Todo comenzรณ con la Gringa Misteriosa, sobre la que escribรญ esto, y luego sobre cรณmo la Gringa Misteriosa pateรณ a un gato de Garro mientras explicaba que, en que la tendencia oficial de los organismos dedicados a revisar el caso Kennedy, siempre se restรณ importancia al testimonio de las Elenas (Garro y Paz Garro) en el sentido de que habรญa visto a Lee Harvey Oswald en una fiesta de bailar twist en Mรฉxico unas semanas antes del magnicidio.
(Y advertรญ que creerles o no creerles โlo mismo que a todos los testimoniantes de la subtrama mexicanaโ es algo que los apasionados estudiosos del magnicidio convierten en nuevos argumentos para defender las dos teorรญas obvias: que Oswald obrรณ por cuenta propia o que fue parte, o vรญctima รฉl mismo, de una conspiraciรณn de los โverdaderos asesinosโ.)
No fue una conclusiรณn tomada a la ligera. Es asombrosa la diligencia con que cada organismo involucrado โla CIA, el FBI, la Comisiรณn Warren, el HSCA, etcรฉtera, que luego se analizan entre sรญโ revisรณ, cotejรณ, cuestionรณ, confirmรณ, o no logrรณ confirmar, todo lo que declararon las Elenas. (El HSCA es el House Special Comitee on Assassinations (HSCA: Comitรฉ Especial del Poder Legislativo sobre los Asesinatos โde Kennedy y de Martin Luther Kingโ, conspiracionista, que fue creado en 1976.)
La semana pasada terminรฉ refiriรฉndome a un alto funcionario de la embajada estadounidense en Mรฉxico, Charles Thomas, quien perseverรณ en la idea de que lo declarado por las Elenas no habรญa sido adecuadamente sopesado por las agencias. Pobre Mr. Thomas.
Mรญster Thomas (he dead)
Este seรฑor Thomas es bastante dramรกtico. Llegรณ con su esposa Cynthia a la CDMX a principios de los sesentas para trabajar con el embajador Fulton Freeman y con Winston (โWinโ) Scott, poderoso jefe de la โestaciรณn Mรฉxicoโ de la CIA (desde donde se manejaba el espionaje de toda Amรฉrica Latina, Cuba incluida). Este Mr. Scott manejaba una amplia red de informantes a sueldo โo por afinidadโ en el gobierno, partidos polรญticos, universidades, periรณdicos y cรญrculos intelectuales.
Los Thomas se instalaron en una โhaciendaโ muy elegante. Su amiga, Guadalupe Rivera Marรญn les contratรณ a uno de โlos mejores cocineros de la ciudadโ y empezaron a recibir a โlos grupos culturales e intelectuales de jรณvenes mexicanosโ. Elenita Poniatowska declarรณ que โCharles era un hombre extraordinario. Era un intelectual que podรญa hablar de lo que fueraโ. Otra escritora con la que trabaron amistad fue Garro, una โmujer inteligente, encantadora, pensativa, llena de vidaโ, segรบn Cynthia (todo esto segรบn el periodista Phillip Shenon que publicรณ en 2013 el รบltimo libro sobre el magnicidio, al que ya volverรฉ).
En una de las fiestas en la hacienda, en diciembre de 1965, Garro le contรณ a Thomas la fiesta del twist de 1963 y la presencia de Oswald, y que la esposa de su primo, Silvia Durรกn, habรญa sido amante de Oswald y que era muy puta, y que luego del asesinato la Direcciรณn Federal de Seguridad la torturรณ y todo lo demรกs.
El diligente mรญster Thomas reportรณ a sus superiores la conversaciรณn y sus jefes le dijeron que ya sabรญan todo eso y que no era confiable el testimonio. Thomas reconocรญa que โGarro era una anticomunista profesional propensa a detectar complots comunistas detrรกs de cualquier asunto polรญticoโ y que Garro podรญa ser โuna informante inconfiable, dado que es emocional, opinionada y artรญsticaโ, pero que no obstante a su parecer habรญa que ahondar en la investigaciรณn.
