral comercial potencialmente ilegal. Si el propio registro desea seguir siendo apolรญtico, no le corresponderรญa corregir estos problemas, sino a otros agentes detectar las inconsistencias y, en caso necesario, lanzar una respuesta comunitaria.
Hay temas regulatorios y comerciales adicionales que podrรญan generar reticencia entre los agentes lunares. Por ejemplo, actualmente la propiedad intelectual no estรก protegida legalmente en el espacio, y sin un marco normativo acordado universalmente (que es improbable que ocurra pronto), los agentes podrรญan desear mantener sus activos e informaciรณn en privado o limitar su oferta. Por lo tanto, es importante equilibrar cuidadosamente los detalles que un registro necesita para funcionar correctamente con la cantidad de informaciรณn que un agente estarรก realรญsticamente dispuesto a compartir.
Asรญ que, sรญ, establecer un registro lunar serรญa complicado. Pero tambiรฉn es un paso crucial para la gestiรณn de nuestra cada vez mรกs poblada Luna. Las actividades sin control pueden poner en peligro las misiones y arriesgar vidas humanas, y sin un intercambio de informaciรณn transparente, los paรญses podrรญan duplicar esfuerzos y malgastar recursos, lo que podrรญa conducir rรกpidamente a una explotaciรณn insostenible de nuestros limitados recursos lunares. En cambio, un registro lunar puede prevenir accidentes, promover una exploraciรณn especial eficiente y fomentar prรกcticas sostenibles. Tambiรฉn fomenta la colaboraciรณn internacional y la transparencia, reduciendo las tensiones polรญticas y generando confianza.
La colisiรณn del cohete rebelde en 2022 es un recordatorio de los peligros de operar en un entorno donde el intercambio de informaciรณn no estรก normalizado. Al establecer un sistema de seguimiento de objetos y actividades en la Luna y sus alrededores, podemos garantizar que los paรญses, la industria, la sociedad civil y las comunidades cientรญficas puedan comunicarse y coordinar sus actividades de manera eficaz y, de este modo, sentar las bases de un futuro mรกs transparente y equitativo para la exploraciรณn lunar. ~
Este artรญculo es publicado gracias a una colaboraciรณn de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.