Bienvenidos a Springfield, Estados Unidos de América, “hogar del más antiguo quemadero de llantas en actividad”. Población: 30,720. Altitud: 482 metros sobre el nivel del mar. Año de fundación: desconocido pero anterior a 1649. Fundador: Jeremías Springfield. Alcalde: Joe “Diamante” Quimby. Industria principal: Generación de energía nuclear. Lema: “Un noble espíritu agrandece al hombre más pequeño.” –LR, AR.
Springfield: ciudad de restaurantes
Homero J. Simpson, crítico de restaurantes del periódico Springfield Shopper, concuerda con nosotros en que La Trufa Dorada es el gran restaurante francés de Springfield: todo aquí huele a rancio (abolengo). También francés, pero del lado de la repostería, está el excelente localito The French Confection, a unos pasos del Acuario Springfield. (A propósito, cuando visites el acuario no te pierdas los sabrosos jochos pero, por favor, no alimentes a los delfines). Justo enfrente está La Snotteria, restaurante italocaliforniofrancés que en el nombre lleva las pretensiones. El otro italiano de la ciudad, Luigi’s, es un clásico con manteles de cuadritos y candelabros de chianti. (El servicio: un poquito atrabancado.) Hablando de servicio: El Holandés Cocinante es un todo lo que pueda comer de mariscos en el que no tienen empacho en voltear las sillas para “pedirte que te vayas”. Qué vergüenza. El crítico del Shopper también visitó el Happy Sumo, en el centro de la ciudad. Su dictamen: “Buen sushi sorpresa, buen karaoke, ¡cuidado con el fugu!” En otras cocinas de Oriente: el Kentucky Fried Panda cumple la promesa de su nombre; en Dos Amigos de Kabul preparan un labneh (jocoque) notabilísimo –aunque la guerra en Afganistán no ha sido generosa con el lugar–; el Taj-Mah-All-You-Can-Eat, creemos, se explica por sí mismo; el oriental/europeo/latinoamericano General Chang’s Taco Italiano, lamentablemente, también. Si lo que se busca es celebración: el Wall E. Weasel’s es el infantil por “excelencia” y el Singing Sirloin, casa de la balada y la ensalada, el lugar al que ir para los no tan chicos. ¿Un café para terminar? Java the Hut es tan artesanal y local como quiere la moda. (Infinitamente superior al Hardluck Café, que de café no tiene más que el nombre y al que en estos días debe irle tan mal como a Planet Springfield.) Para acompañar: unas donas, digo: rosquillas, de Lard Lad Donuts o las más respingaditas del Palais de Donut; o, si el antojo es otro, un muffin de Much Ado About Muffins –“to eat or not to eat”: ésa es la cuestión. Vámonos a dormir, que mañana toca desayuno en el Municipal House of Pancakes y, ya sabemos, siempre tiene cola. –AR
Springfield: capital del cine
Podrá no parecerlo, pero Springfield es una ciudad con una amplísima tradición cinematográfica. Aquí se libró aquella famosa batalla que intentó censurar a Tomy y Daly, liderada por Marge Simpson, antes de que llevaran al cine esa violenta (y sabrosa) serie de animación. Afortunadamente, no fructificó. (Marge Simpson, por su parte, dio una conmovedora interpretación de Blanche DuBoise en la adaptación musical de Un tranvía llamado deseo.) Originario de Springfield es Poochie, memorable personaje interpretado por Homero Simpson que tuvo que ser retirado del show de forma abrupta, similarísima a la de Charlie Sheen enTwo and a Half Men. Otro natural de Springfield es Herschel Shmoikel Pinchas Yerucham Krustovski, mejor conocido como Krusty el Payaso, famoso comediante originario del Lower East Side de la ciudad. En la ciudad también reside la estrella en decadencia Rainier Luftwaffe Wolfcastle; sus viejas glorias como McBain han terminado y ahora se dedica a la política. (Dios nos libre de tenerlo como alcalde de esta querida ciudad.) No sólo actores famosos habitan Springfield: producciones como El Hombre Radioactivo han elegido a la ciudad como locación (desafortunadamente, la cinta fue cancelada; aún así, permanece el recuerdo de la producción en todos los habitantes), el tipo de la tienda de cómics, multifacético hasta la tumba, es también el guionista y director de Everyman, cinta de superhéroes que tiene en el protagónico a Homero Simpson, pésimo actor de nulo carisma, acaso la única mancha en el historial cinematográfico de