La guerra por la democracia y la paz

Estados Unidos alcanzรณ su mayor cuota de poder tras la Primera Guerra Mundial. Ni siquiera tras las victorias de 1945 o 1989 el paรญs fue tan poderoso como en 1919.
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Hay al menos tres maneras de considerar el periodo en torno al final y justo despuรฉs de la Primera Guerra Mundial, desde 1916 hasta principios de la dรฉcada de 1920, que suponen tanto cronolรณgicamente (en tรฉrminos de los aรฑos cubiertos) como en tรฉrminos de tamaรฑo relativo del libro el nรบcleo de El diluvio de Adam Tooze.

El primer enfoque es el โ€œimperialista-socialistaโ€. No solo se considera que la causa de la guerra radica en la competencia imperialista, sino que la carnicerรญa de la guerra, asรญ como la paz desigual que la siguiรณ, se utilizan como ilustraciรณn de la naturaleza depredadora del capitalismo. El รฉxito de la revoluciรณn socialista en Rusia, y el fracaso de las de Alemania, Austria y Hungrรญa, no son mรกs que una respuesta natural a dicho sistema y un indicador de los dรญas mejores que se avecinan. En otras palabras, las revoluciones socialistas surgen directamente del vientre del capitalismo en descomposiciรณn.

El segundo enfoque es el โ€œrealistaโ€. La Gran Guerra se considera, como muchas otras del pasado y las que estรกn por venir, una lucha de grandes potencias por la preeminencia en Europa y el mundo. La mayorรญa de los libros escritos en torno al centenario del estallido de la Guerra entran en esa categorรญa.

El libro de Adam Tooze pertenece a la vertiente โ€œdemocrรกticaโ€. La guerra se ve a travรฉs del prisma de la lucha de las potencias democrรกticas (con Rusia incรณmodamente alineada con Inglaterra y Francia) contra las autocracias militaristas de Alemania y Austria-Hungrรญa.

El hecho de situar la democracia en el centro del escenario da coherencia al libro y clarifica la narraciรณn. A diferencia de la narrativa โ€œimperialista-socialistaโ€, en la que la revoluciรณn es la culminaciรณn โ€œlegรญtimaโ€ de la guerra, aquรญ la democracia desempeรฑa el mismo papel. Tooze analiza con cierto detalle las transformaciones democrรกticas de Rusia en febrero de 1917, de Alemania en octubre-noviembre de 1918 y de China en 1913 y 1917. Describe una serie de episodios que quizรก no sean suficientemente conocidos, como el hecho de que las elecciones rusas para la Asamblea Constituyente (que fue, tras las elecciones, disuelta sin contemplaciones por los bolcheviques) fueran el mayor ejercicio hasta la fecha de democracia de masas, con el triple de votantes que en las elecciones presidenciales estadounidenses de 1916; o que el nรบmero de votantes en China superara los 20 millones, frente a solo un millรณn en Japรณn.

Pero utilizar como tema central la lucha que enfrentรณ a los pueblos โ€œamantes de la libertadโ€ de Estados Unidos, Francia e Inglaterra con las Potencias Centrales tiene sus limitaciones.

La primera es el ya seรฑalado papel incongruente de la Rusia zarista como aliado clave. Dicha alianza puede explicarse mucho mรกs fรกcilmente apelando a la narrativa โ€œimperialista-socialistaโ€ o a la narrativa โ€œrealistaโ€. Dentro del enfoque de Tooze, la revoluciรณn de febrero desempeรฑa el papel que la revoluciรณn de octubre tiene en la narrativa โ€œimperialista-socialistaโ€. La revoluciรณn de febrero hizo que Rusia pasara de ser una autocracia a  ser una democracia y, por tanto, proporcionรณ, segรบn Tooze, consistencia a la alineaciรณn natural de las democracias contra las autocracias. Pero todo realista podrรญa argumentar de forma igualmente (o quizรกs mรกs) persuasiva que el apoyo de la Entente al Gobierno Provisional tenรญa mucho menos que ver con la democracia que con las esperanzas anglofrancesas de que Rusia permaneciera en la guerra y no firmara una paz por separado con Alemania. Del mismo modo, la intervenciรณn de las potencias occidentales y Japรณn contra los bolcheviques puede explicarse mรกs fรกcilmente por el temor a la contaminaciรณn socialista o por la polรญtica de las grandes potencias (planteamientos 1 o 2) que como una guerra de las democracias occidentales contra una dictadura naciente.

