Escena de Blitz. Imagen: Apple TV.

Miradas sobre el racismo desde el NYFF

Exhibidas en la mรกs reciente ediciรณn del NYFF, las pelรญculas "Nickel boys", "Dahomey" y "Blitz" evidencian los efectos duraderos de la guerra, el racismo y la marginaciรณn.
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En un mundo donde la narrativa puede ser tanto un espejo de la realidad como una ventana a nuevos horizontes, obras como Nickel boys, Dohemey y Blitz emergen como foros de reflexiรณn. Aunque distintas en su formato y su presentaciรณn, las tres se entrelazan para ofrecer un comentario crรญtico sobre la condiciรณn humana y el contexto social en el que se desarrollan.

Dennis Lim, director artรญstico del Festival de Nueva York 2024, subraya la necesidad de dar voz a narrativas diversas, afirmando que “el cine debe ser un espejo de la sociedad”. Este compromiso se manifestรณ al elegir Nickel boys como pelรญcula inaugural del festival, resaltando su potente exploraciรณn de la injusticia racial y la brutalidad del sistema penitenciario en Estados Unidos.

Nickel boys (E.U., 2024), basada en la aclamada novela de Colson Whitehead, se centra en la vida de dos jรณvenes, Elwood Curtis (Brandon Wilson) y Turner (Ethan Harisse), quienes en los aรฑos 60 son enviados a un reformatorio en Florida conocido como el “Nickel”. El filme captura la dura realidad de la violencia y la deshumanizaciรณn que sufrieron los jรณvenes afroamericanos en instituciones que debรญan rehabilitarlos en lugar de castigarlos. A medida que avanza la trama, se revela el amplio espectro de corrupciรณn y racismo sistรฉmico que permea tanto la instituciรณn como la sociedad en general.

Filmada principalmente desde los puntos de vista de Turner y Elwood, el director RaMell Ross y el director de fotografรญa Jomo Fray enseรฑan al espectador a ver y sentir el mundo a travรฉs de los ojos de personas afrodescendientes. Esta estrategia audaz y honesta es similar a la que Ross implementรณ en su documental Hale County this morning, this evening (E.U., 2018), nominado al Oscar en 2018, y que buscaba que el espectador se identificara no con una persona, sino con toda una ciudad negra del sur al observar sus movimientos cotidianos.

En Nickel boys, Ross alterna el punto de vista entre sus dos protagonistas. Esta alternancia puede confundir a la audiencia: ninguno de los eventos importantes en la vida de estos chicos se explica de inmediato ni ocurre dentro de su campo de visiรณn. Al intercambiar el punto de vista, Ross crea una experiencia cinematogrรกfica sorprendentemente cercana a la subjetividad y la identificaciรณn de la prosa, donde no se โ€œveโ€ literalmente ninguna acciรณn, pero se comunica รญntimamente un punto de vista. Como dice el propio director: โ€œNo es lo mismo ver a un hombre ser torturado, que ver lo que el hombre torturado ve a la hora de ser torturado; quizรกs รฉl lo que estรก viendo mientras lo torturan es una hormiga en el suelo.โ€

En una de las escenas mรกs impactantes de Nickel boys, donde Elwood y Turner son testigos de un brutal castigo infligido a otro interno, varios elementos cinematogrรกficos se combinan. La fotografรญa, con iluminaciรณn tenue, crea sombras que reflejan la opresiรณn del entorno, mientras que los primeros planos de los rostros de los protagonistas transmiten miedo, compasiรณn y desesperanza. Este juego de luz y sombra enfatiza la atmรณsfera de violencia y deshumanizaciรณn que permea el reformatorio. Ademรกs, la integraciรณn de material de archivo en momentos de flashback vincula la narrativa ficticia con la historia real de la injusticia racial en Estados Unidos, brindรกndole un contexto mรกs profundo y resonante. Este uso de imรกgenes histรณricas resalta la manera en que las atrocidades del pasado se entrelazan con las experiencias de los personajes, reforzando la idea de que su sufrimiento. La banda sonora de la pelรญcula, compuesta por Nicholas Britell, juega un papel crucial en la construcciรณn del ambiente. Una combinaciรณn de melodรญas melancรณlicas y sonidos de tensiรณn acompaรฑan la escena, intensificando la sensaciรณn de impotencia. La mรบsica no solo complementa la acciรณn visual, sino que tambiรฉn evoca la tristeza y la lucha interna de los personajes, haciendo que el espectador experimente la carga emocional del momento. Asรญ, en esta secuencia, la fotografรญa, el uso de material de archivo y la mรบsica se unen para crear una representaciรณn poderosa de la injusticia y la solidaridad entre los jรณvenes.

