Un virus hasta hace poco desconocido ronda el mundo. Implacable, el nuevo Covid-19, miembro de la familia de los coronavirus, estรก haciendo lo que mejor sabe: servirse de especies con sistemas orgรกnicos complejos a fin de perpetuarse. ยฟPor quรฉ estos microorganismos parecen ensaรฑarse con mamรญferos, entre ellos los seres humanos? ยฟCรณmo ha sido su evoluciรณn para llegar a este punto?
Los virus se cuentan entre los microorganismos mรกs numerosos del planeta. Son capaces de infectar y utilizar para su reproducciรณn a cualquier tipo de cรฉlula. No obstante, hasta mediados del siglo XIX no se sabรญa casi nada de estas especies, cuyos miembros son invisibles a simple vista y apenas se perciben con potentes microscopios y otras tรฉcnicas.
Despuรฉs de estudiarlos casi 130 aรฑos, los biรณlogos han encontrado una historia fascinante, que se remonta al inicio de la vida y podrรญa empezar a explicar la causa de que ellos y otros organismos, incluidos los humanos, no podamos colaborar, como sucede con varias familias de bacterias. ยฟPor quรฉ entidades libres, precursoras de la vida tal como la conocemos, se convirtieron en parรกsitos insidiosos que nos atacan una vez sรญ y otra tambiรฉn? ยฟEn quรฉ radica la virulencia de las especies que nos enferman, cuando para otras somos casi indiferentes? Cada vez que surge un brote con visos de pandemia provocada por algรบn integrante del universo viral, como ahora el Covid-19, debemos recordar que somos especies compartiendo una misma historia evolutiva. De hecho, podemos llamarlos primos lejanos. Y es que tanto ellos como nosotros, sin olvidar a las miles de especies mรกs que pueblan la Tierra, estamos conformados por similar material genรฉtico y celular. A menudo, los virus se han integrado a los genomas de diversas cรฉlulas, transformando de raรญz el repositorio genรฉtico de numerosas especies de hongos, animales y plantas.
Algo que sorprende (y atemoriza) es que los virus no son propiamente organismos vivos, sino mรกs bien una especie de zombis que pueden permanecer โdormidosโ algรบn tiempo hasta que, de pronto, despiertan y se replican en forma independiente de los cromosomas de una cรฉlula, pero no sin una cรฉlula de por medio. Los virus, piratas desterrados del reino de la cooperaciรณn intracelular, utilizan esta maquinaria con objeto de fabricar otros iguales a ellos mismos, y son capaces de conferirle caracterรญsticas que la cรฉlula heredarรก a su descendencia. Sin embargo, carecen de las herramientas necesarias para llevar a cabo procesos metabรณlicos y, por ende, no pueden generar ATP (adenosรญn trifosfato), una molรฉcula clave para la vida de un organismo.
ยฟCuรกl es su origen? Hay quienes piensan que surgieron a partir de primitivos elementos genรฉticos, tal vez รกcidos nuclรฉicos โforajidosโ, los cuales aprendieron a moverse entre las cรฉlulas primigenias. Otros creen que se trata de herederos de antiguos organismos celulares, sobre todo a raรญz del descubrimiento de megavirus y mimivirus que imitan la conducta de muchos parรกsitos celulares. Una tercera hipรณtesis sostiene que se trata de depredadores naturales, antiquรญsimos, quienes iniciaron su evoluciรณn antes de la apariciรณn de sus anfitriones u hospederos. Las tres propuestas tienen argumentos a su favor, por lo que algunos biรณlogos han adoptado una postura laxa, aceptando que la evoluciรณn de los retrovirus, por ejemplo, se acerca mรกs a la primera hipรณtesis, pero tambiรฉn considerando que los virus con ADN complejo fueron en alguna รฉpoca entidades independientes que perdieron en forma paulatina genes clave, lo cual los obligรณ a adoptar una estrategia parasitaria. No se descarta el razonamiento de quienes sugieren que los virus son mรกs viejos de lo que pensamos y, en algรบn momento de la historia temprana de la vida, condujeron el curso de la evoluciรณn a nivel celular.
Hoy la mayorรญa de los biรณlogos piensa que las primeras molรฉculas con capacidad de replicarse contenรญan ARN, no ADN. Se sabe, por otra parte, que determinadas molรฉculas dentro de dicho ARN, los ribozimas, tienen propiedades enzimรกticas, es decir, pueden catalizar reacciones quรญmicas. Eso supondrรญa la existencia de molรฉculas de ARN replicantes antes de la apariciรณn de las primeras cรฉlulas, las cuales desarrollaron su capacidad infecciosa en cuanto aparecieron รฉstas. Quizรกs el nรบcleo celular tal como lo conocemos surgiรณ de una bizarra simbiosis entre virus envueltos en ADN que se convirtieron en residentes de las incipientes cรฉlulas eucariotas. Las investigaciones continรบan.
Para entender la lรณgica de los organismos integrantes de la virรณsfera, es necesario remitirnos a la conducta que, en general, adoptan los parรกsitos frente al hospedero. Asรญ, el hecho de que el parรกsito lo necesite vivo supondrรญa esperar que las enfermedades causadas por estos microorganismos no sean โtanโ mortales, pues de otra manera acabarรญan con todos sus hospederos, orillรกndolos a su propia desapariciรณn. El resultado de una relaciรณn entre hospedero y parรกsito, bacteria patรณgena o virus, depende del equilibrio que se logre entre los mecanismos de defensa de quien lo recibe y los mecanismos de agresiรณn del invasor.
