Este es el primer monรณlogo de la primera pelรญcula de los hermanos Coen, Blood simple:
El mundo estรก lleno de gente quejumbrosa, pero el hecho es que nada tiene garantรญa. Y no me importa si eres el Papa de Roma, el presidente de Estados Unidos, el Hombre del Aรฑo, algo siempre puede salir mal. รndale, quรฉjate, cuรฉntale tus problemas al vecino. Mรญralo cรณmo se va. En Rusia lo tienen planeado para que todos jalen parejo. En teorรญa, pues. Lo que yo conozco es Texas y aquรญ es cada quien por su cuenta.
No sabemos aรบn que el que habla es el gordo, sudoroso, parlanchรญn, cuentacuentos, fotรณgrafo, maestro del photoshopeo antes de photoshop, transa, asesino, detective Loren Visser, pero el monรณlogo ya deja entrever algo que (atentos, auteuristas) encontraremos constantemente en subsecuentes pelรญculas de los Coen: incluso el trabajo mรกs fรกcil en las manos de la gente mรกs capacitada se va a echar a perder. Dicho, ademรกs, en tono semicรณmico (acentuado por el Texas drawl, ese indolente arrastradito tejano de las sรญlabas), el monรณlogo anticipa el talante de Blood simple e incluso de la obra posterior de estos hermanos: entre peor salgan las cosas –esas cosas pueden incluir asesinatos, traiciones, suicidios–, mรกs serรก su posibilidad de generar material cรณmico.
Y en Blood simple todo, absolutamente todo, sale mal. Abby abandona a su esposo Julian para largarse a Houston, pero nunca llega a Houston. Antes se acuesta con un empleado de Julian, Ray. Ellos no lo saben pero Julian habรญa tenido la pรฉsima idea de mandar seguir a Abby; el encargado de ese seguimiento: Loren Visser. Enterado de la infidelidad, Julian manda matar a la pareja. Por supuesto el encargado es Visser, que prefiere no cumplir la chamba; en cambio, altera una fotografรญa para que la pareja parezca asesinada:
Y por supuesto el pobre Julian se tragarรก completita la mentira del asesinato. (Abby y Ray estรกn dormidos nomรกs, en un sueรฑito postcoital.) Visser, en cambio, intenta asesinar a Julian –con el arma de Abby. รl no lo sabe, pero tambiรฉn eso sale mal. Ray encuentra el “cadรกver” de Julian y el arma de Abby, y se traga completa la pรญldora de que ella ha matado al marido. Limpia los rastros del asesinato e intenta enterrar a Julian. Julian, lo descubrimos entonces, sigue vivo. Lo que sigue es un descenso brutal (y extremadamente divertido) a la desconfianza, a la confusiรณn y al error. Incluso el รบltimo asesinato es un equรญvoco: Abby cree que su perseguidor es Julian (no sabe que estรก muerto) no Visser. Blood simple es una comedia de errores no en un sentido genรฉrico sino literal: buena parte de su humor proviene de las malas decisiones de los personajes; el espectador puede reรญrse porque sabe mรกs que todos ellos juntos.
Tambiรฉn es una comedia negra, doblemente: 1. porque su humor “se ejerce a propรณsito de cosas que suscitarรญan, contempladas desde otra perspectiva, piedad, terror, lรกstima o emociones parecidas” y 2. porque toma sus claves genรฉricas del cine y la novela negros.
El noir clรกsico no propendรญa al humor. Sรญ: siempre un detective o un policรญa o un matรณn o una femme fatale tenรญa a la mano la frase socarrona, el wisecrack destructivo. (En The narrow margin, 1952, un tipo describe a una mujer como “un platillo”. ¿Quรฉ platillo? “The sixty-cent special”, responde. “Cheap, flashy. Strictly poison under the gravy.”) Pero el tono general, el mood, era de desesperaciรณn, soledad, muerte. De un destino determinado: no importa a dรณnde huyas, tรบ pasado va a alcanzarte y destruirte (Out of the past). En todo caso, o el que se rรญe aquรญ es Dios y se rรญe de la pequeรฑez y de la hilarante capacidad de sus criaturas de hacer planes (Detour) o la “risa” proviene de la vergรผenza ajena (Sunstet Blvd). A nadie deberรญa sorprenderle esta escasez humorรญstica: el noir literario es hijo de la Depresiรณn; el cinematogrรกfico, del expresionismo alemรกn y la guerra. (Difรญcilmente encontrarรกn libros mรกs tristes que They shoot horses, don’t they? de Horace McCoy y Down there de David Goodis, ambos en la tradiciรณn noire.)
