Inmensos, peligrosos, siempre inteligentes, los dragones son uno de los grandes arquetipos de la literatura y el cine de fantasรญa. Estรกn por todos lados: en Middle-Earth, Hogwarts, Fantasia y por supuesto Westeros, la tierra donde mayormente se desarrollan tanto los libros de George R.R. Martin como la serie de televisiรณn homรณnima, Game of Thrones. Mรกs allรก de su imponente aspecto, los dragones funcionan en historias de distintas tesituras por su maleabilidad: pueden hacerla de buenos o malos, tener rasgos humanos o mรกs bien animales. Drogon, Rhaegal y Viserion, los vรกstagos de Daenerys Targaryen, quizรกs sean los primeros dragones en ser, dependiendo del contexto, mascotas y monstruos, bestias y seres complejos. Que transmitan esa complejidad sin pronunciar una palabra es uno de los grandes logros de la serie.
A partir de que su madre lo domestica โaunque, como advierte Jorah Mormont, un dragรณn nunca podrรก ser domesticadoโ, Drogon asume un papel que, al menos en cine, nos remite a Elliot, el dragรณn animado de Peteยดs Dragon, y a Falkor de La historia sin fin. Aclaremos que, con la cabeza de un maltรฉs, el cuerpo de un salchicha y los ojos de E.T., Falkor tiene poco en comรบn con Drogon, cuya fisonomรญa omite rasgos antropomรณrficos. Nada en su cuerpo se asemeja a una persona o una mascota; su piel parece รกrida como pedregal volcรกnico; sus fauces siempre estรกn sucias, como si acabaran de machacar a una pobre vaca. Lindo no es.
A pesar de sus diferencias, Falkor y Drogon tienen roles similares. Ambos, por ejemplo, salvan a sus respectivos dueรฑos/amigos/padres de una muerte segura: Falkor a Atreyu en los pantanos de la tristeza; Drogon a Daenerys en el gran coliseo de Meereen. Ambos tambiรฉn son compaรฑรญa, medio de transporte y herramienta de venganza: Falkor humilla a los chicos que arrojaron a Bastian a un basurero al inicio de la pelรญcula, mientras que Drogon achicharra al ejรฉrcito de los Lannister en el espectacular capรญtulo โThe Spoils of Warโ. Cumplen, pues, como amigos, acompaรฑantes y secuaces.
(Game of Thrones con frecuencia recurre a la figura del acompaรฑante salvavidas. Hodor con Bran, The Mountain con Cersei, Bronn con Tyrion, Brienne con las Stark: la lista es larga. No sorprende, entonces, que solo los dos monarcas mรกs poderosos de Westeros โDaenerys y, desde hace un par de capรญtulos, The Night King- cuenten con su guarura de lujo, capaz de cruzar el continente en minutos y arrasar con un ejรฉrcito rival entero).
La figura del acompaรฑante mรกgico pero temible que cuida al protagonista es tambiรฉn un arquetipo en el cine y la televisiรณn. En Stranger Things, por poner solo un ejemplo reciente, la famosa Eleven cumple mรกs o menos el mismo propรณsito que Drogon. Y Falkor y Drogon tampoco son los รบnicos dragones en llevar a cabo esa funciรณn. En el remake de Peteยดs Dragon, dirigida por David Lowery, un dragรณn de apariencia dulce y felina protege a un niรฑo huรฉrfano en un bosque de Estados Unidos. How to Train Your Dragon aborda la amistad de un joven vikingo con Toothless, un pequeรฑo dragรณn. En Dragonheart, Draco une fuerzas con Bowen, el caballero interpretado por Dennis Quaid. Draco es tambiรฉn el primero de este listado en ser un dragรณn capaz de hablar, nada menos que con la voz de Sean Connery.
No todos los dragones tienen intenciones nobles. Smaug, otro reptil volador que habla, es quizรกs el ejemplo mรกs popular: astuto, vanidoso, tan grande como un par de aviones 747 y responsable de la destrucciรณn de al menos tres pueblos y ciudades de Middle-Earth. Hay muchos otros dragones antagรณnicos. Tanto en el cuarto libro como la cuarta pelรญcula de Harry Potter, el maguito miope debe driblar a un letal Hungarian Horntail para pasar la primera prueba de un (por demรกs irresponsable) torneo escolar. Y Reign of Fire, esa maravillosa jalada, nos presenta un mundo donde el apocalipsis no corre a cuenta de un asteroide sino del resurgimiento de miles de dragones que prรกcticamente acaban con la humanidad. A diferencia de Falkor, Draco, Toothless y Eliot, estos monstruos no tienen un aspecto entraรฑable. Al igual que Drogon fueron diseรฑados para imponer, desagradar, aterrar:
Lo que separa a Drogon, Viserion y Rhaegal del resto de los dragones del cine y la televisiรณn es que dependiendo de la circunstancia pueden asumir el rol de hรฉroe o villano. Esa es la fortuna de tenerlos en una narrativa que permite adoptar tantas perspectivas. Para Cersei son una amenaza, mientras que para Daenerys son familia. A pesar de ese vรญnculo, Khaleesi no duda en utilizarlos como punta de lanza en la guerra, con resultados โya vimosโ mรกs que lamentables. Es karma puro que Viserion, el dragรณn que lleva el nombre del hermano al que ella vio morir, haya sido lanceado y despuรฉs resucitado por el ejรฉrcito de los muertos, y mรกs si recordamos que fue ella quien los encadenรณ en un calabozo durante su pubertad (cumpliendo asรญ el sueรฑo de millones de madres de adolescentes).
La relaciรณn misma de los tres dragones con su madre o dueรฑa tampoco se queda en una sola dimensiรณn. Eran interesantes aquellos capรญtulos donde dudรกbamos de la lealtad de Drogon, por ejemplo. ยฟSu desapariciรณn fue un acto de rebeldรญa o de libertad? Cuando Tyrion y Jorah lo ven sobrevolar Valyria, ยฟsignifica que volviรณ a sus orรญgenes, en busca de otros como รฉl? Sabemos que Rhaegal y Viserion se llaman asรญ en honor a los hermanos de Daenerys, pero Drogon lleva el nombre de Khal Drogo, su marido. ยฟEl dragรณn, entonces, la quiere como una madre o como una compaรฑera? La รบltima temporada nos ha dado algunas claves sugerentes, como el hecho de que Drogon disfrute el tacto de Jon Snow. ยฟIntuye que รฉl tambiรฉn es un Targaryen o el vรญnculo con su madre le permite entender el cariรฑo que ella le tiene a Jon?
Tanto D.B. Weiss como David Benioff, creadores de la serie, hacen bien en no dar respuestas concretas, manteniendo a los dragones como presencias volรกtiles, justo en la frontera entre la conciencia humana y lo bestial, entre la bondad y lo salvaje. Son, tambiรฉn, sรญmbolos de un mundo mรกgico donde los inviernos eran mรกs cortos, ahora transformados en armas de destrucciรณn masiva por los grandes villanos de la serie. Quรฉ lejos estรกn de los dragones binarios que vimos antes de Game of Thrones, santos como Elliot o bichos malรฉvolos como los de Reign of Fire. Nunca el dragรณn habรญa tenido una representaciรณn mรกs rica en la pantalla.
Coeditor del sitio de internet de Letras Libres. Autor de Tenebra (Seix Barral, 2020).