Las últimas aristócratas de East Hampton

'Grey Gardens', el documental de lo hermanos Maysles, está disponible en filmin hasta el 22 de mayo.
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Gatos y mapaches. La película empieza con un porche que da a un jardín frondoso, casi paradisíaco. Pero el hechizo se rompe pronto: una voz de mujer pregunta qué están haciendo ahí abajo y quien graba responde que está filmando la habitación principal. En seguida la pantalla está tan oscura que no se ve bien qué está pasando, la cámara se mueve, hay una mujer en el piso de arriba, a veces habla con el cámara, a veces con otra mujer a la que aún no vemos, pero sí oímos. Hablan de gatos. Un gato se ha escapado, la conversación es más bien confusa: se escapó, los dejé salir a todos, me dijiste que lo hiciera, no, no, se ha escapado por este agujero que han hecho los mapaches, al final tirarán la casa, nos volverán a echar. No llevamos ni dos minutos de película y ya nos han contado toda una historia ahí. 

East Hampton. “Nos echarán de nuevo de la ciudad de East Hampton. En East Hampton te detienen por llevar zapatos rojos en jueves”, explica la voz de la mujer a la que aún no hemos visto mientras en la pantalla van apareciendo algo así como postales filmadas de East Hampton: la playa, mansiones, más mansiones como esas que hemos visto sobre todo en películas y series más bien malillas sobre gente rica con problemas sentimentales, hasta que nos muestra una casa, una mansión venida a menos, rodeada de una vegetación exuberante. Todas esas plantas entre la cámara y la casa después de ver esas mansiones con el césped tan bien cortado, y entonces aparece el título de la película: Grey Gardens, de los hermanos Maysles (disponible en Filmin hasta el 22 de mayo). 

Las locas de los gatos. Las dos mujeres que hablan son madre e hija, Edith Ewing Bouvier Beale y Edith Bouvier Beale, Big Edie y Little Edie. Si nos quedamos en un nivel superficial, estas dos mujeres cumplen a la perfección con la imagen de la loca de los gatos: viven en una mansión de 28 habitaciones, en condiciones de insalubridad, la casa está llena de gatos y mapaches, que campan a sus anchas por la casa, que está atestada de objetos, libros, revistas y papeles, que se apilan en mesas, sillas, etc. Llevan viviendo ahí veinte años, no salen de casa, la madre se mueve con dificultad. Little Edie se viste de manera peculiar: siempre lleva un pañuelo en la cabeza, se pinta las cejas –había perdido el pelo de manera repentina años antes– y le da la vuelta a las prendas (una falda del revés, una camiseta en la cabeza…). El estilo de Little Edie terminó por inspirar editoriales de moda, diseños, etc. a raíz del estreno de la película en 1975. Para ellas, los hermanos Maysles hicieron un pase privado en Grey Gardens: seguían sin salir de casa. 

Los ricos también lloran. Big Edie era hermana del padre de Jackie Kennedy. El germen de esta película está en un proyecto de Lee Radziwill, hermana pequeña de Jackie, y el fotógrafo Peter Beard: quería hacer una película a partir de sus recuerdos de infancia en East Hampton. Pensó que su tía Edie podía ser la voz que narrara en la película, recordabas las canciones que cantaba. Para ese proyecto contactaron con los hermanos Maysles, que en 1972 habían estrenado Gimme Shelter, un documental sobre la gira de los Rolling Stones. Los rollos de película filmados entonces se perdieron, estuvieron desaparecidos durante décadas: en 2017, con ese metraje, Göran Olsson hizo That summer (en Filmin, Recuerdos de Grey Gardens), algo así como la precuela de Grey Gardens. Lee Radziwill abandonó el proyecto, pero Albert y David Maysles decidieron volver a Grey Gardens y filmar a las Edies. 

The Great Singer Big Edith Bouvier Beale (and daughter). Las dos Edies tuvieron aspiraciones artísticas: la madre cantaba, la hija quería probar suerte en Nueva York –y lo intentó, recibió promesas de pruebas, o eso cuenta en Grey Gardens–. Las dos habían sido guapísimas, Little Edie reprocha a su madre que torpedeara todos sus intentos de relación una vez que volvió con ella a Grey Gardens, en 1952, después de haber pasado una temporada en Nueva York, y después de que el marido de Big Edie la abandonara. Little Edie dice en varios momentos que está atrapada, que no aguantará otro año más, parece pedir que la rescaten. Son dos mujeres de formación exquisita, cultas; la relación entre ellas se adivina tóxica: se ve de manera más clara en That summer, como también se explicita ahí el posible abuso de Jack Bouvier, hermano de Big Edie, padre de Jackie y Lee, a Little Edie; y la diferencia de postura entre madre e hija con respecto a lo que sucedió, que no termina de quedar claro. En Grey Gardens las dos tienen su número: Big Edie canta, Little Edie canta y baila. 

La mosca en la pared. La idea de los Maysles era la de ser como una mosca en la pared, que no interviene en lo que sucede, solo filma. Inevitablemente, se convierten en los mejores amigos de Little Edie. Como escribió John Patterson en The Guardian, en Grey Gardens  “la presencia de la cámara en sí misma provoca todo lo que vemos y se convierte en sí misma en la historia de la película: el público necesita una actuación, y qué actuaciones obtenemos”, así que los Maysles podían no intervenir, pero solo estar ahí ya era como hacerlo. Grey Gardens es la historia de la decadencia de la aristocracia estadounidense, pero también un pequeño drama humano, el relato de una relación absolutamente tiránica, por eso Little Edie resulta tan admirable: su fragilidad es evidente, pero ella se esfuerza en que solo veamo su brillo. En 1977, Big Edie murió; Little Edie vendió la casa en 1979, bajo promesa de no derribarla, a Ben Bradlee. Su viuda la vendió por quince millones de dólares en 2020. 

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