la ciudad; esto se compensa con el recuerdo de aquel festival de cine del que salieron dos obras maestras:Pukahontas (título en español: Poncachondas), de Barney Gómez, acaso el filme definitivo sobre el alcoholismo, y La bola en la ingle, posteriormente adaptada por George C. Scott a la pantalla grande y merecedora del Oscar a Mejor Película. Dato de trivia: pasó por encima de otro filme oriundo de Springfield, el ridículamente épico A Burns for All Seasons, de Spielbergo, una cinta bastante menor que mereció el desprecio de Jay Sherman, “el tercer crítico más popular de la televisión matutina por cable en Nueva York”. La otra meca del cine, vaya. –LR
Springfield: organigrama del crimen
A pesar de lo mucho que se ha hecho por ocultarla al público, la existencia de la mafia de Springfield es un hecho innegable a estas alturas. Lo que se sabe de la mafia de esta ciudad es lo siguiente (acaso este panel ayude a comprender la información aquí proporcionada): en la cima tenemos a El Padrino, tipo de nombre desconocido pero existencia comprobada; justo debajo de él se encuentra Don Vittorio DiMaggio, capo de la vieja escuela que maneja todos los hilos del crimen organizado en Springfield. Abajito de él estaba Marion Anthony d’Amigo, conocido como el Gordo Tony, recientemente muerto por un ataque cardiaco; a su muerte fue reemplazado por Fit Tony, primo de Tony oriundo de San Francisco. No obstante, fotografías recientes muestran que Fit Tony ha ganado peso, así que ahora suelen llamarlo el Gordo Tony. Se espera que algún día Michael d’Amico, hijo del Gordo Tony, tome las riendas de la familia. Patas es uno de los soldados al servicio de la mafia, usualmente se le ve en compañía de Louie, otro destacado soldado de la organización. Ambos han intentado asesinar a Frankie el Soplón de forma infructuosa, justo como Johnny Bocacerrada, el mejor amigo de Tony el Gordo y uno de los asesinos más destacados de la organización. La mafia ha logrado infiltrarse en varios niveles en Springfield; hay conexiones probadas en el mundo de la política (se le ha relacionado en varias ocasiones con el alcalde Diamante) y la farándula – Krusty el payaso es su entretenedor favorito. Las buenas conciencias de Springfield esperan ansiosas el momento en que se ponga tras las rejas a esta peligrosa fauna. Seguiremos informando. –LR
Springfield para adultos
Depende, claro, de nuestras inclinaciones pero Springfield tiene un poquito de noche para cualquiera. El caballero del buen decir hará bien en conocer el elegante Florence de Arabia o la “casa de burlesque” que regentea doña Belle y lleva el bonito nombre de Maison Derrière. (Interesados: Marge Simpson hace stand-up comedy ahí.) Si se quiere un asunto un poquitín más raspa ¿por qué no asomarse al Nude-E-Mart de Apu Nahasapeemapetilon, mezcla de supercito y antro de encueradas? (Lema: “Topless dancers! Bottomless coffee!”) ¿Andamos en plan de ligue gay? Hombres: no se pierdan el One Night Stan’s; mujeres, el Ella y Ella. Para echar la carta o la ruleta el Casino Señor Burns es inmejorable. Punketos, darketos y otras tribus: si quieren mentar madres vayan al Hate Box –con suerte se encuentran al alcalde Diamante. Para ponerse hasta atrás: The Bloated Liver, The Gutter Room y Blotto’s. (Pregúntenle a Krusty el Payaso, él sabe de estas cosas.) Si se quieren ver refinados: la coctelería del Pimento Grove es difícil de superar (por ahí se deja ver Troy McClure, a quien tal vez recuerden por episodios de Los Simpson como El sueño de amor de Selma); si se quieren sentir entre cuates: la clasiquísima Taberna de Moe, hogar de la Llamarada Moe, trago entre los tragos. (Por cierto, el cantinero Moe Szyslak afirma no tener ninguna relación con la Taberna de Moe que está en la colonia del Valle, DF, ni con la que está en el centro de Ciudad Obregón, ni con la de avenida Revolución en Coatzacoalcos.) Ah, y cuando haya suerte nuestra recomendación es acabar la noche en el Sleep-Eazy Motel, que tiene tarifas por hora y pelis para adultos; si la marcha nos dejó sin lana: en el Worst Western Hotel, que está en el barrio ruso. Puros lindos recuerdos. –AR
Escritor. Autor de los cómics Gabriel en su laberinto y Una gran chica (2012)