La victoria decisiva de la candidata apoyada por Estados Unidos para el puesto de secretaria general de la Uniรณn Internacional de Telecomunicaciones sugiere que la guerra con Ucrania ha alienado a paรญses que antes apoyaron el modelo de gobernanza de internet promovido por Rusia.
La gran mayorรญa de esos mismos paรญses parecen preferir el liderazgo de Estados Unidos a una alternativa rusa, y ese es un cambio que podrรญa tener profundas implicaciones para el futuro de internet y quiรฉn puede dirigirlo
En la gran trama de tensiones entre Rusia y Estados Unidos, la elecciรณn que tuvo lugar a finales de septiembre en Rumania para elegir al nuevo secretario general de la Uniรณn Internacional de Telecomunicaciones (UIT) fue relativamente tranquila. Fue una contienda entre dos candidatos, uno ruso y otro estadounidense, para ocupar un puesto mayoritariamente administrativo al frente de la UIT. Esta organizaciรณn internacional, que naciรณ en 1865, fue originalmente fundada para coordinar las comunicaciones por telegrama entre paรญses. Actualmente, coordina cuestiones internacionales relacionadas con el espectro radioelรฉctrico, las llamadas de larga distancia y las รณrbitas de los satรฉlites.
A nivel prรกctico, podrรญa no importar realmente quiรฉn ganรณ las elecciones: tal como estรกn las cosas, el secretario general no tiene el poder de rehacer el internet. Pero, como varios comentaristasโฏseรฑalaronโฏen los dรญas previos a la votaciรณn, la elecciรณn aun asรญ era increรญblemente importante, ya que los 193 Estados miembros de la UIT tenรญan que decidir si se alineaban con la visiรณn de Rusia o con la de Estados Unidos para el futuro de internet. Que muchos paรญses hubieran votado por el candidato de Rusia habrรญa sido una fuerte seรฑal de que querรญan que el control del internet pasara a las manos de la UIT, tal como Rusia ha defendido durante mucho tiempo. Eso podrรญa haber significado poner a la UIT y sus Estados miembros a cargo de decidir quiรฉn es el propietario de cuรกles nombres de dominio, o cuรกndo agregar o eliminar sitios web del sistema global de direcciones de internet, decisiones que realmente pueden definir el internet.
Asรญ que fue un gran alivio para Estados Unidos y sus aliados cuando la candidata estadounidense, Doreen Bogdan-Martin,โฏvenciรณ alโฏex viceministro de telecomunicaciones ruso Rashid Ismailov, conโฏ139 votos contra 25. Fue una seรฑal de que la gran mayorรญa de los miembros con derecho a voto apoyaban el liderazgo de Estados Unidos en la organizaciรณn y, en tรฉrminos mรกs generales, el objetivo de ese paรญs de mantener un modelo de gobernanza de internet en el que los gobiernos no son los responsables de la toma de decisiones finales sobre cรณmo distribuir recursos en lรญnea como las direcciones IP y los nombres de dominio: la sociedad civil, las corporaciones y otras partes interesadas tambiรฉn tienen algo que decir. Eso fue un problema particularmente importante porque muchos otros paรญses, no solo Rusia, han sido escรฉpticos de ese modelo de gobierno en el pasado, y han desconfiado de la influencia que ejerce Estados Unidos sobre el internet.
Sin embargo, la victoria decisiva de Bogdan-Martin sugiere que la guerra de Rusia con Ucrania ha alienado a esos paรญses que en algรบn momento apoyaron un modelo de gobernanza de internet mรกs centrado en el gobierno. En un momento determinado, Rusia fue capaz de reunir a casi la mitad de los paรญses de la UIT con acusaciones de que Estados Unidos tiene demasiado poder cuando se trata de administrar internet; ahora, la gran mayorรญa de esos mismos paรญses parecen preferir el liderazgo de Estados Unidos a una alternativa rusa, y ese es un cambio que podrรญa tener profundas implicaciones para el futuro de internet y quiรฉn puede dirigirlo. Es un ejemplo sorprendente de cรณmo la invasiรณn rusa de Ucrania estรก deteniendo sus ambiciones internacionales relacionadas con internet, un resultado que bien puede ser frustrante para China, desde hace mucho tiempo sido aliada de Rusia en el esfuerzo de reunir a miembros de la UIT para oponerse al liderazgo de Estados Unidos.
