La semana pasada describรญ el proyecto de la CIA para financiar una revista cultural que contribuyese a despojar a la izquierda del โmonopolioโ de la โinteligencia culturalโ que, segรบn la agencia, tenรญan en Mรฉxico la revista Siempre! y su suplemento, La cultura en Mรฉxico, de Fernando Benรญtez (a los que consideran โcomunistasโ por simpatizar con la Cuba de Fidel).
Asรญ es la CIA.
Citรฉ este documento del 24 de junio de 1963 en el que los operarios culturales de la CIA diseรฑan la revista que piensan bautizar CRรTICA. Bueno, pues acabรณ llamรกndose Diรกlogos y apareciรณ en diciembre de 1964 dirigida al alimรณn por el filรณsofo y poeta Ramรณn Xirau (1925) y un seรฑor โEnrique P. Lรณpezโ, y con Josรฉ Emilio Pacheco como jefe de redacciรณn (que en el plan original iba a ser Juan Garcรญa Ponce).
Diรกlogos fue una de las revistas esenciales de Mรฉxico, y la mรกs relevante del periodo entre la Revista Mexicana de Literatura (irregular, 1955-1965) y Plural (1971-1976). Parece que pronto estarรก completa en lรญnea; por lo pronto puede sondearse en la Antologรญa que preparรณ Josรฉ Marรญa Espinasa en 2008 para El Colegio de Mรฉxico, instituciรณn que la acogiรณ a partir de su nรบmero trece.
A diferencia de otras revistas financiadas por el Congress for Cultural Freedom (CCF) en otras latitudes โcomo Mundo Nuevo (1966-1971), gran revista dirigida por Emir Rodrรญguez Monegalโ, Diรกlogos no fue patrocinada con disfraz de fundaciรณn cultural, sino por medio de ese seรฑor โEnrique P. Lรณpezโ, que a veces se llama โHenry P. Lopezโ y a veces โHenry Preston Lรณpezโ, pseudรณnimos de Edward G. Tichborn, operador de la CIA a quien me referรญ en la entrega anterior. ยฟO serรญa Tichborn el pseudรณnimo del verdadero Lรณpez?
โLรณpezโ ya habรญa charlado con Xirau sobre hacer una revista de crรญtica antes de que el poeta se fuera a enseรฑar a Oxford. De acuerdo con el documento, apenas regresase, โLรณpezโ insistirรญa en el tema y le dirรญa que tiene ahorros para echarla a andar. Luego de un par de nรบmeros, dirรญa que se necesitaba mรกs dinero y que habrรญa que ir a Nueva York a buscarlo con las fundaciones culturales. De acuerdo con el plan, con suerte y Xirau escogerรญa โespontรกneamenteโ alguna fundaciรณn del proyecto DIGODOWN (el de la CIA que promueve la cultura pro-West, es decir, antisoviรฉtica), y si no, ya habrรก modo de convencerlo.
En el documento, Tichborn โLรณpezโ y otros agentes โentre ellos Keith Bastear (me pregunto si no serรก pseudรณnimo de Keith Botsford, quien harรก lo mismo con Monegal y Mundo Nuevo despuรฉs)โ proponen varios puntos que resumo:
POLรTICA: Deberรก haber un libre intercambio de puntos de vista para colaborar a que Mรฉxico ingrese al discurso pro-West, para que el West entienda mejor a Mรฉxico y para que mejoren las relaciones intelectuales entre Mรฉxico y EUA.
CONSEJO DE REDACCIรN: Deberรก incluir, entre otros, a Jaime Garcรญa Terrรฉs, Octavio Paz, Antonio Alatorre, Salvador Novo y John P. Harrison (que luego serรก el representante de la Fundaciรณn Rockefeller en Mรฉxico). El control lo ejercerรญan Lรณpez y Harrison. Se propiciarรก la crรญtica fuerte. Se invitarรก a Juan Garcรญa Ponce como segundo de a bordo y a Ibargรผengoitia como crรญtico de teatro. Se convocarรก a un concurso de pintores jรณvenes y vanguardistas para ilustrar las portadas.
COSTOS: Calculan que costarรก unos 25 mil dรณlares anuales (que equivalen a unos 125 mil dรณlares de 2017).