Para 1984, aรฑo de la apariciรณn de Blood simple, todavรญa estรกbamos lejos de Perros de reserva o Pulp fiction y su humor pop/noir hiperreferencial, pero el neonoir ya estaba claramente establecido y separado, incluso con una distancia irรณnica, del noir “clรกsico”. (Algo similar pasaba en el cine de horror; en 1984 la atmรณsfera estaba lista para producir Gremlins pero habรญa que esperar hasta 1990 para que pudiera existir algo como la perversa y divertidรญsima Gremlins 2: La nueva generaciรณn.) Los Coen en Blood simple aprovechan esa ironรญa y crean un erudito licuado de Dashiell Hammett –visible en la perfecta estructura causal y equรญvoca de la trama (“La historia tiene casi tantas vueltas de tuerca, claves, cortinas de humo y malentendidos como El halcรณn maltรฉs” escribiรณ Judy Klemesrud en una de las primeras reseรฑas de la pelรญcula), en cierto dialecto pulp y en el “homenaje” del tรญtulo (“blood simple”es una locuciรณn que aparece en Cosecha roja)–, Jim Thompson –Loren Visser es primo hermano del retorcido sheriff Nick Corey, de Potts County, en Pop. 1280: su lengua revela ese parentesco– y por supuesto James M. Cain –en el centro: un triรกngulo amoroso quebrado por el interรฉs monetario–. “Nos gustaba especialmente El cartero siempre llama dos veces, Pacto de sangre, Mildred Pierce y una medio desconocida, Career in C-Major”, dijo por ahรญ Joel Coen. “Nos gustaba su estilo hard-boiled. Querรญamos escribir una historia de James M. Cain y ponerla en un contexto moderno.”
Sus fuentes son primariamente pero no รบnicamente literarias. La segunda introducciรณn –durante los crรฉditos– es una larga toma de Ray y Abby, desde el asiento trasero, en el auto de la huida:
Esta imagen evoca toda una iconografรญa expresionista de cine negro clรกsico. Puede verse, por ejemplo, en los crรฉditos de La muerte en un beso (1950) y El beso mortal (1955):
Pero evoca tambiรฉn la primera toma de Vivir su vida (1962) de Jean-Luc Godard, “un film dedicado al cine de serie B”, como puso el propio Godard en los crรฉditos. En aquella escena/toma larga una pareja tambiรฉn discute el rompimiento de una relaciรณn: la suya. (Un clip de la escena en TCM.) Tampoco vemos sus rostros:
El “prรฉmier tableau” de Vivir su vida se titula ‘Nana quiere dejar a Paul’; el tableau de Blood simple podrรญa titularse ‘Abby quiere dejar a Julian’. Los Coen utilizan ya su enciclopรฉdico conocimiento de la historia del cine de formas muy sutiles.
