I
Paco Ignacio Taibo II, director del FCE, sale a su autodefensa. A lo largo del sexenio, el obsequio de โcinco millones de librosโ del Fondo, asegura, ha creado โmiles de lectoresโ. No precisa cuรกntos, pero a las pruebas se remite โes decir a lo que dice, y eso basta. Supongamos entonces que esos cinco millones de libros que obsequiรณ crearon mil lectores: el impacto serรญa del 0.02%. Si crearon cien mil, serรญa del 2%. No parece una estrategia de lectura exitosa.
Tampoco puede sustentarse que la lectura de un libro obsequiado, en caso de que haya sido leรญdo, lograra que esa persona volviera de la lectura un hรกbito. Esos indicadores no existen, no los ha generado ni el INEGI ni el FCE ni nadie mรกs. Lo que sรญ puede demostrarse es que la manรญa nacional por obsequiar y rematar libros lleva al menos un siglo, desde รlvaro Obregรณn hasta hoy, y ha sido un fracaso rotundo.
Ese fracaso lo confirma el Mรณdulo sobre Lectura (MOLEC) 2022 del INEGI. Luego de una centuria de tiros cuantiosos de libros obsequiados o rematados, el promedio de lectura fue de 3.9 libros al aรฑo. Desde que se realizan estas evaluaciones, las variaciones han sido irrelevantes. La Encuesta Nacional de Lectura del Conaculta de 2006 reportรณ un promedio de 2.9 libros al aรฑo. Eso significa un incremento de un libro en tres sexenios.
Incluso, el nรบmero de lectores no solo de libros, sino de cualquier clase de material โrevistas, periรณdicos, historietas, pรกginas de internet, foros o blogsโ ha descendido desde 2016 y esa tendencia ha continuado durante la administraciรณn federal actual. En 2016, 8.1 de cada 10 personas alfabetizadas de 18 o mรกs aรฑos de edad aseguraron haber leรญdo algรบn tipo de contenido en esos distintos formatos. La cifra bajรณ a 7.6 personas para 2018. En tanto, de 2019 a 2022, es decir, durante la 4T, ha bajado a 7.1.
Asรญ que Taibo II no puede asegurar, sin sonar vano, que ha creado โmiles de lectoresโ en cinco aรฑos solo porque obsequiรณ cinco millones de libros de la editorial que hunde.
II
En โTirar millonesโ, incluido en Dinero para la cultura (Debate, 2013), Gabriel Zaid recoge algunos episodios de esa manรญa nacional. Selecciono algunos de su lista. Entre 1921 y 1924, Josรฉ Vasconcelos, titular de la SEP, lanzรณ los โClรกsicos verdesโ. Vasconcelos aspiraba a llegar a los 100 tรญtulos, pero por sus aspiraciones a la presidencia solo alcanzรณ 13 en 17 tomos, con tiros de entre 20 y 25 mil ejemplares por tรญtulo, lo que da aproximadamente 400 mil ejemplares en total.
Al respecto, ofrezcamos contexto. El censo de 1921 reportรณ una poblaciรณn de 14 millones 300 mil habitantes; 62% eran menores de 15 aรฑos y cerca de 70% habitaba en zonas rurales. El analfabetismo rondaba el 75%. Quizรก la difusiรณn de los Diรกlogos de Platรณn o las Enรฉadas de Plotino no era, en esas circunstancias, lo mรกs adecuado. En Ulises criollo, Vasconcelos rememora molesto las crรญticas a su proyecto y alega en su defensa que junto a los clรกsicos editรณ y obsequiรณ โdos millones de libros de lectura primaria, cientos de miles de textos de geografรญa y de historiaโ, lo cual tampoco resolviรณ el problema.
En el sexenio de Josรฉ Lรณpez Portillo, apunta Zaid, la SEP planeaba publicar entre 20 y 25 tรญtulos cada aรฑo, con tiros de 400 a 450 mil por tรญtulo, aproximadamente 10 millones de ejemplares en total, que se obsequiarรญan a los egresados de primaria. El titular era Porfirio Muรฑoz Ledo. El proyecto no prosperรณ por el relevo en la dependencia. El titular entrante, Fernando Solana Morales, echรณ a andar el Correo del Libro, dirigido a maestros. Tambiรฉn le dio por publicar a granel: โmรกs de tres millones de libros de textos informales, educativos y culturalesโ, segรบn reportes.
