El decálogo cultural de Xóchitl Gálvez

En marcado contraste con sus contrincantes, Xóchitl Gálvez ha definido las líneas centrales de un proyecto de trabajo para el sector cultural.
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En un salón del Word Trade Center de la Ciudad de México, abarrotado por representantes de la comunidad educativa, científica y cultural, con una mesa de comentaristas destacados en estas tres distintas áreas, más Antonio Lazcano Araujo como orador principal, Xóchitl Gálvez leyó el “Decálogo de Propuestas de Cultura” preparado por Consuelo Sáizar y su equipo de expertos. Hasta en cinco ocasiones, la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México fue interrumpida por las palmas de los asistentes, quienes otorgaban, digámoslo así, su beneplácito a lo que fue interpretado como el anuncio, de consumarse su victoria en las elecciones a la presidencia de México, de una reorientación en la política cultural de México, para dar marcha atrás a la destrucción ejecutada por la 4T.

Mientras, el desorden impera en Morena. En octubre de 2023 se llevó un primer debate en el centro cultural La Nana, organizado por Tania Mena y Teresa Zacarías y convocado por la propia Claudia Sheinbaum, donde desilusionó a los invitados, quienes no esperaban las evasivas de su candidata, que escucharon con desconcierto. A su audiencia –básicamente, la comunidad cultural y artística simpatizante o militante de Morena– le quedó claro que su candidata tenía otras prioridades.

Simultáneamente, Paco Ignacio Taibo II convocaba a otra consulta, junto con su esposa Paloma Saiz, por instrucciones del Consejo Nacional de Morena, de acuerdo a sus dichos. Lanzó una carpeta compartida en línea, acerca de lo cual nunca presentó un reporte, y realizó una reunión, donde imperó el caos. No se supo más. Sheinbaum después designó a la cantante y actriz Regina Orozco como titular de la tercera consulta cultural. Pronto fue relevada por la senadora Susana Harp –quien busca la reelección por la vía plurinominal–, designada coordinadora de los “Diálogos por la Transformación” cultural. Orozco se volvió la “coordinadora de enlace” con la comunidad.

En este tercer intento de consultas, donde han arreciado las críticas, Harp ha subrayado que uno de los logros es que dos terceras partes de los participantes en los foros presenciales o virtuales han sido apartidistas. No obstante, el escepticismo se acrecentó cuando nuevamente Sheinbaum, esta vez en su inicio de campaña en el Zócalo el pasado 1 de marzo, acotó la cultura a cinco ambiguos puntos, que no incluían lo planteado por sus militantes en las consultas precedentes.

De Movimiento Ciudadano, la responsable es la senadora Ruth Alejandra López Hernández, presidenta de la comisión de Derechos Digitales e integrante de las comisiones de Cultura, Ciencia y Tecnología, Educación, Asuntos Indígenas e Igualdad de Género, entre otras. A la fecha no ha presentado su propuesta cultural. La representante de MC muestra, en principio, buen perfil por su formación y su trayectoria de gestión en Jalisco, su estado natal.

En el acto del pasado 19 de marzo en el WTC, no se trataba de la militancia educativa, científica y cultural de Xóchitl Gálvez. Era una audiencia heterogénea que quería verificar si la hidalguense era una candidata idónea a la presidencia de México. Le dieron su lugar y le hablaron de frente y sin concesiones, a través de exposiciones de alto nivel. Por supuesto, ni los conferencistas ni los asistentes le firmaron un cheque en blanco. Al contrario. Varios ponentes aprovecharon el momento de su intervención para deslindarse, con respeto y franqueza, explicándole a la candidata y al auditorio que su presencia no implicaba un acto de apoyo sino la aspiración de un anhelado diálogo.

De manera relevante, destacó el deslinde de Antonio Lazcano Araujo, quien inmediatamente después de hacerlo enumeró las barbaridades de Morena en el ámbito de la ciencia y propinó una severa reprimenda a Sheinbaum, “la científica que ya no es científica”, como la ha llamado. También hubo abiertas adhesiones a su candidatura, tal como lo expresó Rafael Pérez Gay, durante su defensa de la “excepción cultural”. Al final, candidata, conferencistas y audiencia abandonaron el recinto con la certidumbre de que habían asistido a algo más que un protocolario acto de campaña.  