Tambiรฉn de formas muy conspicuas. El cine negro clรกsico tendiรณ siempre al estilo visible, ostentoso. Algunos crรญticos conservadores lo consideran “excesivo” por ser un “estilo que llama la atenciรณn sobre sรญ mismo”. Hay una sensibilidad barroca en ese cine. Iluminaciรณn antinatural, hipercontrastada aunque urbana; encuadres difรญciles de justificar; amplรญsima profundidad de campo en que todos los planos, imposiblemente, estรกn en foco; aparatosas tomas largas. El estilo consciente de sรญ mismo termina por llevar, casi forzosamente, a la ironรญa y a la comedia negra. Los Coen imprimen en ese barroquismo varias funciones. A veces generan suspenso, como en la toma que sigue a un pastor alemรกn para que รฉl nos revele, sigilosamente, la locaciรณn en que se desarrolla la escena:
A veces propician una sensaciรณn enervante de clรญmax; por ejemplo, cuando una travelling shot a la altura del pasto se acerca a toda velocidad a Abby, que forcejea con Julian:
Otras, funcionan como chistes. En la barra de la cantina de Julian un borracho se ha quedado dormido. La cรกmara comienza a avanzar hacia รฉl para acercarse, suponemos, a la conversaciรณn que estรก sucediendo al fondo. Cuando no tiene otra opciรณn, la cรกmara salta al borracho como a una cosa:
A un espectador joven estos movimientos de cรกmara pueden parecerle cosa de todos los dรญas. Lo son, pero una razรณn muy importante de que lo sean es el aporte de los Coen y su fotรณgrafo de entonces, Barry Sonnenfeld, al arte hollywoodense. Joel Coen habรญa trabajado como asistente de editor en El despertar del diablo (1981) de su amigo San Raimi, acaso el inventor del travelling shot a toda velocidad a la altura del pasto. (Vean la toma en este video.) Pronto Sonnenfeld harรญa sus propias pelรญculas y el estilo serรญa imitadรญsimo. Danny DeVito lo adoptรณ en 1989 para La guerra de los Rose (en 1987 Sonnenfeld habรญa fotografiado el primer largo de DeVito como director: Tira a mamรก del tren); Raimi lo culminรณ en Darkman en 1990. La primera seรฑal de que el estilo se habรญa vuelto tic fue tal vez la intratable Robin Hood: Prรญncipe de los ladrones (1991), que no perdรญa oportunidad para tomas como รฉsta.
Como puede verse en estos mรณviles shots, otra fuente importante de inspiraciรณn de los Coen (y de Raimi y de Sonnenfeld) fueron las caricaturas de la Warner. Su humor por encuadre revela esta influencia tambiรฉn. Por ejemplo, cuando Ray va por primera vez a casa de Abby y Julian (para que ella recoja, entre otras cosas, la pistola que va a condenar su relaciรณn), decide fumarse un cigarro. Por el interfรณn suena la voz de Abby: “Ray?” Ray voltea:
Y esto es lo que ve:
Es un chiste casi infantil, pero tremendamente funcional.
Blood simple es formalmente irรณnica pero tambiรฉn clรกsica. Una marca de clasicismo en cine hollywoodense es la de la transiciรณn enganchada entre escenas. Ya en su primera pelรญcula los Coen muestran un dominio completo de esta “tรฉcnica”. Un ejemplo elegantรญsimo. La escena A abre con una toma del ventilador en la oficina del bar de Julian; la siguiente toma tiene a Julian viendo, pensativo, el ventilador:
Julian marca a casa de Ray; Abby contesta (escena B), cuelga. Al final de la escena vuelve a su posiciรณn inicial; corte a escena C: ventilador en la habitaciรณn de Ray y, ahora, Abby mirรกndolo pensativa:
Esta transiciรณn extremadamente artificiosa, impracticable, tambiรฉn es difรญcil de olvidar:
Por รบltimo, Blood simple –y muchas otras pelรญculas de los Coen– derivan parte de su gozo de la subversiรณn del lugar comรบn. (En eso se parecen a la poesรญa de Lรณpez Velarde y a muchos juegos de ingenio que parten de memes.) Ya he mencionado en otra parte en Letras Libres este ejemplo, pero tal vez se vale volver a รฉl. El tรณpico es ver la vida pasar frente a los ojos en el momento de la muerte. El cine de Hollywood basa en รฉl muchas de sus creaciones (algunas de cine negro). Los Coen propician el momento al final de la pelรญcula. El detective Visser, narrador inicial de Blood simple, ha recibido un balazo en el estรณmago. Estรก desangrรกndose y en sus รบltimos suspiros. Barry Sonnenfeld lo fotografรญa desde lo alto, se le acerca, preparรกndolo para la revelaciรณn final:
Pero los jรณvenes Joel e Ethan Coen, que apenas van pegรกndole a los treinta aรฑos, que son incapaces de ajustarse al lugar comรบn, aรบn incapaces de tocarse el corazรณn, cortan a esto:
Los รบltimos instantes de una vida no revelan nada: sรณlo una pequeรฑa gotera en el desagรผe del lavabo. Fin.
Escritor. Autor de los cรณmics Gabriel en su laberinto y Una gran chica (2012)
