A lo largo de veinte años, Jonathan Caouette se filmó a sí mismo y a su familia cercana: esa es la materia prima de su documental Tarnation. Queda aclarar dos cosas: que Caouette tenía treinta años cuando acabó de editar su película, lo que significa que empezó a filmar(se) alrededor de los diez; y que su familia cercana está compuesta por una madre que a los once años fue sometida a tratamiento de electroshock y en adelante perdió todo rastro de sanidad, y por unos abuelos que, sin diagnóstico claro, también parecen casos de alguna enfermedad mental. Es posible decir que la historia de la familia Caouette, Johnatan incluido, es una de las más extremas en cuanto a crónicas de locura, abuso y disfuncionalidad familiar. Lo que no es tan fácil de asegurar es si Tarnation, el expediente visual del caso, vale más como película que como collage terapeútico y exhibicionista de Caouette. Algunas imágenes son hipnóticas, pero el espectáculo de la locura generalmente lo es. ¿Sería Tarnation deslumbrante si narrara veinte años de vida plácida de una familia normal?~
es crítica de cine. Mantiene en letraslibres.com la videocolumna Cine aparte y conduce el programa Encuadre Iberoamericano. Su libro Misterios de la sala oscura (Taurus) acaba de aparecer en España.