La UIT se ocupa de cuestiones de telecomunicaciones internacionales, como las tarifas de las llamadas de larga distancia, el uso del espectro radioelรฉctrico y las รณrbitas de los satรฉlites. Tambiรฉn desarrolla algunas normas tรฉcnicas y ayuda a promover el acceso a la banda ancha. Lo que no hace, y nunca ha hecho, es administrar la infraestructura o los recursos de internet (como las direcciones IP y los nombres de dominio). Esto se debe, por un lado, a que gran parte de la infraestructura de internet es propiedad y estรก operada por empresas privadas y, por otro, a que para cuando muchos de los Estados miembros de la UIT se interesaron en la gobernanza de internet, el gobierno de Estados Unidos ya habรญa firmado un contrato con una organizaciรณn sin fines de lucro con sede en California llamada Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN) para administrar los recursos crรญticos de internet.
Como era de esperar, muchos paรญses โespecialmente Rusia y China, que sospechaban de la relaciรณn particularmente cercana de Estados Unidos con la ICANNโ no estaban entusiasmados con ese acuerdo. Hasta 2016, por ejemplo, el gobierno de Estados Unidos tenรญa el poder de vetar algunas de las decisiones de la ICANN sobre internet en virtud de los contratos que firmรณ con la organizaciรณn. Incluso cuando Estados Unidos renunciรณ a ese poder y dejรณ de emitir contratos a la ICANN por completo, muchos gobiernos siguieron creyendo que la ICANN no los escuchaba al tomar decisiones. Rusia, en particular, ha presionado durante mucho tiempo para que la UIT, un lugar en el que cada estado miembro obtiene un voto, sea el foro para la gobernanza de internet en lugar de la ICANN, en la que los gobiernos no obtienen ningรบn voto y en su lugar ofrecen opiniones al director general y a la junta a travรฉs de un “Comitรฉ Asesor Gubernamental”.
Por lo tanto, a pesar de que la UIT es esencialmente una entidad nula cuando se trata de la gobernanza de internet, paรญses como Estados Unidos quieren mantener el statu quo de la gobernanza de internet con las mรบltiples partes interesadas y evitar que la UIT adquiera cualquier poder adicional. Les preocupa que, bajo liderazgo ruso, pueda concentrar parte de la autoridad de la ICANN. Hay buenas razones para preocuparse por esa posibilidad, ya que en realidad sucediรณ no hace mucho tiempo.
La รบltima vez que Estados Unidos se enfrentรณ a Rusia para una gran votaciรณn en la UIT ocurriรณ en la Conferencia Mundial de Telecomunicaciones Internacionales de 2012 en Dubai, cuando los 193 miembros se reunieron para negociar el tratado internacional que rige las telecomunicaciones: el Reglamento de Telecomunicaciones Internacionales. En parte, esa votaciรณn dependรญa de si la UIT asumirรญa una mayor responsabilidad en la gobernanza mundial de internet.
Estados Unidos y sus aliados presionaron por el modelo de gobernanza de internet administrado por la ICANN, en el que los gobiernos no tenรญan mรกs voz que cualquier otra parte involucrada (excepto, posiblemente, el gobierno de Estados Unidos, ya que en ese momento todavรญa faltaban cuatro aรฑos para que renunciara a su administraciรณn de la ICANN, y aรบn no habรญa anunciado su intenciรณn de hacerlo).
En el otro lado estaba un grupo de paรญses liderados por Rusia y China, que presionaba para que la UIT asumiera mรกs control sobre internet, con el objetivo de que todos los paรญses tuvieran un voto y los gobiernos, no los actores privados, fueran las autoridades finales a la hora de decidir cรณmo se manejaba internet. Eso podrรญa haber significado que los delegados del gobierno, en lugar de la junta de la ICANN, decidieran si una empresa como Amazon podrรญaโฏposeer el dominio de .amazonโฏa pesar de las objeciones de los gobiernos brasileรฑo y peruano, o si eliminar los dominios .ru del sistema de direcciones de internet aโฏsolicitud del gobierno ucraniano a principios de este aรฑo.โฏNo necesariamente habrรญa sido desastroso que esas decisiones fueran tomadas por delegaciones gubernamentales en lugar de ICANN, pero habรญa un temor considerable de que los gobiernos, debido a su falta de comprensiรณn de cรณmo funciona internet, pudieran tratar de hacer otras cosas poco prรกcticas a travรฉs de la UIT, tales como dictar la manera en que se enrutaba su trรกfico de internet en formas que serรญan imposibles de implementar para los proveedores de servicios de internet.
