Me llamรณ la atenciรณn su canto estrecho, un parpadeo entre los tomos obesos: The masculine cross and ancient sex worship (1874), reeditado en 1904, en Nueva York, por Commonwealth Company, con la cautela del caso. Lo firma un nombre disparatado y a todas luces supletorio: Sha Rocco, apelativo de gรกngster mรกs que de hermeneuta, con que solรญa disimularse Hargrave Jennings (1817-1890), fรฉrvido rosacruz inglรฉs que en el desbordado jardรญn de las esoterias decimonรณnicas se abanderรณ con la misiรณn de restaurar las arcaicas religiones fรกlico-solares.
Bien se sabe que, en esos tiempos encendidos por la velocidad de la arqueologรญa y la antropologรญa, fermentaron para bien los estudios de lo โsimbรณlicoโ y de la religiรณn comparada; y que el interรฉs cientรญfico y cultural en lo โprimitivoโ fue ingrediente vigoroso de la forma en que, bajo las polleras puritanas de la reina Victoria, se alborotase una robusta curiosidad sexual que incendiaba, por ejemplo, los estudios pioneros de Havelock Ellis y las pesquisas de sir James Frazer hasta las novelas de D. H. Lawrence, otro devoto del โfalicismoโ solar.
El librito de Rocco estรก lleno de sorpresas, a veces trazables a legรญtimas fuentes arcaicas y a veces confeccionadas con disparates pseudocientรญficos, etimologรญas espurias y hermenรฉuticas histรฉricas. Su primera tesis, por ejemplo, es que la cruz cristiana deriva del nilรณmetro, un enorme dispositivo con forma de letra t que, colocado a la mitad del Nilo, medรญa su flujo y auguraba la prosperidad, o no, de las cosechas. Tanto dependรญa del nilรณmetro la cultura egipcia que su โsignoโ se habrรญa consagrado como centro de una religiรณn mรกs genital que generativa: las aguas que el signo t mide hacia abajo son consecuencia de lo que โcuando el signo se invierteโ eyacula hacia arriba, genes generosos del genitivo falo.
Por si no fuera de suyo suficientemente curiosa la teorรญa, Sha Rocco agrega que ademรกs es el falo-trinidad, pues que actรบa con sus aledaรฑos testes. Ignoraba yo que los huevos (โeggsโ les llama Rocco, para enfatizar su poder generativo) forman con el falo una trinidad y que, por tanto, requieren ser nombrados con nombre propio. No sin avisar que tratarรก el tema โcon todo el decoro que demanda la pesquisa filosรณfica y el lenguaje casto de la precisiรณn cientรญficaโ, Rocco adjudica a t el valor 3 de la trรญada: la pareja de eggs mรกs el lingam constituyen un poder โfuerte, erecto, elevado, firme, brillante, erguido, feliz, grande, esplรฉndido, noble, poderoso, duro y capazโ, alrededor del cual danzan las diosas y dioses primordiales de las mitologรญas. A ese poder trinitario se suma el poder de la diosa para alcanzar el 4, nรบmero de la Unidad perfecta, la yoni sagrada que abraza al 3 masculino. Intrigante cosa, pues coincide con algunos teรณlogos โy con Carl Jungโ para quienes la virgen Marรญa habrรญa completado a la trinidad varonil para hacer de ella una cuaternidad adecuada y con cuota de gรฉnero.
Asรญ pues, a la trรญada de la T invertida la constituyen el falo que, segรบn Rocco, se llama Ashur o Asher โque significa โmasculinoโ u โรณrgano erectoโ (y que en otras culturas se llama โRa, El, Baal, Alรก, Elohimโ, etcรฉtera)โ y los testรญculos solares que se llaman Anu y Hea:
El derecho Anu โcomo lo evidencia el Apolo del Belvedere, sostiene Roccoโ cuelga un tanto mรกs arriba que el izquierdista Hea. Si a la ova la fecunda semilla del derecho, habrรก niรฑo; y niรฑa si el izquierdo: de ahรญ que, por ejemplo, el nombre Benjamรญn signifique โhijo de mi huevo derechoโ (si bien el pudor cambiรณ al huevo por la mano). Ademรกs, el huevo derecho-macho es firme y sรณlido mientras que el izquierdo-hembra es lรญquido y suave. La piedra y el agua, de nuevo. Y quรฉ simpรกtico que, antes de iniciar su viaje, las semillas del derecho acudan a baรฑarse, a veces, a las aguas del izquierdo. ~
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.