Y le volvieron a decir que no. En 1967, cuando regresaron a los Thomas a Washington, รฉl seguรญa empeรฑado en el asunto. Volviรณ a insistir y se revisรณ de nuevo la historia: en los archivos del Comitรฉ Legislativo sobre el Asesinato (HSCA) hay un documento del 15 de septiembre de 1969 en el que un analista concluye, de nuevo:
Elena GARRO ha sido descrita por personas cercanas a ella como errรกtica, ilรณgica, impulsiva y con dificultades para separar la realidad de la imaginaciรณn. Es obvio de su alegato del 10 de diciembre de 1965 que tuvo acceso a informaciรณn de pรบblico acceso que le ayudรณ a formar su relato. He verificado todo el รญndice de la Comisiรณn Warren y el expediente Oswald y, en base lo leรญdo sobre Elena Garro, y lo que conozco del caso Oswald, no doy credibilidad a esta informaciรณn.
Pero Thomas continuรณ sin quitar el dedo del proverbial renglรณn. Comenzรณ a llevar un expediente privado en que recopilaba toda la informaciรณn sobre Garro y Oswald y minutas de sus conversaciones con las Elenas. Comenzรณ a buscarlas para revisar el asunto (y para ver a Elena). De Mรฉxico le contestaron que habรญan desaparecido de Mรฉxico luego del lรญo que armaron en 1968. Finalmente, las ubicรณ en Nueva York. Segรบn รฉl, โvivรญan escondidasโ, decรญan que volver a Mรฉxico era peligroso pues โellos se iban a ir contra ellas de nueva cuentaโ; y que Garro dijo que ya no iba a agregar nada sobre Oswald y que estaba โconfundida y paranoideโ. Dijeron que estaban viviendo en la pobreza y Thomas le pidiรณ a un compaรฑero que las buscara en Nueva York y las llevara a comer. El compaรฑero le reportรณ que โnunca habรญa visto a alguien tan asustadaโ como Garro.
Y en 1969 Thomas decidiรณ llevar la historia Garro directamente al secretario de Estado, William P. Rogers, que no le hizo caso y una semana mรกs tarde lo despidiรณ sumariamente. (Segรบn algunos, el despido fue error burocrรกtico; segรบn otros fue porque descubrieron que tenรญa amigos comunistas comoโฆ Guadalupe Rivera Marรญn). Thomas enviรณ un memorandum a Rogers seรฑalando que era su deber cerrar el asunto pendiente pues, si algรบn dรญa se llegare a saber que lo habรญan ignorado, la crรญtica contra la Comisiรณn Warren serรญa letal. Un oficial le contestรณ diciendo que ya una vez habรญan descartado las declaraciones de Elena, por carecer de base, y que lo harรญan de nuevo.
Dos aรฑos despuรฉs, en 1971, Thomas se pegรณ un tiro en la sien en su casa y, obviamente, se ganรณ un sitial de honor entre el bando de los complotistas: sabรญa demasiado, lo suicidaron, etcรฉtera.
Los legisladores reabren el caso
En 1978, a los quince aรฑos del magnicidio, el comitรฉ HSCA volviรณ a revisar toda la historia (la documentaciรณn de la CIA, del FBI, de la Comisiรณn Warren, etcรฉtera) y volviรณ a salir lo del testimonio de la Elenas. El HSCA mandรณ pedir sus expedientes y los de sus parientes los Durรกn Navarro y los de todas las personas que mencionaron en la subsubsubtrama โEscritora mexicana vio a Oswald en Mรฉxicoโ, incluyendo a la Gringa Misteriosa June Cobb, Manuel Calvillo, Victor Rico Galรกn, Eunice Odio, el embajador cubano Azcuรฉ y Emilio Carballido, entre otros.
El HSCA decidiรณ convocarlos a todos a rendir testimonio. El requerido gobierno mexicano dijo que las Elenas seguรญan desaparecidas y que quizรกs estuviesen en Espaรฑa y que no habรญan logrado encontrar a Carballido. Silvia Durรกn โla esposa del primo de Garro, que habรญa sido torturada por la DFS en 1963 por el testimonio de Garroโ declarรณ que sรญ habรญa habido una fiesta de bailar twist cuando las Elenas volvieron de Francia en 1963 pero que no habรญa estado ahรญ Oswald.
