Por mรฉritos propios, el documental ha recuperado en la รบltima dรฉcada un lugar en la cartelera no solo nacional sino internacional. Claro, aรบn no estrenan al aรฑo tantos como muchos cinรฉfilos desearรญamos pero de que la oferta es cada vez mayor y mรกs amplia, no cabe duda. El botรณn de muestra es, por supuesto, la gira de documentales Ambulante.
De la mano de su actual ediciรณn llega Armadillo, documental danรฉs dirigido por Janus Metz, notablemente fotografiado por Lars Skee y magistralmente editado por Per K. Kirkegaard.
Armadillo es el nombre de la base danesa instalada para las fuerzas aliadas de Estados Unidos en su lucha contra el terrorismo en Afganistรกn. Despuรฉs de eso, literalmente, es territorio hรณstil. Muy hรณstil. Y no hablamos de kilometros mรกs adelante, sino de metros.
A esta base son enviados jรณvenes daneses de 18 a 20 aรฑos de edad para cumplir 6 meses de servicio. Emocionalmente inmaduros, presionados al extremo por un comportamiento colectivo violento y dogmรกtico que hay que inmediatamente asimilar y hacer propio, estos soldados viajan desde la pacรญfica Copenhague para toparse de frente con una de las realidades mรกs agresivas del mundo.
Armadillo es el viaje a travรฉs de esta espiral emocional y de argumentos sobre la guerra y, sobre todo, de las profundidades humanas que deben enfrentarse para encontrale una โrazรณnโ al hecho de matar a alguien, de participar en esta guerra y de llevar la paz a estos rincones del mundo con, claro, metralleta en mano.
Cruda, directa, atrevida, se trata de una pelรญcula que va al lรญmite y da incluso unos pasos mรกs. No sรณlo por las escenas en pleno patrullaje y enfrentamientos en campo abierto con fuerzas talibanes donde los realizadores obviamente se estaban jugando la vida, sino por su capacidad de ir quirurgicamente al fondo de estas personas para evidenciar sus dudas, sus miedos y la alarmante forma en que son programados y entrenados para creer en lo que estรกn haciendo muy a pesar de lo que escuchen o lleguen a saber desde fuera.
Se trata de la construcciรณn de seres humanos sin identidad propia pero sรญ colectiva. Incapaces de llegar a conclusiones individuales, completamente necesitados de la instrucciรณn clara y directa sobre quรฉ hacer, cรณmo pensar, cรณmo reaccionar y quรฉ responder a lo que el resto del mundo seรฑala, critica, analiza o cuestiona (incluรญdas en muchos casos, sus propias familias).
Armadillo nos hace testigos de la historia de estos inocentes jรณvenes que quieren aportar su grano de arena en una misiรณn de la que quizรกs no esten plenamente convencidos, y que en cuestiรณn de meses se convierten en autรณmatas armados listos para obedecer una nueva orden y ver cรณmo su lectura de la realidad se aleja cada vez mรกs de la de su familia y amigos, de la de su paรญs. Y sรณlo en este rincรณn del mundo, encuentran ya a otros programados para pensar como ellos.
Y en la forma es tambiรฉn un filme destacadรญsimo. Inteligente, dinรกmico y capaz de retratar en una secuencia con pavorosa naturalidad, el frenรฉtico y caรณtico momento de un enfrentamiento nocturno; o la locura lรบdica y la hiper violencia de estos jรณvenes que en sus descansos, a manera de preparaciรณn, juegan Medal of Honor o Call of Duty en un Play Station, emocionados por su รบltima asesinato virtual o por la manera en que lograron arrojar una granada. Casi tan emocionados como sucederรญa horas mรกs tarde al hacer eso en la vida real.
Esta podrรญa ser no sรณlo la รบltima frontera para las fuerzas armadas danesas y aliados que representan, sino tambiรฉn un nuevo territorio por explorar y develar para el cine documental. Profundos, arriesgadรญsimos y complejos retratos humanos y sociales sobre uno de los temas mรกs complejos.
-Arturo Aguilar
