Dredd

Dentro del cine de entretenimiento que busca vender boletos y palomitas, Dredd no estรก nada mal.
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Dentro del cine de entretenimiento que busca vender boletos y palomitas, Dredd no estรก nada mal. Acostumbrados a una cartelera paupรฉrrima en la que de vez en cuando aparece un blockbuster pasable, Dredd cumple. Chatarra de calidad es casi una contradicciรณn en tรฉrminos, pero hay ocasiones en que se necesita una obra que divierta sin mรกs pretensiรณn. Lo que importa es  que lo haga bien.

En un futuro indeterminado la franja territorial que va de Boston a Washington D.C. es una misma ciudad: Mega City One, con ochocientos millones de habitantes. Hay miles de asesinatos diarios. La urbe es un caos en la que una fuerza policรญaca que tambiรฉn es juez intenta mantener el orden. Es el dรญa de entrenamiento de una mutante, una chica psรญquica capaz de leer la mente de quien estรฉ cerca. Junto con el implacable Judge Dredd entra a uno de los mega-edificios habitacionales de doscientos pisos en el que una banda criminal elabora la รบltima droga ilegal del mercado. Estรกn solos frente a decenas de delincuentes.

La trama es plana y escueta; lo que la hace atractiva es la manera en la que estรก tratada. Los diรกlogos son pocos y buenos, y la cรกmara sumada a los efectos especiales hace el resto. Hay dos elementos claves dentro del equipo de producciรณn: Alex Garland, tambiรฉn novelista, escribiรณ el guiรณn basado en los personajes de la historieta. Sus guiones previos incluyen 28 Days LaterSunshine y la adaptaciรณn de la novela de Kazuo Ishiguro, Never Let Me Go. Los crรฉditos de Anthony Dod Mantle, el fotรณgrafo, son varios y bastante finos, entre los que cabe destacar Dogville y Manderlay de Lars von Trier. Las dos cintas previas de Pete Travis, el director, son desiguales.

Quizรก lo mรกs criticable de la pelรญcula sea su monotonรญa, la tรญpica estructura basada en asesinato tras asesinato al mรกs puro estilo del gรฉnero de acciรณn hollywoodense. Hay cientos de ejemplos, con Robocop o Terminator como las referencias mรกs loables. Sin embargo entre el guiรณn y la realizaciรณn logran mantener la atenciรณn del espectador de una manera inteligente y eficaz, ademรกs de que solo dura 95 minutos. Para quien la apreciรณ, es demasiado corta. 

El diseรฑo de producciรณn de Dredd recuerda a la dรฉcada de los ochenta, inscrita en la tradiciรณn de ciencia-ficciรณn de la que Blade Runner es el mรกs grande estandarte. Las imรกgenes generadas por computadora que conforman la cuidad del caรณtico futuro no abusan de sus posibilidades. De un modo sutil, a partir de algunos edificios gigantes y muchos detalles, la gris perspectiva de la superpoblaciรณn se hace presente. Los personajes pasan demasiado tiempo dentro del edificio, creando una sensaciรณn de claustrofobia. Se aรฑora una visiรณn mรกs amplia de la ciudad, de la dinรกmica urbana fuera de la enorme unidad habitacional. Tras la barda que rodea la ciudad todo es desierto. En ningรบn lugar hay un ecosistema orgรกnico: ni una sola planta.

Una licencia poรฉtica rompe en ocasiones la monotonรญa del enfrentamiento entre jueces y maleantes. Slo-Mo, la droga con la que trafica la banda de delincuentes, hace que quien la consume perciba el tiempo al uno por ciento de su velocidad normal, una premisa que le abre la puerta a la cรกmara lenta llevada al extremo, el parรฉntesis necesario dentro de un panorama oscuro.

Otro detalle encomiable ademรกs del equipo detrรกs de cรกmaras son los actores, un puรฑado de caras poco conocidas en una pelรญcula de presupuesto estratosfรฉrico. En vez de confiar en una o varias estrellas para captar audiencia, los productores decidieron evitar ese camino fรกcil. A Dredd nunca se le ven los ojos bajo el casco, lo cual va bien con su personalidad lisa y sin chiste; Anderson, la juez novata, se lleva la pelรญcula, entre el carisma y su conflicto por matar. Es como una flor en medio de un inmenso pรกramo de asfalto.

Estรก dirigida a la juventud y a los amantes del gรฉnero de acciรณn combinado con la ciencia-ficciรณn. No hay mรกs de lo que pretende. Es un film eminentemente masculino, con poca poesรญa y muchas balas. Diversiรณn sin profundidad alguna. 

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(ciudad de Mรฉxico, 1979) Escritor y cineasta


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