Unos legisladores del HSCA fueron a Mรฉxico a ahondar sus pesquisas, a entrevistar a Calvillo y a la Gringa Misteriosa. La gente de la DFS mexicana dijo que la Gringa Misteriosa habรญa desaparecido y que Calvillo era inlocalizable porque habรญa dado direcciones falsas. El HSCA calculรณ la posibilidad de que alguna agencia del gobierno de Estados Unidos (es decir, la CIA) hubiese pedido al gobierno mexicano sabotear sus afanes.
El HSCA buscรณ en vano a las Elenas. En la editorial Joaquin Mortiz les dijeron que vivรญan en Madrid, en el Hotel SACE. Llamaron al hotel y les dijeron que ya se habรญan ido. Llamaron de nuevo a Mortiz y les dijeron que enviaban regalรญas a ese hotel porque โGarro no confiaba su direcciรณn ni siquiera a su editorโ. El HSCA llamรณ a la embajada de Mรฉxico en Espaรฑa y un funcionario les dijo que Garro habรญa ido a la embajada hacรญa dos semanas a recoger un cheque y que โparecรญa estar en la miseriaโ; que no daba su direcciรณn a nadie, que ahรญ le guardaban su correo y sus cheques que iba a buscar cada tanto y ya. En un documento del 7 de julio de 1978 en el Lopez Report (que es un resumen del asunto), que se puede localizar aquรญ, el HSCA declara haber pedido a la embajada que le comunicara a Garro la necesidad urgente de hablar con ella, โpor cobrarโ. Garro llamรณ al HSCA en Washington el 5 de septiembre de 1978. La invitaron a rendir testimonio a ella y a su hija y que pagarรญan el viaje y los gastos. Garro pidiรณ pruebas de que el HSCA era en efecto lo que decรญa ser. EL HSCA le enviรณ un documento oficial por medio de la embajada de Estados Unidos, que le hicieron llegar. Garro dijo estar de acuerdo. El HSCA comprรณ los boletos de aviรณn y le explicรณ la logรญstica del viaje. Las Elenas nunca llegaron al aeropuerto de Madrid. El HSCA cerrรณ el asunto con la misma conclusiรณn: no hay evidencia de que Oswald haya ido a bailar twist a la fiesta de los Garro Navarro.
Enรฉsimo libro: enรฉsimo desmadre
En fin, por ganas no queda. El asesinato de Kennedy es un enorme industria editorial, televisiva, cinematogrรกfica, acadรฉmica e internรฉtica que mรกs consumidores tiene mientras mรกs pasa el tiempo: es la madre de todas las teorรญas de la conspiraciรณn.
El รบltimo ejemplo โque yo sepaโ es el citado libro del periodista Phillip Shenon (2013) que, como suele suceder, ha removido todo. Y el testimonio de Garro tiene en รฉl un sitio central, como dice el conspiracionista Ron Rosembaum aquรญ. El libro, A Cruel and Shocking Act estรก (parcialmente) disponible en lรญnea en inglรฉs y en espaรฑol con el (predecible) tรญtulo JFK: Caso abierto.
El libro, que da gran importancia a la historia del dramรกtico Thomas, narra el viaje del autor a Mรฉxico para confrontar a los personajes aรบn vivos de la subsubsubtrama. Ayudado por una periodista mexicana llamada Alejandra Xanic von Bertrab, Shenon encontrรณ a Silvia Durรกn โla esposa de Horacio Durรกn Navarro, primo de Garro, que trabajaba en la embajada cubana y en cuya casa fue la fiesta twistโ, pero se negรณ a hablar y mandรณ decir que sรณlo tratรณ a Oswald en la embajada y que nunca nunca nunca lo vio fuera de ahรญ. (Claro, existe la teorรญa de que Durรกn nunca quiso hablar porque en realidad estaba a sueldo de la CIA.)
Shenon buscรณ tambiรฉn a Helena Paz Garro, que tambiรฉn se negรณ a ser entrevistada, aunque confirmรณ que siempre escuchรณ a su madre y a su tรญa Deva hablar de que habรญan visto a Oswald en la famosa fiesta, a la que ahora resulta que ella no asistiรณ, a pesar de que ella y su madre dieron testimonios diez veces en el otro sentido. En uno de los libros, el de Gus Russo, Helenita no sรณlo fue a la fiesta, sino que su tรญa Deva la instigรณ a bailar con Oswald. Helenita, obediente, fue a sacar a bailar al asesino, pero โme rechazรณ con un fuerte โNoโ. era muy frรญo. [โฆ] Oswald era el mรกs atractivo. Me fascinรณโ, etc.