Por su parte, Gálvez proyectó que aprecia la crítica y está dispuesta a asumir el perentorio compromiso que le demandaron los ponentes. José Luis Morán López, presidente de la Academia Mexicana de las Ciencias, le entregó un documento con 100 propuestas, y Carlos Aguirre Marín, de la Alianza de Maestros, le compartió un diagnóstico, entre varios más que lo hicieron de manera privada. Inclusive, en actos posteriores, la candidata de Fuerza y Corazón por México ha incorporado planteamientos que se le formularon ese 19 de marzo, algunos que tenía contemplados en su intervención del final y otros que le plantearon por primera vez.    

Pues desde antes del inicio de las campañas, Gálvez comenzó a hablar fuerte de cultura.

El 19 de febrero, en un encuentro en la hacienda El Refugio, ubicada en el municipio homónimo, con la comunidad cultural del estado de Jalisco, retomó la aseveración de Consuelo Sáizar: “la 4T está culturalmente derrotada”. El 3 de marzo, Susana Harp, con discreción, fue autocrítica: “Sabíamos que había una gran necesidad de escucha, de diálogo, y tratábamos, o hemos tratado, de encaminar a que podemos escuchar lo que esperaban que ocurriera y no ocurrió, o no ocurrió como lo esperaba la comunidad, pero que también hubiera propuestas para que pudiéramos convertirlo en algo más concreto”. Insólito en una militante de la 4T y por ende celebrable la sensatez de la senadora.

Tanto circuló y caló la sentencia de Sáizar, que Tatiana Clouthier, coordinadora de vocería de Sheinbaum, salió el 7 de marzo a tratar de aminorar el impacto con un endeble post en Instagram: “Antes era la cultura del poder, y hoy tenemos el poder de la cultura. No te dejes engañar”. De vuelta, la senadora Harp mostró buenas maneras y el 21 de marzo, en un promocional de los “diálogos” que, junto con Orozco, circuló en Instagram, abrió más el espectro: “Este es un espacio absolutamente libre como lo tiene que ser la cultura. Aquí podemos escuchar a quien necesite ser escuchado. No necesita estar pintado de ningún color. (…) Queremos ser parte de una propuesta y, además, por qué no, también de marcar lo que hizo falta si hicieron falta cosas.”

El decálogo es eso: un decálogo. No es un diagnóstico de lo que la 4T cultural destruyó ni el Programa Cultural 2024-2030. Detrás del decálogo se perfila que la consulta de Sáizar y su equipo ha sido consistente, y en sus diez apartados se encuentran las líneas centrales de un proyecto de trabajo a futuro. En el WTC, Xóchitl Gálvez reiteró que, como se ha referido en ocasiones anteriores, la cancelación del despilfarro presupuestal que implica el subsidio insensato a las refinerías de una empresa en quiebra técnica como Pemex, y en consecuencia la reorientación de tales recursos, garantizaría concentrarse en la educación, la ciencia y la cultura, entre otros sectores.

Veamos.

1. “El mayor presupuesto de la historia: 25 mil millones de pesos desde 2025”. Xóchitl fue enfática al respecto. El más alto a la fecha fue durante el sexenio de Felipe Calderón, arriba de 18 mil mdp, justo cuando Consuelo Sáizar fue titular del entonces Conaculta. Si restamos al presupuesto de este 2024 lo que se destina al Proyecto Chapultepec y al pago de las expropiaciones por concepto del Tren Maya, el monto oscila los 12 mil mdp. De ser electa Xóchitl Gálvez, el presupuesto para la cultura para 2025 sería del doble.