OTROS APOYOS: Se invitarรก a escritores estadounidenses a viajar a Mรฉxico y a enviar colaboraciones: a Lionell Trilling, Robert Lowell, Norman Podhoretz, Saul Bellow, James Baldwin y Jason Einstein, editor del New York Review of Books, si es que publica un prometido nรบmero sobre escritores de Mรฉxico.
Sale Xirau
ยฟPor quรฉ eligieron a Xirau? No sรณlo por su talento y formaciรณn, sino porque fue un ejemplar becario Rockefeller; porque supervisaba el รกrea cultural de la Fundaciรณn en Mรฉxico (sobre todo el Mexico City College y el Centro Mexicano de Escritores, CME, del que Xirau era la โbase intelectualโ); porque era amigo de los mejores escritores, no colaboraba con los โcomunistasโ y no apoyaba a Fidel Castro. En suma, como dice otro documento, โEs una mente brillante, demasiado inteligente para ser marxista, en el sentido de que aprecia la falsedad de la doctrina, y es un intelectual muy destacado que estรก a favor del desarrollo de la libre expresiรณn cultural e intelectual.โ
Mientras estaba en Oxford, un complot sacรณ a Xirau del CME. Ignoro si lo propiciรณ la CIA, pero un documento de noviembre de 1963 reporta que ella โla directora, Margaret Sheddโ, quiere substituirlo:
Quiere reemplazar a XIRAU por alguien como Juan RULFO. Cree que XIRAU tiene demasiadas responsabilidades y no estรก prestando el tiempo suficiente al ITEM B [el CME]. Ella cree que RULFO sabe muchรญsimo sobre Mรฉxico y serรญa una opciรณn excelente. De pasada, dice que RULFO estรก actualmente escribiendo โbosquejos de discursosโ [draft speeches] para el candidato presidencial del PRI cuando sea elegido [Dรญaz Ordaz]. En todo caso, que si XIRAU saliese del CME habrรญa una razรณn de mรกs para que se interese en el nuevo reto [la revista]. Si las notas de BASTEAR son reflejo de lo que opina la Estaciรณn Mรฉxico [de la CIA], RULFO es una buena elecciรณn para el CME.
Opiniรณn intrigante, pues tanto la CIA como la Fundaciรณn Rockefeller llevan aรฑos ayudando a Rulfo a dejar atrรกs los problemas fรญsicos y emocionales que le impiden escribir. Y no deja de ser curioso que una de las tareas que habรญa tenido Xirau en la Rockefeller, entre 1956-1958, fuera colaborar a ello y supervisar que Rulfo cumpliese con sus proyectos.
Cuando regresรณ de Oxford Xirau se resignรณ, dolido, a quedar fuera del CME, que en buena medida era hechura suya y al que habรญa dado quince aรฑos de trabajo: sus mejores tiempos fueron los que รฉl supervisรณ. Habรญa habido lรญos de toda clase y los escritores estaban bastante fastidiados con los mรฉtodos de la directora Shedd. Xirau pensรณ que su salida habรญa sido un complot de Felipe Garcรญa Beraza, que serรญa el nuevo director. Juan Garcรญa Ponce y Ulises Carriรณn renunciaron solidaridad con Xirau.
Xirau aceptรณ dirigir la revista que le propuso hacer โLรณpezโ, a quien creรญa un seรฑor โnacido en Estados Unidos, abogado de Harvard y simpatizante de la causa chicana que la patrocinรณ durante dos aรฑosโ, como le dirรญa a Federico Campbell aรฑos mรกs tarde, en un artรญculo sobre el final de la revista.
Entra Diรกlogos
La revista, bimensual, apareciรณ en noviembre-diciembre de 1964. Su primer nรบmero, que puede verse aquรญ abrรญa con un โEpรญgrafeโ en el que Xirau ponรญa รฉnfasis en la comunicaciรณn como libertad y discusiรณn; el rechazo a โimponer ningรบn punto de vistaโ; la apertura a todas las nacionalidades y, en especial, a las de lengua espaรฑola:
Ni el grito ni el silencio. Diรกlogos se ofrece a la Palabra. Lugar de comunidad entre los escritores, aspira a ser el puente necesario entre quien escribe y quien lee. Tambiรฉn del lector esperamos el diรกlogo. Nada podrรก servirnos como su consejo, su comentario, su advertencia. Discutir, conversar, distinguir, reflexivamente: esto es, dialogar.
