Notas de un enfermero: La otra familia

Una muerte sacude a los compaรฑeros del hospital, la familia fuera de casa.
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13 de mayo de 2020

Hoy falleciรณ una compaรฑera mรกs, ella era Miriam P. Quiero hacer honor a su nombre y que por medio de estas lรญneas trascienda un poco de su existencia. Ella era enfermera especialista intensivista, ya era enfermera jefe de piso en otro hospital, tenรญa 36 aรฑos, era de una gran vocaciรณn y profesionalismo. Hoy la muerte la sorprendiรณ.

Por alguna informaciรณn de otros compaรฑeros sรฉ que ella todavรญa se comunicรณ ayer y hoy en la maรฑana por telรฉfono, decรญa que se sentรญa un poco mejor y que esperaba salir pronto del hospital. Pero no fue asรญ: en el transcurso de la tarde de hoy se formรณ un coagulo que viajรณ hasta sus arterias pulmonares, ocluyรฉndolas y provocรกndole una tromboembolia pulmonar masiva que la llevo al paro respiratorio y posteriormente al paro cardiaco, del cual no pudo salir. Este virus no solo causa afecciones pulmonares, sino que tambiรฉn altera los procesos de coagulaciรณn, provocando complicaciones sรบbitas de este tipo.

A las 7 de la tarde nos avisaron a mis compaรฑeros y a mรญ la lamentable partida de Miri, como todos le decรญamos. La noticia me erizรณ la piel y mi corazรณn comenzรณ a latir muy rรกpido. Por un momento el tiempo se detuvo, me paralicรฉ, la palabra miedo entrรณ de nuevo a mi cuerpo, a mi mente, a mi alma. Me asaltaron imรกgenes de mรญ mismo postrado en una cama hospitalaria, intubado, como los pacientes que suelo tratar. Y regresรฉ al presente. De inmediato dimos aviso a los demรกs compaรฑeros.

Un hueco lleno de palabras vacรญas habita en mi pecho, intento ocultar mi miedo, mi llanto. Pero mi mirada se refleja en la mirada de los otros que estรกn igual que yo. Intentamos darnos aliento entre nosotros, pero un silencio espeso nos ronda. Llega el siguiente turno, todos lo sabemos, todos estamos consternados, el mismo silencio sigue presente y nos abraza, como consolรกndonos.

En el trayecto del hospital a mi casa me acompaรฑรณ esa sensaciรณn de vacรญo en mi pecho. Esta es una noche de esas en la que dejo de ser ateo para creer en dios y pedirle por el descanso de mi compaรฑera y por mรญ. Pido que me cuide, que me dรฉ la oportunidad de seguir cuidando de las personas. Esta noche tengo mucho miedo. Esta noche no hay nadie aquรญ para contenerme, para decirme que todo estarรก bien. No puedo arriesgarme a contagiar a alguien. Tengo que seguir aislado de mi familia y amigos, por el momento mi รบnica familia son mis compaรฑeros del hospital, con quienes comparto mรกs horas que con mi propia familia. Y la estoy perdiendo poco a poco.

Si despuรฉs de que pase la pandemia los humanos no nos replanteamos la palabra โ€œpersonaโ€, de verdad que no aprendimos nada. Si en estos dรญas de confinamiento no hicimos la tarea de reflexionar y pensar en cรณmo mejorar como personas, como comunidad, como humanos que habitan un planeta que reacciona antes nuestras acciones o descuidos, habrรก sido en vano todo esto. Si no surge la conciencia e inteligencia de ser empรกticos con el otro, con los animales, con nuestra tierra, habremos perdido la batalla y entonces no quedara nada, mรกs que esperar el final inminente de la existencia.

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es enfermero y actor. Su identidad se mantendrรก en secreto para evitar represalias.


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