Película de Jon S. Baird (Filth, El Gordo y el Flaco) basada en la historia real de la creación, negociación de los derechos y lanzamiento del popular juego Tetris, que consiste en impedir que se acumulen figuras formadas con cuadritos. Narrada en tono de comedia, la película se propone como una crítica –un poco a destiempo- de la vida en la Unión Soviética: corrupción, ineficiencia, opacidad, todo disfrazado de amor al Partido y al comunismo. Una loa –también a destiempo- del capitalismo. Tetris es una cinta ágil, pero que carece del tono en crescendo angustioso que es uno de los atractivos del juego. Los personajes son estereotipados, y otros plenamente caricaturescos. La película sin embargo supera el reto de hacer casi interesante una trama basada fundamentalmente en el árido tema de las negociaciones de los derechos de reproducción del videojuego.
Puede verse en Apple TV+.
Quinta película, como director, de Ben Affleck (Desapareció una noche, Atracción peligrosa, Argo, Vivir de noche y Air). Affleck filma cada vez mejor, con mano más segura, buena cámara, magnífico manejo de actores y una narración fluida e interesante. El tema (como en el caso de Tetris) es la negociación entre un empleado de una firma de calzado deportivo y un gran atleta en sus comienzos. Luego de la serie de películas que siguieron a la crisis hipotecaria y financiera de 2009, que hizo pensar a muchos en el fin del capitalismo, y como a toda acción le sigue una reacción, recientemente han aparecido cintas que cuentan historias de emprendedores exitosos, de empresarios cuyo empuje y visión animan el espíritu del capitalismo. Es el caso de Hambre de poder (la historia de McDonald’s), Tetris y Air. A diferencia de Tetris, Affleck consigue en Air un drama aspiracional en forma, sólido y bien construido.
Puede verse en cines.
Lejos del estilo gore-tecno de su padre, en su tercera película Brandon Cronenberg recurre al suspenso y al terror de cintas clásicas. El artilugio narrativo y psicológico es tan viejo como Dostoievski y Poe: el doble. En este caso, el protagonista, para evitar su propia ejecución por haber dado accidentalmente muerte a un hombre, acepta que las autoridades de un país tiránico y ficticio creen un clon para que cumpla su castigo. La muerte del doble trae consecuencias en el protagonista relacionadas con su identidad. Si en su anterior película, Possesor, Cronenberg cuenta la historia de una asesina que somete la conciencia de una persona para controlar su cuerpo y poder ejecutar sus crímenes, en Muerte infinita el protagonista comete un crimen y goza viendo como otro (su clon) paga su culpa. La trama se ensancha cuando el ejercicio se repite y encuentra a otros que, como él, regresan a ese lugar para cometer hechos atroces a sabiendas de que otros (sus clones) serán los castigados. Película de horror sobre la identidad y la impunidad, con dejos de sadismo.
Puede verse en cines.
Si bien no se trata de arte plástico, Dorje, obra creada por el coreógrafo y bailarín mexicano Diego Vega Solórzano, tampoco puede ser encajonada bajo la etiqueta de danza, por más contemporánea que sea. Más bien funciona como dispositivo para explorar los “generadores de movimiento” en el cuerpo. Eso sí, Dorje indaga en los patrones y conceptos que componen una pieza de danza: el equilibrio, el peso del cuerpo, la gravedad, entre otras que también resultan sustanciales en el arte plástico. La obra es parte del Festival Tono, de performance, danza y videoarte, curado por Samantha Ozer.
Ex Teresa Arte Actual, miércoles 26 de abril, 7 PM, función única, entrada libre, cupo limitado.
Dor Guez es un artista singular. Nacido en Jerusalén, heredó la raíz judía de su padre (hijo, a su vez, de víctimas del Holocausto) y la palestina cristiana de su madre. Esta influencia multicultural, en un contexto geopolítico complejo, lo ha llevado a explorar por medio de la fotografía, el video y el mix media, la narrativa sobre la construcción de la memoria, tanto la personal como la colectiva, abordando la complejidad del entramado cultural, religioso y étnico de Oriente Medio.
Laboratorio Arte Alameda, hasta el 18 de junio.
El escultor estadounidense radicado en México Alma Allen se dedicó por un largo tiempo a explorar las piezas de la colección de Diego Rivera en el Museo Anahuacalli. En lugar de enfocarse en la prolífica serie de piezas de cerámica y otros materiales que podrían abrevar en su trabajo escultórico, se dedicó a observar lo que podría constituir la huella involuntaria que dejaron en la construcción y sus recovecos el pintor y arquitecto Juan O’Gorman y el mismísimo Diego Rivera. El resultado es una serie de escultura desplegadas en el espacio-objeto que es en sí mismo este museo.
Museo Anahuacalli, hasta el 28 de mayo.
Danill Trifonov nació en Nizhny Novgorod en los últimos meses de existencia de la URSS, y dio sus primer concierto solista a los 7 años. A los 9 empezó a estudiar en la prestigiosa Escuela Estatal de Música Gnessin, de Moscú. Ganó su primer premio en una competencia internacional de piano a los 15 y desde entonces su prestigio no ha hecho más que crecer. Su currículum llena páginas enteras, pero muestra que es uno de los pianistas más destacados de la actualidad. En su primera presentación en México estará acompañado por la OFUNAM bajo la dirección de Constantine Orbelian, interpretando Scherezada de Rimsky Korsakov y el Concierto para piano no. 3 de Rachmaninov.
Sala Nezahualcóyotl, 3 y 4 de junio, boletos aquí.
A principios de este año, el conjunto musical argentino Les Luthiers anunció su gira de despedida. “Nos sentimos muy vitales, y artísticamente creemos estar en nuestro mejor momento; pero a medida que nos acercamos a los 80 nuestros músculos y articulaciones nos anticipan que pronto comenzarán a presentarnos impedimentos”, dijo Carlos López Puccio, uno de los integrantes más veteranos. La gira, que lleva por nombre Más tropiezos de Mastropiero, pasa por México en días próximos. Una última oportunidad para reír con canciones y chistes clásicos y darle un largo y merecido aplauso a esta insólita y genial amalgama de músicos, artesanos y humoristas.
Auditorio Pabellón, Monterrey, 20 de abril; Teatro Diana, Guadalajara, 22 de abril; Auditorio Nacional, Ciudad de México, 26 y 27 de abril. Boletos aquí.
El dúo compuesto por Sophie Hawley-Weld y Tucker Halpern toca pop electrónico con guiños brasileños en los ritmos y las letras en portugués. Pasan por la capital mexicana con la gira de su último disco, Wet tennis. Música bailable, a veces alegre, de pronto melancólica, carente de otras pretensiones, para una fiesta de colores chillantes y tenis blancos un viernes por la noche.
Pepsi Center, 14 de abril, boletos aquí.