Foto: Palace of Versailles, Public domain, via Wikimedia Commons

Constant y la libertad

Las ideas de Constant, particularmente vigentes en un tiempo como el nuestro, sirven para no caer en esas falsas dicotomรญas que ponen al llamado โ€œinterรฉs comรบnโ€ en contra de la libertad de las personas.
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Benjamin Constant (1777-1830) dedicรณ buena parte de su vida a la defensa de la libertad, pero no en sentido abstracto, sino analizando, distinguiendo y sobre todo promoviendo los atributos de la libertad individual y la libertad polรญtica. Para Isaiah Berlin, fue โ€œel mรกs elocuente defensor de la libertad y la privacidad y, teniendo presente la dictadura jacobina, declarรณ que, al menos, la libertad de religiรณn, de opiniรณn, de expresiรณn y de propiedad deberรญan estar garantizados contra la invasiรณn arbitrariaโ€.

((Isaiah Berlin, The proper study of mankind. An anthology of essays, Selecciรณn de Henry Hardy y Roger Hausheer, Chatto & Windus, 1997.
))

Su discurso De la libertad de los antiguos y los modernos fue pronunciado en el Ateneo de Parรญs, en 1819, treinta aรฑos despuรฉs de iniciada la Revoluciรณn francesa y con la monarquรญa parcialmente restablecida. Ahรญ, Constant presenta de manera didรกctica dos conceptos de libertad: la de los โ€œantiguosโ€ que podrรญa equipararse a la libertad polรญtica y la de los โ€œmodernosโ€, equivalente a la libertad individual.

Desde el principio de su alocuciรณn, Constant seรฑala que โ€œla confusiรณn de estas dos especies de libertad ha sido entre nosotros, durante las รฉpocas mรกs cรฉlebres de nuestra revoluciรณn, la causa de muchos malesโ€,

((Todas las citas provienen de Benjamin Constant, Curso de polรญtica constitucional, traducciรณn de Marcial Antonio Lรณpez, Tomo III, Madrid, Imprenta de La Compaรฑรญa, 1820.
))

porque, en los aรฑos mรกs oscuros de aquel movimiento, se intentaron imponer los principios de las viejas culturas, cuyo concepto de libertad ya no era aplicable al contexto moderno.

Constant menciona los distintos regรญmenes polรญticos de la antigรผedad para destacar que lo que llamaban libertad era el ejercicio colectivo y directo de la soberanรญa. Consistรญa, a su parecer, โ€œen deliberar en la plaza pรบblica sobre la guerra y la paz; en concluir con los extranjeros tratados de alianza; en votar las leyes, pronunciar las sentencias, examinar las cuentas, los actos, las gestiones de los magistrados, hacerlos comparecer delante de todo el pueblo, acusarlos y condenarlos o absolverlosโ€. En esencia, concluye, esta libertad colectiva implicaba โ€œla sujeciรณn completa del individuo a la autoridad de la multitud reunidaโ€. En Atenas, โ€œla sociedad tiene una autoridad absoluta sobre sus miembrosโ€, lo cual sustentaba acciones como el ostracismo. En esas culturas, recuerda citando a Condorcet, no se tenรญa nociรณn alguna de los derechos individuales.

Para criticar los excesos en los primeros aรฑos de la Revoluciรณn francesa, Constant examina la postura del abate Mably, que, โ€œconforme a las mรกximas de la libertad antigua, quiere que los ciudadanos estรฉn sujetos enteramente para que la naciรณn sea soberana, y que el individuo sea esclavo para que el pueblo sea libreโ€. Otro tanto dice de Rousseau, quien โ€“al igual que Malbyโ€“ confundรญa โ€œla autoridad del cuerpo social por la libertad; y todos los medios le parecรญan buenos para extender la acciรณn de esta autoridad sobre aquella parte recalcitrante de la existencia humana, cuya independencia deseaba tantoโ€. Constant establecรญa una diferencia entre los antiguos, cuya libertad necesitaba de la participaciรณn activa de la colectividad, con โ€œnuestra libertadโ€, mรกs relacionada a la independencia privada.