En una entrevista, Ross habla del โ€œmomento indecisoโ€, apartรกndose del concepto de Henri Cartier-Bresson sobre el โ€œmomento decisivoโ€, el momento cuando la realidad se presenta claramente para ser capturada. En contraste, argumenta Ross, el โ€œmomento indecisoโ€ induce ambigรผedad y reflexiรณn en la mente del espectador, dejando espacio para la interpretaciรณn personal y emocional. En Nickel boys, esta idea se manifiesta a travรฉs de diversas composiciones visuales. Por ejemplo, en una escena donde Elwood y Turner estรกn en el comedor, la cรกmara captura una imagen de los jรณvenes en medio de una conversaciรณn, pero no muestra claramente el contexto, generando tensiรณn y expectativa. La disposiciรณn de los personajes, la indefiniciรณn de su diรกlogo y la manera en que se utilizan los enfoques suaves permiten que el espectador sienta la ambigรผedad de sus emociones y la precariedad de su situaciรณn. Esta elecciรณn estilรญstica refleja el โ€œmomento indecisoโ€, donde la realidad no estรก completamente resuelta, y el pรบblico se ve empujado a reflexionar sobre lo que ocurre mรกs allรก de la imagen. Es un recordatorio de que, en el contexto de la opresiรณn y la injusticia, las experiencias de los personajes son complejas y multifacรฉticas, dejando a los espectadores en un estado de contemplaciรณn sobre las realidades de la vida en un reformatorio y la lucha por la dignidad.

Mientras que Nickel boys expone las atrocidades del sistema penitenciario estadounidense, Dahomey (Francia – Senegal – Benรญn, 2024) reflexiona sobre las repercusiones del colonialismo francรฉs en รfrica. Mati Diop, actriz y cineasta franco-senegalesa, hizo historia como la primera mujer de color en tener una pelรญcula seleccionada para competir en Cannes con su obra Atlantique (Francia – Senegal – Bรฉlgica, 2019) en 2019. Ahora regresa con un documental hรญbrido que es tanto poรฉtico como polรญtico, presentando una ensoรฑaciรณn interrogativa sobre el colonialismo, la cultura, el pasado y el presente. Durante siglos, el reino de Dahomey, que abarcaba una porciรณn del actual Benรญn, fue un importante punto de encuentro cultural en รfrica Occidental, y un escenario de conquista colonial europea y comercio transatlรกntico de esclavos. En 1892, las fuerzas francesas invadieron y saquearon cientos de tesoros del palacio real, junto con miles de otras obras de arte. Tras mรกs de un siglo de llamamientos, en 2021 se alcanzรณ un acuerdo para que Francia devolviera varias de estas piezas a Benรญn.

Dahomey comienza lejos de la pompa y grandeza de ese reino rico y guerrero. La pelรญcula se sitรบa en el sรณtano del Museo del Quai Branly de Parรญs, donde las cรกmaras recorren pasillos vacรญos, con paredes desnudas y sin ventanas. Aquรญ se encuentra una estatua de madera del rey Gezo, quien gobernรณ Dahomey a mediados del siglo XIX, cuya postura evoca al saludo del Poder negro. Mientras se empacan los artefactos para su transporte, la directora de fotografรญa Josรฉphine Drouin-Viallard utiliza la cรกmara subjetiva de manera inteligente, mostrรกndonos cada paso del embalaje, algo que recuerda el estilo de observaciรณn de Frederick Wiseman. La pelรญcula tambiรฉn se presenta como una respuesta a Las estatuas tambiรฉn mueren (Francia, 1953), un cรฉlebre documental de ensayo francรฉs dirigido por Alain Resnais, Chris Marker y Ghislain Cloquet que, a pesar de haber obtenido el Premio Jean Vigo en 1954, estuvo prohibido en Francia hasta los aรฑos 60 debido a su dura crรญtica al colonialismo.

En este documental ficcionado, Diop audazmente otorga โ€œvidaโ€ a las estatuas, comenzando con la del rey Gezo, introduciendo una voz en off narrada en el idioma fon (que se hablaba en Benรญn), a cargo del escritor haitiano Makenzy Orcel. Esta voz de tono sombrรญo dota a la estatua de Gezo de una conciencia sensible que narra miles de aรฑos de oscuridad en una tierra extranjera, tras haber sido desarraigado, como muchos otros. Expresa una indignaciรณn perpleja al ser etiquetado como “n.ยฐ 26” y se cuestiona: โ€œยฟpor quรฉ no me identifican por mi nombre?โ€.

La parte mรกs emotiva del documental es una puesta en escena magistral montada por Diop, en la cual jรณvenes estudiantes y profesores benineses de la Universidad de Abomey-Calavi debaten fervientemente sobre la llegada de los tesoros. Los estudiantes expresan su frustraciรณn al reconocer que ni siquiera pueden comunicarse en el idioma de sus antepasados; aunque el francรฉs es el idioma oficial de Benรญn, los 14 millones de habitantes del paรญs hablan 54 idiomas mรกs. Uno de los jรณvenes polemistas califica la devoluciรณn de las 26 piezas como โ€œun insulto salvajeโ€. Otro considera que su motivaciรณn es exclusivamente polรญtica, un gesto simbรณlico hecho por los franceses para distraer la atenciรณn de las presiones internas. Una joven ubica la importancia de la ocasiรณn en la manera en que puede ayudar a reconfigurar el entendimiento de la poblaciรณn sobre su propia historia: โ€œMe dijeron que yo descendรญa de esclavosโ€, dice con fiereza, โ€œpero yo descendรญa de  las amazonasโ€, (las amazonas de Dahomey fueron mujeres guerreras que se destacaron contra los reinos vecinos y las fuerzas coloniales francesas, convirtiรฉndose en uno de los ejรฉrcitos exclusivamente femeninos mรกs temibles del siglo XX).