En el sexenio de Felipe Calderรณn volvieron a obsequiarse libros. Zaid registra que en julio de 2011 se anunciรณ, en sendos boletines de la SEP y la Comisiรณn Nacional de Libros de Texto Gratuitos, el โPrograma Termina un Ciclo, Inicia un Hรกbitoโ, con el que se regalaron 2 millones 272 mil ejemplares de una novela para los niรฑos que terminaban la primaria y 2 millones de otra para los que terminaban la secundaria.
III
Refirรกmonos a uno de los mรกs emblemรกticos titulares de la SEP. Jaime Torres Bodet evoca en sus Memorias dos episodios clave durante su primer periodo como titular (1943-1946), en el sexenio de Manuel รvila Camacho. El primero, como parte de su Campaรฑa Nacional de Alfabetizaciรณn, supuso la impresiรณn de 10 millones de cartillas, mรกs una cifra no precisada dirigida a la poblaciรณn indรญgena. Los mexicanos alfabetizados entre 18 y 60 aรฑos y sin alguna discapacidad tendrรญan la obligaciรณn de enseรฑar a leer y a escribir al menos a un analfabeto entre 6 y 40 aรฑos que no estuviera incapacitado ni inscrito en una escuela.
El periodo de prueba corriรณ del 1 de marzo de 1945 al รบltimo dรญa de febrero de 1946. Las cartillas fueron distribuidas por Ferrocarriles Nacionales y, en los municipios mรกs distantes, por el Ejรฉrcito. Torres Bodet recuerda emocionado: โResultaba, en efecto, conmovedor contemplar a nuestros soldados โmuchos de ellos analfabetosโ transportar esa carga nueva: libros en vez de balas, cuadernos de trabajo en lugar de ametralladoras.โ
No obstante, pronto se dio cuenta que โlas virtudes del maestro no se improvisanโ y acabรณ desconsolรกndolo โla pasividad de la juventudโ. Es decir, que para enseรฑar a leer y para inculcar el hรกbito de la lectura, hacen falta vocaciรณn y metodologรญas โno solo obsequiar libros ni organizar clubes de lectura, como hace Taibo II, y como viene haciรฉndose al menos desde el periodo que llama โneoliberalโ, por lo que no resulta ninguna novedad.
El segundo intento de Torres Bodet fue la Biblioteca Enciclopรฉdica Popular.
Entre mayo de 1944 y noviembre de 1946 se publicรณ la colecciรณn, que consistรญa en cuadernos semanales, 134 en total, vendidos a 25 centavos y con un tiro de 25 mil ejemplares. De esta cifra, 10 mil se obsequiaban a los maestros rurales. En la lista de tรญtulos figuraban desde Cervantes y Tucรญdides hasta los hรฉroes patrios, desde las historias y los prรณceres de Estados Unidos y Chile hasta manuales de agricultura y de oficios varios.
Las cuentas no salieron, pues entre el papel, la distribuciรณn y los descuentos a los expendedores, hubo pรฉrdidas. Su sucesor, Manuel Gual Vidal, continuรณ la colecciรณn durante dos aรฑos mรกs, y la concluyรณ en el nรบmero 232. Torres Bodet pensรณ retomar el proyecto durante su segundo periodo en la SEP (1958-1964), pero su prioridad fue entonces la Comisiรณn Nacional de Libros de Texto Gratuitos.
Y hace la autocrรญtica:
En 1960 los libros de texto sustituyeron a los clรกsicos de 1921 y al liberal enciclopedismo de 1944. Hubiera sido lรณgico lo contrario: principiar por los manuales escolares; establecer, mรกs tarde, la Biblioteca Enciclopรฉdica y, como remate del edificio, proceder a la ediciรณn crรญtica y analรญtica de los clรกsicos. Sin embargo, uno es el orden de los conceptos, y otra (muy diferente, en un pueblo pobre) la lรณgica de la vida. Se empezรณ por lo mรกs brillante, que era โen conjuntoโ lo menos caro. Y se acabรณ por lo mรกs humilde, que, en conjunto, tuvo que ser a la postre lo mรกs costoso.
IV
Uno de los ex titulares del Fondo que mรกs aportรณ a la editorial, el expresidente Miguel de la Madrid Hurtado, incurriรณ tambiรฉn en la debilidad de los tiros gratuitos y cuantiosos. En 1991 el FCE, la UNESCO, mรกs 24 diarios de Hispanoamรฉrica iniciaron la publicaciรณn de 61 tรญtulos, de periodicidad mensual, de literatura hispanoamericana del siglo xx, ilustrados por artistas plรกsticos de trayectoria internacional.