2. “Un programa de educación y promoción cultural y artística de alcance nacional, para toda la población, especialmente enfocado a niños y jóvenes. Apoyo total a la danza, a la música, al teatro, las artes plásticas, pintura, escultura y grabado. Creación de 3 universidades de las artes, 2 escuelas de antropología e historia y 2 escuelas técnicas de guías de turistas en diversos estados de la República”. El primer aspecto es apremiante. La sensibilización a las artes debe fomentarse desde los niveles escolares iniciales. Esperemos detalles del concepto y localización de las tres universidades de las artes. ¿Emularán los planes de estudios del Cenart? No debe olvidarse el nivel de deserción existente –incluso desde la segunda mitad de los 90– tanto en las escuelas de la capital como en la de los estados, ocasionado por el deprimido mercado laboral, la falta de consumo cultural y los bajos índices de creación de públicos. La propuesta debe contemplar estos aspectos. Las escuelas de antropología e historia son indispensables. El patrimonio cultural de México requiere de un aluvión de profesionales. Hay que empezar por regularizar la situación laboral actual tanto en el INAH como en la ENAH. El propio INAH deberá ampliar su planta laboral sobre bases nuevas, con las debidas garantías laborales. Las escuelas técnicas de guías de turistas son una gran propuesta práctica que elevaría la calidad de nuestro turismo cultural.

3. “Construcción de la mayor infraestructura cultural de este siglo –tanto física como digital– creada a partir de un diseño incluyente para que sea accesible a personas sin distinciones de edad, condiciones de vida o capacidades especiales.” Es imprescindible, por supuesto. ¿Dónde y qué tanto se va a construir qué? Hace falta un diagnóstico de la infraestructura cultural física y digital actual y de la oferta y demanda cultural para darle sustento al proyecto. ¿En qué estado se encuentra, qué tanta está subutilizada, qué de lo que la conforma requiere remozamiento y qué cumplió su ciclo o requiere reconstruirse con base en qué nuevos criterios? La noción de “infraestructura cultural” atraviesa además a la Secretaría de Cultura en su conjunto: infraestructura son los inmuebles y el equipamiento de las bibliotecas, las zonas y sitios arqueológicos, los museos de diversa índole, las escuelas, las salas de cine, los teatros, las casas de cultura, los foros, los espacios al aire libre, los acervos, los canales y radiodifusoras culturales. A la vez, esta infraestructura está distribuida a lo largo de las distintas dependencias que integran a la Secretaría de Cultura, regida por distintos reglamentos y leyes, y son muy pocas las instituciones –si es que hay alguna– que contaría en la actualidad con un diagnóstico de su estatus y necesidades, con una proyección de al menos 25 años. Es necesario saberlo antes de plantearse la “construcción de la mayor infraestructura cultural [física] de este siglo”. La infraestructura digital sin duda es endeble o inexistente, así que basándose en un buen diagnóstico, su proyección es de largo alcance.  

4. “Desarrollo de aplicaciones digitales, para hacer más eficientes los procesos de producción, comercialización e inventarios de artesanías, y para fijar precios justos de venta, así como para proteger los derechos de autor.” La Cuenta Satélite de Cultura 2022 documentó que las artesanías representan el 19.3% del PIB cultural, el porcentaje más alto dentro de los distintos sectores. Esta propuesta para regular su operación y crecimiento es una importante aportación. Y dada la revolución digital y los vertiginosos desafíos que encaramos en consecuencia, también debe velarse por los procesos de producción, comercialización, la defensa de los derechos de autor y la batalla que se libra entra la obra producida por los creadores y por la Inteligencia Artificial. Los indicadores de la Cuenta Satélite reportaron que los “contenidos digitales e Internet” (18.6%), los “medios audiovisuales” (18.0%), y “diseño y servicios creativos” (12.8%), crecen a gran velocidad. De ahí la urgencia de una política cultural que contemple estos  y otros aspectos, antes de que la brecha sea insalvable.

5. “Otorgamiento del mayor número de becas en la historia del país para estudiantes de arte, artistas emergentes, creadores y agentes culturales que deseen estudiar en México o en el extranjero, a quienes se les pagará su apoyo en los primeros cinco días hábiles.” El apoyo de las becas se amplía entonces a los estudiantes y a los gestores y se fortalece la relevancia de los estudios en el extranjero. No solo se rescata el ideario original del Fonca, sino que se amplía. Y sí, hay que entregar los apoyos a tiempo. Además de la impericia de las autoridades culturales salientes, no debe olvidarse que una causa central de los atrasos en los pagos o, como se dice en el sector, de que los recursos “no bajaran” al ex Fonca y a las instituciones en general, se debió a la concentración del presupuesto en la Tesorería, decisión que impuso el Ejecutivo saliente, lo que volvió en su caja chica al presupuesto de la Federación. De ganar la elección, Xóchitl Gálvez deberá tomar una decisión al respecto. Y un aspecto más. La Secretaría de Cultura debe considerar como parte central de las becas del ex Fonca que los beneficiarios puedan presentar su obra en sus recintos. ¿Un porcentaje del programa de trabajo anual? Tal vez.