Hay organismos patรณgenos y otros que no lo son. Sin embargo, que un organismo no sea patรณgeno en una circunstancia y para un organismo especรญfico, no quiere decir que no lo sea en ningรบn caso. La forma en que un patรณgeno agrede al hospedero, sus mecanismos de ataque, son especรญficos en cada especie. Por lo tanto, son muy diversos, aunque conocemos algunas generalidades. Los virus, como dije, se apropian de la โmaquinariaโ celular y la utilizan para su propia replicaciรณn, lo que en muchos casos causa la muerte de la cรฉlula hospedera. De esta manera logran invadir un cuerpo y diseminarse hacia otros.
Hay un caso ilustrativo. Sucediรณ en 1950, cuando los conejos domรฉsticos invadieron casi todo el territorio de Australia, luego de haber sido introducidos por un caballero inglรฉs. Como los conejos devoraban los pastos y no dejaban nada para los rebaรฑos de ovejas y otros herbรญvoros, se iniciรณ un programa de aniquilaciรณn. Entonces se les ocurriรณ liberar conejos previamente infectados con el virus de mixomatosis, letal para el conejo europeo. Al principio el plan funcionรณ, ya que este virus habรญa acabado con gran parte de la poblaciรณn. Pero, con el tiempo, los sobrevivientes y sus crรญas se volvieron resistentes y dejaron de morir. Ademรกs, en muchos casos, cuando los conejos sรญ eran susceptibles al virus, el individuo morรญa antes de transferir la enfermedad a otro de su especie. Las cepas del virus tambiรฉn cambiaron conforme se difundรญan en la poblaciรณn y, poco a poco, las cepas menos virulentas, y no las mรกs letales, tuvieron รฉxito, ya que no mataban a su hospedero y podรญan contagiar a varios otros durante la enfermedad. El resultado de estos procesos evolutivos fue que se estabilizรณ la relaciรณn entre el huรฉsped y el parรกsito.
Esto mismo sucede con muchos de los microorganismos que nos causan enfermedades. A travรฉs del tiempo evolutivo, nuestra relaciรณn se ha modificado, entre otras causas, debido al surgimiento de distintas cepas del patรณgeno y la resistencia en el hospedero. Hay ciertas enfermedades que ya no representan un problema grave para los humanos porque hemos encontrado la manera de erradicarlas (o casi). Ejemplos son la polio y la viruela. Esto se consiguiรณ mediante la creaciรณn de vacunas, las cuales han ayudado a que el sistema inmune estรฉ listo para actuar en contra de estos patรณgenos en cuanto entran al cuerpo. Por eso hay quienes piensan que no vacunarse es un atentado a la convivencia social y no deberรญa pasarse por alto bajo ninguna excusa.
Hay otros organismos causantes de diversas enfermedades que, en lugar de sucumbir, han modificado tanto su estructura como sus estrategias de ataque, se han adaptado y se han hecho resistentes a los medicamentos con los que al inicio podรญamos controlarlos; un ejemplo notable es la bacteria de la tuberculosis. Otro es el mosquito Anopheles, especie que no cede en la India y Sri Lanka, tras varias campaรฑas para aniquilarlo con pesticidas. Si el mosquito es resistente, permitirรก que la malaria reaparezca, muchas veces en versiones mรกs intensas.
Los estudiosos tambiรฉn han encontrado que el temible VIH estรก volviรฉndose menos agresivo, tal vez renunciando a la estrategia de provocar SIDA fatal. Aun asรญ, y al igual que el รbola y la influenza, es un virus cuyo genoma estรก equipado con ARN, por lo que estamos ante un frenรฉtico mutante, y seguirรก disfrazรกndose mientras se adapta al sistema inmune humano. Vale la pena enfatizar que todos los virus que pululan en una poblaciรณn, por ejemplo, tanto los de la gripe en una determinada zona geogrรกfica como las partรญculas de VIH que se encuentran dentro del cuerpo de una persona infectada, siguen reglas de la selecciรณn natural. Cuando hablamos de evoluciรณn, pensamos en miles, millones de aรฑos. Pero en el caso de algunos virus ese lapso se reduce a meses, quizรก semanas. Ademรกs, la selecciรณn natural solo se da cuando existe variaciรณn genรฉtica en determinada poblaciรณn, esto es, cuando se presentan ciertas diferencias genรฉticas que pueden heredarse. En la virรณsfera esto se produce mediante recombinaciรณn de trozos de ADN o ARN, o bien a travรฉs de mutaciones alteatorias y repetitivas.
Es asรญ que cepas como el coronavirus Covid-19, que por lo comรบn solo infectan animales mamรญferos y aves, han desarrollado la capacidad de transmitirse a las personas gracias a su largo y antiguo ARN, cuyo รบnico propรณsito es promover la diversidad de los de su especie. Es imprescindible no bajar la guardia ante nuestros mรกs duros depredadores, pues la apariciรณn de otras especies virales es inevitable.
escritor y divulgador cientรญfico. Su libro mรกs reciente es Nuevas ventanas al cosmos (loqueleo, 2020).