A estas alturas deberรญa ser obvio para todo el mundo salvo para los seguidores mรกs ciegos defensores de lo woke y el antirracismo al estilo de Kendi-Di Angelo que el fantasma en el banquete de sus esperanzas milenarias es el fantasma de la clase. Hay varias razones para ello, algunas obvias โy a estas alturas claramente aceptadasโ, otras menos. Pero el nรบcleo de la explicaciรณn es bastante sencillo: no solo es posible ser un antirracista ร la Kendi sin tener ninguna idea o, ya que estamos, ambiciรณn de cambiar el sistema econรณmico, sino que es prรกcticamente un requisito. En ese sentido, los woke y antirracistas de hoy son variaciones performativas de la famosa admoniciรณn de Josรฉ Vasconcelos: โPor mi raza hablarรก el espรญrituโ. Por una vez, la clase se convierte en una parte central de la ecuaciรณn, la exigencia de โrepresentaciรณnโ ya no estรก tan clara, la cuestiรณn de a quiรฉn pertenece el espรญritu que habla ya no resulta evidente.
Pero asumamos, en aras de la discusiรณn, que la fรณrmula Kendi-DiAngelo fuera a convertirse en la norma, y en las clases gerenciales toda identidad fuese a ser representada en lรญneas demogrรกficas bastante rรญgidas: los blancos son un porcentaje w de la poblaciรณn, los negros un x, las mujeres y, los trans z, etc. Eso no deberรญa ser difรญcil de concebir puesto que, en un grado considerable, este esfuerzo ya estรก bastante avanzado en el complejo Acadรฉmico-Filantrรณpico-Cultural. Asumamos ademรกs que las bibliotecas, las salas de conciertos, la industria editorial, etc. fueran โreconfiguradasโ para satisfacer lo que, a falta de un tรฉrmino mejor, llamarรฉ deberes de representaciรณn equitativa. El resultado serรญa transformador, pero dejarรญa las estructuras econรณmicas de la sociedad totalmente intactas.
Una de las razones principales es que lo que los woke y sus simpatizantes llaman un momento de justicia racial en occidente es precisamente un no-momento de justicia social. En todo caso, es su opuesto. Porque uno podrรญa transformar el perfil de presencias raciales, de gรฉnero y sexuales de cualquier instituciรณn sin transformar su carรกcter de clase de manera significativa. De hecho, eso es precisamente lo que ocurre en este momento, y es la razรณn por la que, como he explicado otras veces, la transformaciรณn de lo woke en mainstream corporativo ha sido tan sencilla. Robin DiAngelo habla en sus libros ad nauseam de la vergรผenza que siente por su privilegio blanco. Pero en la medida en que habla de clase es para presentarla como una de las recompensas de la Supremacรญa Blanca, lo que en una era en que algunos grupos de inmigrantes no blancos en Estados Unidos tienen niveles de ingresos mรกs altos, mejores resultados de educaciรณn y salud, etc. que los blancos es, para ser caritativo, una imagen incompleta.
Sin tener en cuenta la clase, el paradigma woke es como un alfabeto sin vocales.
Traducciรณn de Daniel Gascรณn.
Publicado originalmente en el blog del autor.
David Rieff es escritor. En 2022 Debate reeditรณ su libro 'Un mar de muerte: recuerdos de un hijo'.