6. “Una política digital incluyente para el arte y la cultura que garantice el acceso y ejercicio universal a los derechos culturales de todos los mexicanos.” Esta primera parte de la propuesta plantearía acuerdos con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes y empresas privadas. La segunda parte es contundente e incuestionable: “Recuperar, además, la independencia editorial de los medios públicos de radio y televisión: Canal 11, Canal 22, Radio Educación y el Instituto Mexicano de la Radio.”

7. “Seguridad social para todas y todos los trabajadores y agentes del arte y la cultura.” Xóchitl Gálvez puso énfasis en esta propuesta –no fue ni mucho menos la única, hay que aclararlo– y anticipó que no era un tema fácil, tal como lo hemos abordado, aunque la 4T cultural lo haya dado, sin razón alguna, por resuelto. La solución, insisto, es sencilla, y trasciende a la SC: no debe haber ningún mexicano sin al menos seguridad médica garantizada desde su nacimiento, por el solo hecho de serlo.

8. “Creación de más estímulos fiscales culturales –Efilibrerías, Efimuseos, Efiartesescénicas, Efidanza, Efiindustrias– para fomentar el libro, la lectura, las visitas a museos y en general, fomentar el consumo cultural.” No así, pero algo semejante prometió Alejandra Frausto en su folleto El poder de la cultura de mediados de 2018, antes de que en 2019 el presidente desmoronara la política cultural en su matiné, virándola hacia el Tren Maya y el Proyecto Chapultepec. Estos son también los sectores que cuidó Canadá desde 1992 en el TLC suscrito con Estados Unidos y México, a través de la “excepción cultural” y ratificó en el TMEC de 2018. Lo cierto es que los estímulos fiscales han probado su eficacia en la industria cinematográfica y eso es razón necesaria y suficiente para comenzar a extenderlos a otras industrias culturales. La propuesta contribuiría, al fin, al despegue de las industrias culturales de México.

9. “Mil millones de pesos cada año desde 2025 para 2 mil 447 municipios y dos mil 96 casas de cultura, ferias municipales, festividades, carnavales y cine móvil.” Xóchitl mostró también su entusiasmo. La propuesta recupera el compromiso cultural de la Federación con las entidades. Un reporte puntual del estatus en el que se encuentran las casas de cultura es necesario, tal como hemos indicado con anterioridad. Y hay un aspecto central. Las entidades deben etiquetar una aportación anual a la cultura y propiciar estímulos fiscales estatales para la inversión cultural por parte de las empresas..

10. “Un proyecto estratégico internacional para recuperar nuestro liderazgo artístico y cultural y la presencia protagónica de México en el mundo.” El 29 de junio de 2016, en el Centro Cultural Mexiquense, dentro de un Foro de Consulta organizado por la Comisión de Cultura y Cinematografía de la Cámara de Diputados, expuse una sola propuesta concreta: que sea la hoy Secretaría de Cultura la que nombre a los agregados culturales de las embajadas y consulados de México en el exterior, así como es el Ejército y la Marina quienes designan a los agregados militares y navales. Es la única manera de que haya cierta seguridad sobre la capacidad de las personas designadas y haya también coherencia en cuanto a la promoción cultural de México, de acuerdo con las prioridades geo-económica-políticas. Llevamos dos sexenios perdidos y el retroceso es mayúsculo.

La destrucción está documentada.

Sigue la conversación sobre el decálogo. ~

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Es autor del libro digital 80 años: las batallas culturales del Fondo (México, Nieve de Chamoy, 2014), de Política cultural, ¿qué hacer? (México, Raya en el Agua, 2001, y de La palabra dicha. Entrevistas con escritores mexicanos (Conaculta, 2000), entre otros. Ha sido agregado cultural en las embajadas de México en la República Checa y Perú y en el Consulado General de México en Toronto.


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