El relato โ€œdemocrรกticoโ€ se vuelve bastante endeble cuando surge la cuestiรณn de la paz con Alemania y Austria-Hungrรญa. De repente, la nueva Alemania democrรกtica, presuntamente โ€œamante de la libertadโ€, es castigada severamente por los crรญmenes del rรฉgimen del Kรกiser, un rรฉgimen con el que su poblaciรณn y una clase polรญtica libremente elegida (la coaliciรณn de SPD, liberales y centristas) han roto de manera decisiva. Las incoherencias se acumulan: si la guerra se libra por la democracia, ยฟpor quรฉ no se trata a la nueva Alemania como a Francia o Inglaterra? Si la guerra debรญa conducir a una โ€œpaz sin victoriaโ€, como dijo cรฉlebremente Wilson, ยฟpor quรฉ el tratado de Versalles se parecรญa a una paz cartaginesa o, para utilizar un ejemplo contemporรกneo mรกs cercano, por quรฉ era tan similar a la paz de Brest-Litovsk que una Alemania militarista impuso a Rusia? ยฟAcaso la zona de influencia alemana en el norte y el este de Europa prevista en Brest-Litovsk no se reprodujo en el cordon sanitaire francรฉs dirigido contra Alemania? Si la guerra se librรณ por el derecho de autodeterminaciรณn nacional, ยฟpor quรฉ se negรณ ese derecho a muchos pueblos y muchas decisiones se tomaron tan claramente en contra de ese principio, desde la ausencia del plebiscito en Alsacia y Lorena hasta la prohibiciรณn de que Austria volviera a unirse a Alemania, por no hablar del inexistente derecho de autodeterminaciรณn de รfrica y Asia, cuyos soldados, paradรณjicamente, desempeรฑaron un papel tan importante en la victoria de los aliados occidentales?

Lo que hicieron las potencias de la Entente y los Estados Unidos fue, segรบn las palabras que Harold Nicolson atribuye en su libro Peacemaking 1919  a los observadores italianos, โ€œcreerse Thomas Jefferson pero actuar como Alexander Hamiltonโ€, es decir, divorciar la retรณrica de las polรญticas. De ahรญ la acusaciรณn de hipocresรญa, no poco razonable, que Adam Tooze, indirectamente, trata de explicar.

Hay otros dos aspectos de este libro, extremadamente bien documentado, erudito y bien escrito, que vale la pena mencionar.  Uno es la reevaluaciรณn de Woodrow Wilson. En la mayorรญa de los libros que he leรญdo (y puede que esta no sea una muestra totalmente aleatoria de la literatura) se acerca mucho al retrato que inmortalmente dibujรณ de รฉl Keynes: un hipรณcrita pretencioso que da sermones. En Adam Tooze, Wilson tiene un observador mucho mรกs comprensivo que, aunque no excusa todas sus numerosas decisiones equivocadas, es consciente de las condiciones de la รฉpoca y de las exigencias de la polรญtica. Estas decisiones โ€œerrรณneasโ€ no afectan al impulso bรกsico de lo que Woodrow Wilson, segรบn Tooze, representaba: la democracia, el antiimperialismo y una postura matizada a favor de la autodeterminaciรณn nacional. Una polรญtica exterior muy estadounidense y moralista, con sus imperfecciones incluidas, pero que sigue siendo bรกsicamente correcta, hasta el punto de que no serรญa descabellado trazar una lรญnea recta desde Woodrow Wilson a Carter y Obama.

El segundo tema es la descripciรณn que hace Tooze del ascenso (en cierto modo) de Estados Unidos a la cรบspide del poder mundial. Tooze sostiene que el poder global de Estados Unidos nunca fue tan alto como en 1918-19. Ni en 1945, cuando, a pesar de ser econรณmicamente mรกs poderoso que al final de la Primera Guerra Mundial, tuvo que enfrentarse a la Uniรณn Soviรฉtica; ni siquiera en 1989, tras una victoria en la Guerra Frรญa, cuando el desafรญo chino ya se vislumbraba en el horizonte.

Al final de cada una de las tres grandes guerras que EEUU librรณ en los รบltimos cien aรฑos y que ganรณ, su poder alcanzรณ un mรกximo, pero nunca tanto como al final de la Primera Guerra. El hecho de que este poder se disipara y desperdiciara en los veinte aรฑos siguientes debido a muchos errores de polรญtica interior y exterior es una parte del libro que no puedo tratar aquรญ, pero tambiรฉn es una parte sobre la que los responsables polรญticos estadounidenses de hoy (si alguno de ellos tiene la capacidad intelectual necesaria para leer el ensayo de Tooze) podrรญan reflexionar.

Traducciรณn de Ricardo Dudda.

Publicado originalmente en el blog del autor.

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Branko Milanovic es economista. Su libro mรกs reciente en espaรฑol es "Miradas sobre la desigualdad. De la Revoluciรณn francesa al final de la guerra frรญa" (Taurus, 2024).


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