Dahomey reta al pรบblico a confrontar la historia, haciendo que las voces de los artefactos resuenen y recordando la importancia de la identidad cultural en un mundo marcado por el colonialismo y la injusticia racial y la pรฉrdida de identidad. Y si Dahomey ofrece una mirada รญntima, reflexiva y Nickel boys se caracteriza por su enfoque experimental, Blitz resulta una propuesta mรกs comercial, al estilo holywoodense.

โ€œBlitzโ€ es el nombre que recibe la campaรฑa de bombardeos alemanes contra el Reino Unido, que durรณ de septiembre de 1940 a mayo de 1941. El “espรญritu Blitz” se refiere a la uniรณn y resiliencia del pueblo britรกnico durante esos bombardeos, sintetiza su fortaleza y determinaciรณn para enfrentar la adversidad. Bajo este contexto, Steve McQueen sitรบa su quinta pelรญcula, Blitz (Reino Unido – E.U., 2024), narrada desde el punto de vista de un chico birracial que enfrenta la adversidad y el racismo mientras trata de sobrevivir en tiempos de guerra. Aunque se presenta como una pelรญcula de guerra convencional, se destaca por la perspectiva รบnica de su director: expresionista, poco sentimental, inquietante en sus terrores y tierno en su esperanza, siempre interesado en las vidas de personajes ordinarios.

La historia comienza en septiembre de 1940, cuando las bombas empiezan a caer sobre Londres. Rita (Saoirse Ronan), su padre Gerald (el mรบsico Paul Weller), que toca el piano, y su precoz hijo de 9 aรฑos, George (Elliot Heffernan), viven en Stepney Green, un barrio de clase trabajadora asediado por los ataques. Temiendo por la seguridad de su hijo, Rita lo envรญa al campo, lejos del caos de la guerra, junto con otros niรฑos. George, con nostalgia por volver a casa, salta de la locomotora y comienza un angustioso viaje de regreso. Similar a El Imperio del Sol (E.U., 1987), de Steven Spielberg, que tambiรฉn sigue a un niรฑo britรกnico intentando encontrar a su familia en un lugar devastado por la guerra, Blitz nos hace ver la guerra a travรฉs de los ojos de un niรฑo. El director de fotografรญa Yorick Le Saux utiliza la cรกmara en mano, que imita la mirada del niรฑo, creando asรญ una cercanรญa del espectador con George, moviรฉndose junto a รฉl en sus momentos de reflexiรณn y miedo. Los planos cercanos a su rostro capturan emociones crudas, mientras que los reflejos en las ventanas sugieren su aislamiento. La iluminaciรณn juega un papel crucial, las sombras acentuadas refuerzan su conflicto interno.

Escrita y dirigida por el mismo McQueen, Blitz explora mรกs que las tensiones emocionales y fรญsicas de la รฉpoca; tambiรฉn examina los prejuicios raciales en Gran Bretaรฑa, un tema que ya habรญa abordado en su serie Small Axe (Reino Unido, 2020), sobre las comunidades afrocaribeรฑas en Londres. En esta pelรญcula lo aborda a travรฉs de la experiencia de un niรฑo. George sufre el acoso de matones blancos que se burlan de รฉl por su apariencia. Aรฑos antes, su padre fue atacado en la calle, arrestado y deportado a Granada. Cuando George conoce a un amigable soldado nigeriano llamado Ife (Benjamin Clรฉmentine), le dice que รฉl no es negro. Sin embargo, despuรฉs de ver a Ife defender a otras comunidades marginadas en un refugio, y de ser protegido por รฉl, George cambia su perspectiva y abraza su identidad: โ€œI am blackโ€, le dice, mientras lo toma de la mano. La representaciรณn cinematogrรกfica de la experiencia de los negros britรกnicos en esta รฉpoca es casi inexistente, convirtiรฉndose en una de las lรญneas mรกs conmovedoras de la historia. McQueen ha mencionado que la elecciรณn de centrar la narrativa en un joven birracial se inspirรณ en una fotografรญa que encontrรณ durante la investigaciรณn para Small Axe, que mostraba a un niรฑo negro con un abrigo demasiado grande y una expresiรณn enigmรกticamente estoica siendo evacuado durante la guerra.

Blitz, Nickel boys, y Dohemey abordan temas de injusticia y opresiรณn a lo largo de la historia, desde la perspectiva de personajes vulnerables. A travรฉs de sus historias, se evidencian los efectos duraderos de la guerra, el colonialismo, el racismo y la marginaciรณn. Estas obras no solo resaltan la resiliencia frente a la adversidad, sino que invitan a reflexionar sobre las lecciones del pasado y su relevancia en el presente. ~

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graduada del American Film Institute y Fullbright Scholar, es productora y promotora de cine, comprometida con el desarrollo de narrativas innovadoras en la industria audiovisual.


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