Los โPeriolibrosโ eran encartados sin costo en diarios de paรญses de habla espaรฑola, portuguesa y en Estados Unidos. En Mรฉxico los distribuyรณ la Organizaciรณn Editorial Mexicana, dueรฑa de El Sol de Mรฉxico. El proyecto se extendiรณ de 1991 a 1997, incluyรณ 61 tรญtulos y tuvo un tiraje total de alrededor de 120 millones de ejemplares.
Los coordinadores fueron Adolfo Castaรฑรณn por parte del FCE y Germรกn Carrero de parte de la UNESCO. En el consejo editorial participaron Jorge Amado, Alfredo Bryce Echenique, Carlos Fuentes, Gabriel Garcรญa Mรกrquez, Augusto Monterroso y Fernando Savater, quienes colaboraron tambiรฉn como autores. La serie iniciรณ con Poemas humanos, de Cรฉsar Vallejo, ilustrado por Oswaldo Guayasamรญn.
Incluyรณ a 9 mexicanos: Juan Rulfo (El gallo de oro, ilustraciones de Juan Pablo Rulfo, el segundo tรญtulo publicado), Alfonso Reyes (Antologรญa, Raรบl Anguiano), Octavio Paz (ยฟรguila o sol?, Rufino Tamayo), Jorge Ibargรผengoitia (Los relรกmpagos de agosto, Ricardo Migliorisi), Carlos Fuentes (Aura, Jacobo Borges), Jaime Sabines (Antologรญa, Eugenio Granell), Xavier Villaurrutia (Antologรญa, Alejandro Arรณstegui), Juan Josรฉ Arreola (Confabulario, Ludwig Zeller) y Martรญn Luis Guzmรกn (Muertes histรณricas, Arnaldo Cohen).
En resumen, a lo largo de un siglo abundan ejemplos mucho mรกs eminentes que los tan mentados Vientos del Pueblo, los libros que regala y los cรญrculos de lectura de Paco Ignacio Taibo II.
Y aun asรญ, obsequiar y rematar libros no fomenta el hรกbito de la lectura.
V
En su autodefensa, Taibo II dice tambiรฉn que no es ilegal el uso que ha hecho del presupuesto de la red de librerรญas Educal y Publicaciones, por lo que el anteproyecto de decreto solo lo formaliza, y que cambia la vocaciรณn de la editorial. Anticipa que la SEP enviรณ a la Comisiรณn de Mejora Regulatoria (Conamer) el anteproyecto de decreto de la fusiรณn de Educal con el Fondo e informa que la mitad de las librerรญas de la primera estรก en dรฉficit. No tiene sentido โuna distribuciรณn duplicada de librerรญas en alguna ciudad; con una basta. Juntรฉmoslas. Es un problema de racionalidad de operaciรณnโ, justifica, anticipando de tal manera que habrรก cierres.
Taibo asegura que era un โabsurdo tener una editorial que no editabaโ, refiriรฉndose a la extinta Direcciรณn General de Publicacionesโ, que dejรณ de publicar libros precisamente cuando Taibo II asumiรณ el control โde factoโ. El fondo editorial del FCE, afirma sin empacho, era โancianoโ, carecรญa โde prestigio en la sociedadโ. No se ruboriza al aceptar que el FCE se ha vuelto โasistencialistaโ y considera โaristocrรกticaโ su vocaciรณn inicial: la publicaciรณn de obras dirigidas a los lectores de educaciรณn media superior y superior en las distintas รกreas del saber. Tampoco le preocupa ocultar su animadversiรณn con el sector editorial privado.
โHay que ser reaccionario, tonto y burรณcrata para pensar que regalar libros es un pecadoโ, afirma Taibo II.
Un pecado, en efecto, no es. Es otra cosa. ~
Es autor del libro digital 80 aรฑos: las batallas culturales del Fondo (Mรฉxico, Nieve de Chamoy, 2014), de Polรญtica cultural, ยฟquรฉ hacer? (Mรฉxico, Raya en el Agua, 2001, y de La palabra dicha. Entrevistas con escritores mexicanos (Conaculta, 2000), entre otros. Ha sido agregado cultural en las embajadas de Mรฉxico en la Repรบblica Checa y Perรบ y en el Consulado General de Mรฉxico en Toronto.