La libertad de los modernos, sostenรญa en su Discurso, โ€œes el derecho de no estar sometido sino a las leyes, no poder ser detenido, ni preso, ni muerto, ni maltratado de manera alguna por el efecto de la voluntad arbitraria de uno o de muchos individuos: es el derecho de decir su opiniรณn, de escoger su industria, de ejercerla, y de disponer de su propiedad, y aรบn de abusar si se quiere, de ir y venir a cualquier parte sin necesidad de obtener permiso, ni de dar cuenta a nadie de sus motivos o sus pasos: es el derecho de reunirse con otros individuos, sea para deliberar sobre sus intereses, sea para llenar los dรญas o las horas de la manera mรกs conforme a sus inclinaciones y caprichos: es, en fin, para todos el derecho de influir o en la administraciรณn del gobierno, o en el nombramiento de algunos o de todos los funcionarios, sea por representaciones, por peticiones o por consultas, que la autoridad estรก mรกs o menos obligada a tomar en consideraciรณnโ€.

Para resaltar aรบn mรกs la importancia de la libertad individual, Constant pone a la independencia individual como la primera necesidad de la gente, por lo cual no habrรญa que sacrificarla en aras de la libertad polรญtica. El asedio a la libertad individual que en ocasiones alientan los gobiernos, los partidos, las asambleas y otras formas de colectividad, que intimidan a quienes defienden el รกmbito personal, tiene importantes ecos hoy en dรญa.

Constant advierte el peligro que enfrenta la libertad moderna si los individuos renuncian a ejercer la libertad polรญtica o el derecho de participar en los asuntos pรบblicos, ya que los gobernantes โ€œestรกn siempre dispuestos a ahorrarnos toda especie de trabajo, excepto el de obedecer y pagar: ellos nos dirรกn ยฟcuรกl es el objeto de nuestros esfuerzos, el motivo de nuestros trabajos, y el tรฉrmino de nuestras esperanzas?โ€

Constant insiste en no renunciar a ninguna de las dos especies de libertad: hay que โ€œaprender a combinar la una con la otra.โ€ Llama a las instituciones pรบblicas a respetar las libertades de los individuos en todos los รกmbitos y a buscar todos los medios posibles para llamar a los ciudadanos a participar en las elecciones, โ€œgarantizรกndoles un derecho de vigilancia por medio de la manifestaciรณn de sus opiniones; y formรกndoles de este modo por la prรกctica a estas funciones elevadas, dรกndoles al mismo tiempo el deseo y la facultad de poder desempeรฑarlasโ€.

Las ideas de Constant tuvieron gran influencia en el desarrollo de diversas constituciones en el siglo XIX, en la revoluciรณn liberal de 1820 en Portugal y, de manera especial, en el liberalismo mexicano y la constituciรณn de 1824. Los libros de Constant, en particular su Curso de polรญtica constitucional, en tres tomos, fue traducido al espaรฑol en 1820 y circulรณ en Mรฉxico entre los redactores de la primera constituciรณn. En su magna obra El liberalismo mexicano, Jesรบs Reyes Heroles menciona a Constant en numerosas ocasiones, incluido un cuadro comparativo de los derechos y las libertades establecidos en nuestra constituciรณn y los enumerados por Constant, que son los que predominan en el debate. Reyes Heroles destaca en su libro la influencia directa de la ideas de Constant en el artรญculo 30 de la citada constituciรณn que establece la obligaciรณn de la naciรณn de โ€œproteger los derechos del hombre y ciudadanoโ€, apartรกndose del artรญculo 4 de la constituciรณn de Cรกdiz, considerada la principal fuente.

Pero mรกs allรก de su valor histรณrico, las ideas de Constant son particularmente vigentes en un tiempo, como el nuestro, en el que los gobiernos populistas echan mano de los referรฉndums y las consultas populares para minar las garantรญas individuales. Leer, analizar y valorar De la libertad de los antiguos y los modernos sirve para no caer en esas falsas dicotomรญas que ponen al llamado โ€œinterรฉs comรบnโ€ en contra de la libertad de las personas.

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es fundador de Jorge Pinto Books, Inc., con sede en Nueva York. Ha publicado varias antologรญas de autores clรกsicos.


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