El primer nรบmero llevaba poemas de Octavio Paz, Alรญ Chumacero, Tomรกs Segovia y Homero Aridjis; un ensayo de Roger Caillois y el de Josรฉ Bianco sobre Borges, que es magnรญfico; narrativa de Mario Vargas Llosa y Elena Garro. El enigmรกtico โEnrique P. Lรณpezโ firma con sus iniciales una crรญtica feroz a una puesta en escena en el teatro del IMSS. Hay muy buenas reseรฑas de Josรฉ Emilio Pacheco y Xirau, avisos sobre libros y exposiciones recientes, asรญ como sobre otras revistas activas en el panorama. Tambiรฉn โde acuerdo al plan original de Tichborn y Huyetteโ, desde el primer nรบmero hay una secciรณn de cartas a la redacciรณn. La del primer nรบmero recogรญa saludos y augurios de Paz, Fuentes, Leszek Kolakowski, Cortรกzar, Norman Podhoretz, Erich Fromm y Josรฉ Bianco. La portada era de Rufino Tamayo y las viรฑetas de Juan Soriano. Lleva publicidad del Fondo de Cultura Econรณmica, una compaรฑรญa de viajes โEca Toursโ, Ediciones ERA y la Editorial Joaquรญn Mortiz. Se imprimรญa en la Librerรญa Madero, es decir, en lo que serรญa la Imprenta Madero de Neus Espresate, Pepe Azorรญn y Vicente Rojo (ยฟla diseรฑarรญa Vicente?).
A Paz no le gustรณ mucho ese primer nรบmero, del que acusa recibo en una carta que cita Espinasa en la Antologรญa:
Ya te imaginarรกs el gusto que me dio. Lo leรญ todo, con gran atenciรณn y con la idea preconcebida de escribirte una larga carta. La apariciรณn de una revista como รฉsta me parece de tal modo importante para la literatura hispanoamericana, que serรญa una traiciรณn no decirte con seriedad lo que piensoโฆ el primer nรบmero me ha parecido un buen nรบmero de otra revista literaria. No un nรบmero excepcional; tampoco un nรบmero distinto; menos aรบn un primer nรบmeroโฆ el problema de la revista no es el de los textos sino el de notas, sentido, direcciรณn, intransigencia, verdadero diรกlogoโฆ
โEnrique P. Lรณpezโ figurรณ como codirector hasta el nรบmero 12. Ignoro โpues no tengo la revista a manoโ si se llevรณ a cabo el plan de patrocinarla con una fundaciรณn. En 1966, Vรญctor Urquidi invitรณ a Xirau a ponerla al amparo de El Colegio de Mรฉxico (que tambiรฉn recibรญa patrocinio de la Fundaciรณn Rockefeller). La revista agregรณ las โciencias humanasโ al รกrea de sus intereses y a Antonio Alatorre, Rafael Segovia, Rodolfo Stavenhagen y Vรญctor Urquidi a su consejo de redacciรณn. Diรกlogos se quedรณ en El Colegio de Mรฉxico hasta su nรบmero 131 (noviembre de 1985), cuando se suspendiรณ โpor falta de fondosโ.
A lo largo de esos veinte aรฑos publicรณ a todos los escritores importantes de Mรฉxico, de Paz y Alfonso Reyes a Hugo Hiriart y a Fabio Morรกbito; a los espaรฑoles, de Vicente Aleixandre y Josรฉ Gaos a Josรฉ รngel Valente y a Pere Gimferrer; a los hispanoamericanos, de Lezama Lima a Roberto Juarroz y de รlvaro Mutis a Alejandro Rossi; a los europeos Leszek Kolakowski, Roland Barthes, Yves Bonnefoy, Kostas Axelos, Maurice Blanchot, Milan Kundera, Ionesco; a los norteamericanos W.H. Auden, Susan Sontag, John Ashbery…
Hay quienes consideran (como Stonor Saunders), que la intervenciรณn de la CIA en el desarrollo de las artes, las letras y las ideas fue una โinterferenciaโ que alterรณ el desarrollo โnaturalโ de las ideas e, incluso, que alterรณ la evoluciรณn de la libertad creativa. Otros piensan que, de una forma u otra, aquello que los intelectuales y artistas estaban predestinados a hacer y decir, iban a decirlo y hacerlo con o sin o contra la CIA.
Los diรกlogos son inacabablesโฆ
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.