-La entrega pasada, Alonso habló del gif como cine. Acá una muestra interesante: Jaime Martínez, oriundo de Monterrey, me parece aburrido como fotógrafo pero acertadísimo como creador de gifs. Acá su colección.
-También de lo malo aprende uno: 'Twenty years on, it's time to admit that Pulp Fiction is a bad film' de Sam Moore en NewStatesman (donde también se publicó aquel deschavetado texto, 'The politics of Batman', de Slavoj Žižek), es una destacable muestra de todo lo que —creo que— no se debe hacer al realizar crítica cinematográfica.
–La película de la semana pasada en The Dissolve fue Re-Animator, de Stuart Gordon. Andrew Lapin hace una revisión de las adaptaciones que de H.P. Lovecraft ha dirigido Gordon. Gran lectura. También: el último trabajo de Tony Zhou, The Silence of the Lambs – Who Wins the Scene?, igual de bueno que siempre.
-Estefanía Vela, @samnbk, escribió sobre el #GamerGate y el acoso hacia las mujeres en línea. Su texto es un buen primer vistazo a esta —en apariencia— infinita polémica. Omar Feliciano, @tipographo, trató el tema del feminismo acaparando espacios en el pop mainstream. Su visión es, a manos iguales, esclarecedora y sensata.
-Más cosas: El idioma materno es el nuevo libro de Fabio Morábito. Créanme: deben leerlo. Acáel adelanto que publicó Sexto Piso, para que se antojen. El verano tiene ya un rato que se alejó, pero esta playlist de @conejoazulorama me sigue pareciendo reconfortante: Songs For a Stolen Summer. Este shot-by-shot del tráiler de Avengers 2: The Age of Ultron es ñoño y extrañamente simpático: habría sido mejor si lo hubieran aplicado con mayor rigor. No Doodles es un blog colaborativo en el que diseñadores e ilustradores cuelgan los doodles que les gustaría ver, y hay mucha cosa buena para endulzar el ojo allí. Ya para acabar: Sasha Grey en Machinima Etc, actuando en el Creepy Text Theatre: o sea, escenificando conversaciones de mensajes de texto estúpidas o francamente perturbadoras.
-Luis Reséndiz
-Esta quincena ha sido, para mí, la quincena del found footage film. (Con esto me refiero al subgénero de horror, no a los artefactos afines al arte contemporáneo y los inquietantes videos de Salem.) Hay lecturas interesantísimas por todos lados. Se puede empezar con un ensayo: ‘Nothing that is not there and the nothing that is: Language and The Blair witch project’ de James Keller y entrados en mockbusters sorpresivos continuar a la mesa redonda ‘Lo post-cinemático en Actividad paranormal y Actividad paranormal 2’. Si quieren leer sobre antecedentes del subgénero (“fenómeno”) harán bien en repasar los ensayos ‘Eat it alive and swallow it whole! Resavoring Cannibal holocaust as a mockumentary’ –gran título– de Carolina Gabriela Jáuregui, ‘The cultural construction of snuff: Alejandro Amenábar’s Tesis’ de Neil Jackson y el extraordinario ensayo ‘The ghosts in the living room’ sobre fantasmas reales en la televisión inglesa y el caso Ghostwatch (especial de la BBC que es un antecedente clarísimo del found footage como lo vemos ahora). También sobre Ghostwatch Stephen Volk, su autor, publicó en Fortean Times un ensayo/making-of. Está acá. Para clavados está Found footage horror films: Fear and the appearance of reality de Alexandra Heller-Nicholas, el primer volumen académico sobre el asunto. (Amazon.) Entre muchas otras, contiene una convincente lectura feminista de La bruja de Blair: Josh es la bruja. Piénsenlo.
-Más: en Letterboxd hice una filmografía del subgénero. No están todas pero casi. Se aceptan sugerencias.
-Por último, tres antecedentes clave del found footage fantástico listos para ver y oír:
La guerra de los mundos (1938) de Orson Welles. Notarán ustedes la cantidad de disclaimers que, si no hubiera cundido el pánico, habrían informado a los escuchas de que lo que oían era una obra de ficción:
https://www.youtube.com/watch?v=W6YNHq1qc44
Alternative 3 (1977). Su asunto es el cambio climático, que en 1977 sonaba a puritita ciencia ficción:
https://www.youtube.com/watch?v=gmNFzBVKqyE
Y el clásico Ghostwatch (1992), que causó una histeria de alguna forma similar a la de la emisión de La guerra de los mundos más de cincuenta años antes. Aquí cualquiera reconocerá, a veces cuadro por cuadro, momentos de Actividad paranormal 3 (2011):
https://www.youtube.com/watch?v=BHVqzRyaByM
-Alonso Ruvalcaba
– Presiento que, en línea, el periodismo de largo aliento se ha vuelto una especie en extinción o, por lo menos, un formato radioactivo al que es preferible no abordar. Tan es así que sitios como Slate se ven obligados a advertir que un texto es extenso antes de que le demos clic: no vaya a ser que por error invirtamos minutos de nuestra existencia en algo más duradero que un GIF. Es una pena porque hay pocas lecturas más ricas que un largo Q & A. Para literatura está el Paris Review. En el cine recomiendo al Directors Guild of America. Échense esta entrevista con el buen Soderbergh, cineasta con curiosidad omnívora.
-Aquí una comparación entre King Kong de 1933 y King Kong de Peter Jackson. En prácticamente todos los aspectos, el remake sale mal parado: en la fluidez de las secuencias, el detalle en el encuadre y hasta la coherencia en la acción. Cuenten el número de cortes con los que narra Cooper y compárenlo con la tijera inquieta de Jackson. Una vez más, el videíto comprueba que para armar un ensayo sólido no hace falta escribir una palabra.
-Todos sabemos que los setenta fueron los años maravillosos del cine gringo y que cada cinco minutos se estrenaba una obra maestra y que de ahí salieron Scorsese, Spielberg, De Palma y Coppola y que ya no se hacen como antes y blah, blah, blah. Creo en ese lugar común, pero los dosmiles no están exentos de genialidades. Botón para la muestra: Michael Clayton. Elegante, compleja, entretenida, con pasajes asombrosos (esos caballos, carajo), la película de Tony Gilroy es la joya en la corona del rey George. Y todo empieza en el texto: una cátedra de guionismo.
-Daniel Krauze