We Steal Secrets: The Story of Wikileaks

Alex Gibney es escrupulosamente imparcial con Julian Assange y su historia, en la que nada es tan simple como parece a primera vista.ย 
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Alex Gibney es quizรกs el realizador de documentales mรกs interesante de su generaciรณn, con algunas pelรญculas de carรกcter esencial para entender el panorama actual, como Enron: The Smartest Guys in the Room, la demoledora Mea Maxima Culpa, Taxi to the Dark Side (Oscar al mejor documental en 2008), Gonzo: The Life and Work of Dr. Hunter S. Thompson y muchos mรกs. En We Steal Secrets nos brinda otra narrativa apasionante: su muy particular mirada a WikiLeaks y su polรฉmico fundador, Julian Assange, filme que recibiรณ enfรกticas crรญticas por parte de simpatizantes de la organizaciรณn –e incluso del propio Assange, quien se rehusรณ a participar y tratรณ de boicotearlo. Pese a esto, se trata de un filme interesante, y de gran utilidad para entender los pormenores de este episodio en la historia reciente, sus orรญgenes y consecuencias.

Gibney parte de los inicios de Assange como hacker adolescente en Melbourne, durante los aรฑos 80 y pasa gradualmente al surgimiento de WikiLeaks , que obtuvo sus primeros รฉxitos notables al revelar casos como asesinatos extrajudiciales en Kenia, vertederos de desechos tรณxicos en otros paรญses africanos y la verdad desconocida de los brutales procedimientos de detenciรณn en Guantรกnamo, convirtiรฉndose en un punto de referencia para conocer los secretos de gobiernos alrededor del planeta.

Mucho antes de convertirse en una celebridad (en el sentido mรกs elemental del tรฉrmino, alguien a quien todo mundo conoce), Assange ya se habรญa metido en problemas con la policรญa federal australiana, misma que allanรณ su domicilio en 1991 despuรฉs de que hackรฉo el sitio de la fuerza aรฉrea de EE.UU. en el Pentรกgono. Se declarรณ culpable de 25 cargos de piraterรญa ilegal y se le puso en libertad por buena conducta. No fue hasta que WikiLeaks comenzรณ a difundir mรกs de 250.000 documentos estadounidenses, muchos clasificados como informaciรณn secreta, que el Departamento de Justicia iniciรณ una investigaciรณn penal. Un gran avance se produjo cuando The Guardian, The New York Times y el Times de Londres acordaron publicar grandes cantidades de material de WikiLeaks, suministrado por Chelsea Manning (hoy en prisiรณn con una sentencia de 35 aรฑos por espionaje), una joven hacker de brillante intelecto que padeciรณ un terrible bullying anti-gay durante sus aรฑos en el ejรฉrcito, cuando era Bradley Edward Manning. El documental deja en el espectador la impresiรณn de que Manning es la verdadera figura heroica de WikiLeaks, mientras que pareciera que el propio Assange destruyรณ su propia creaciรณn mediante una mezcla de petulancia e irresponsabilidad. Sin embargo, Gibney matiza su narrativa: si bien claramente se manifiesta del lado de la libertad de informaciรณn y el derecho del pรบblico a saber lo que pasa a puertas cerradas en su gobierno, tampoco estรก cegado por el prejuicio.

De hecho, Gibney es escrupulosamente imparcial con Assange y su historia, en la que nada es tan simple como parece a primera vista. Ni รฉste – que con su melena plateada y su aspecto arrogante pareciera mรกs una estrella de cine que el informante que puso en jaque a potencias mundiales – ni Manning emergen ilesos de pelรญcula, aunque es una pena que solo aparezcan en crestomatรญas y se negaran a ser entrevistados.

Ostensiblemente las negociaciones entre Assange y  Gibney se vinieron abajo cuando รฉste rehusรณ darle control editorial sobre la pelรญcula para hacer un retrato acrรญtico de รฉl, algo muy similar a lo sucedido con la producciรณn de The Fifth State, donde Benedict Cumberbatch fue objeto de un torrente de cuestionamientos por parte de Assange. Al llegar al final, Manning, que aรบn no encaraba su juicio de 2013, es una persona rota y Assange, entonces refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, aparece al final como un mรกrtir de su causa.

Al carecer de material directo de estos dos personajes, Gibney construye y estructura el filme con extractos de entrevistas y breves clips de sus ocasionales apariciones pรบblicas, y aunque hubiera sido ideal oรญr de sus propios labios su versiรณn de los hechos, estos se perfilan bastante bien. Otro de los temas que plantea la pelรญcula puede ser que un secreto jamรกs es eso, menos aรบn en un mundo donde la tecnologรญa cibernรฉtica ha alcanzado niveles aรบn mรกs sofisticados de lo que era cuando se fundรณ WikiLeaks.

El tรญtulo del filme proviene de una cita del ex director de la CIA Michael Hayden: “Quiero ser muy sincero. Nosotros robamos secretos. Robamos secretos de otras naciones… y algunas de las acciones que llevan a cabo los estados, con el fin de mantener a su gente segura y libre, tienen que ser secreto para tener รฉxito” – esto queda claro al ver el filme. La intenciรณn de Assange, las consecuencias de sus actos. Todo en una amplia escala de grises, que evita el blanco y negro, para crear una imagen lo mรกs fiel posible, de una de las figuras mรกs enigmรกticas de este siglo.

We Steal Secrets forma parte del Festival Ambulante 2014

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Miguel Cane (Mรฉxico DF, 1974) Es novelista y periodista cinematogrรกfico. Su mรกs reciente publicaciรณn es el inclasificable "Pequeรฑo Diccionario de Cinema para Mitรณmanos Amateurs".


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