Por supuesto, con 193 paรญses involucrados, esta no fue solo una batalla entre Estados Unidos y Rusia, pero no hay duda de que fueron las dos figuras centrales en esa lucha. Unโฏartรญculo de opiniรณn del New York Post enโฏese momento afirmaba que “si los delegados se salen con la suya en la Conferencia Mundial de Telecomunicaciones Internacionales de la prรณxima semana en Dubai, el hombre a cargo de la web serรก un apparatchik (tรฉrmino coloquial ruso para referirse a funcionarios del Partido Comunista) entrenado por los soviรฉticos como en los dรญas de la Guerra Frรญa”.
Las negociaciones del tratado de 2012 fueron un desastre. A pesar de que elโฏnuevo tratadoโฏen realidad no arrebatรณ ninguna autoridad a la ICANN, 55 paรญses, incluidos Estados Unidos y la mayor parte de Europa, se negaron a firmarlo por temor a que pudiera acercar a la UIT a asumir cierto control sobre internet. Peroโฏotros 89 Estadosโฏlo firmaron, incluidos Rusia, China, Brasil, Sudรกfrica y gran parte de Medio Oriente y รfrica.
Asรญ, aunque Estados Unidos y sus aliados pudieron mantener internet fuera de las manos de la UIT, tambiรฉn se dieron cuenta de que docenas de paรญses estaban hartos de cรณmo se estaba manejando internet. Poco despuรฉs, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunciรณ que estaba tomando medidas para dejar de administrar el contrato de la ICANN, con el fin de hacer que la organizaciรณn fuera mรกs independiente del gobierno de Estados Unidos. En 2016, elโฏรบltimo contrato terminรณ oficialmente. Algunos polรญticos estadounidenses, en particularโฏel senador repรบblicano del estado de Texas, Ted Cruz, denunciaron ese cambio como “poner en gran peligro la libertad de internet” porque harรญa un poco mรกs difรญcil para el gobierno de Estados Unidos intervenir si la ICANN tomaba decisiones con las que no estaban de acuerdo. Pero ese, por supuesto, era exactamente el punto: se suponรญa que el cambio apaciguarรญa a la comunidad internacional y les asegurarรญa que internet no estaba bajo el control de Estados Unidos.
La victoria de Bogdan-Martin la semana pasada puede verse, en parte, como evidencia del รฉxito de esa maniobra. Si docenas de miembros de la UIT todavรญa sospecharan de cuรกnto poder ejerce Estados Unidos sobre la internet mundial, presumiblemente no habrรญan apoyado su candidatura.
Sin embargo, la dramรกtica caรญda en el apoyo a la agenda de Rusia respecto a la UIT no puede atribuirse solo al cambio de 2016 en la gobernanza de la ICANN. Muchos gobiernos todavรญa consideran a la ICANN un foro decepcionante que no responde a sus intereses. En 2012, 89 Miembros se pusieron del lado de Rusia al ratificar el nuevo tratado y mantener abierta la posibilidad de que la UIT eventualmente ayudara a administrar internet. La รบnica razรณn plausible para que ese nรบmero haya caรญdo a 25 en este aรฑo podrรญa ser la guerra de Rusia con Ucrania, que ha hecho que los miembros de la UIT sean cautelosos de alinearse con Rusia o sus representantes. No es un resultado particularmente asombroso dado el clima polรญtico actual, pero sorprende de todos modos porque sugiere que las decisiones de Rusia con respecto a Ucrania pueden reconfigurar completamente los bandos en la lucha por la gobernanza de internet. Ahora, al parecer, va a ser mucho mรกs difรญcil para Rusia trabajar con China y otros aliados para limitar la influencia de Estados Unidos sobre los organismos de gobernanza de internet.
Hace diez aรฑos, muchos miembros de la UIT veรญan a Estados Unidos como el agresor en lo que respecta a la gobernanza de internet: era visto como un paรญs que habรญa aprovechado su inversiรณn temprana y el desarrollo de internet para controlar los recursos globales que lo sustentan y que ahora son compartidos por todo el mundo. Algunos Estados se preocuparon en ese momento de que el gobierno de Estados Unidos pudiera cerrar o manipular su acceso a internet gracias a su influencia sobre la ICANN. La semana pasada, esas preocupaciones parecรญan ser mucho menos importantes para los miembros de la UIT que las preocupaciones sobre la agresiรณn y la inestabilidad de Rusia. Y si Rusia no puede reunir efectivamente a otros gobiernos contra el modelo existente de gobernanza de internet, podrรญamos pasar al menos otros 10 aรฑos antes de que se vuelva a desafiar seriamente.
Este artรญculo es publicado gracias a la colaboraciรณn de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America, y Arizona State University.
profesora asistente de polรญticas de ciberseguridad en la Tufts Fletcher School of Law and Diplomacy.