Helenita solรญa complicarlo todo (lo que no es fรกcil). En el Lopez Report su madre y su tรญa Deva declararon que al dรญa siguiente de la fiesta de twist habรญan visto de nuevo a Oswald en el Sanbornโs de Insurgentes. Segรบn Helenita, en el libro de Russo, no fueron ellas, sino ella, Helenita, quien vio de nuevo a Oswald en ese cafรฉ mientras hablaba con su tรญo Horacio Durรกn sobre su intenciรณn de divorciarse de Silvia Durรกn. Y en eso estaban, dice Helenita, cuando โde pronto veo a Oswald en la banqueta, con los mismos tipos con los que habรญa ido a la fiesta. Le dije a Horacio: โAhรญ estรก de nuevo el gringo ese. ยฟquรฉ sabes de รฉl?โ Y Horaciรณ contestรณ: โNo preguntes. Es un hombre peligrosoโโ. Pero ยฟcรณmo confiar en quien alguna vez le ofreciรณ a una de las biรณgrafas de su madre que habรญa que inventar lo que fuese con tal de vender mรกs libros?)
Quienes sรญ le dieron entrevistas a Mr. Shenon fueron los primos de Helenita, Albano Garro y Francisco Guerrero Garro. Y ahora resulta que รฉste รบltimo, hijo de Deva y Jesรบs Guerrero Galvรกn, declarรณ que รฉl tambiรฉn fue a la fiesta de twist. ยฟMal de familia?
Shenon no tarda en declarar que Guerrero Garro, a quien presenta como โel prominente periodistaโ, es โel testigo mรกs importante y creรญble de todosโ para sustentar la historia sobre Oswald en Mรฉxico. Y celebra que por fin rompa un silencio de cincuenta aรฑos que habรญa mantenido en honor de su madre, Deva, quien habรญa jurado nunca hablar del asunto pues โera una comunista dedicada, lo opuesto a su hermana Elena, y sabรญa guardar secretos.โ
Y bueno, pues cincuenta aรฑos mรกs tarde, el โprominente periodistaโ le dice a Shenon que รฉl fue quien llevรณ a su madre y a su tรญa a la fiesta (Helenita no figura) y que aรบn recuerda a Oswald parado junto a la chimenea โcon su rostro inconfundibleโ. (En las historias Garro siempre hay chimeneas: Guerrero Garro es el mismo que rescatรณ oportunamente de las llamas de otra chimenea el manuscrito de Los recuerdos del porvenir que querรญa quemar su tรญa Elena (en otras versiones era en la estufa y en Parรญs, etcรฉtera).
La primera vez que las Elenas vieron la foto de Oswald, se supone, fue en un periรณdico en el hotel donde las escondiรณ Manuel Calvillo al dรญa siguiente del asesinato, y asรญ consta en todas las declaraciones. Pues no: segรบn Guerrero Garro no lo vieron en la prensa, sino en la televisiรณn, y no en el hotel sino en su casa, y no Elena y Helenita, sino Elena y su hermana Deva. Y รฉl, el periodista, estaba ahรญ: โSse pusieron histรฉricas cuando se dieron cuenta de haberlo visto en una fiesta familiar semanas antes. โยกSรญ, es รฉl, es รฉl!โ, gritabanโ.
โEl hecho es que vimos a Oswald en la fiesta. Lo conocimos y lo vimos y hablamos con alguien que despuรฉs a matar al presidenteโ. Y con esa demostraciรณn irrefutable que, por fin dice la verdad, termina un libro de 556 pรกginas que se supone que es fundamental. Habrรก dejado buenas regalรญas.
Kaput
Es inverosรญmil que Oswald haya estado cinco dรญas en la CDMX y se haya encontrado con las Elenas el 40% de esos dรญas; que haya ido dos veces a la embajada de Cuba y gritar ahรญ que querรญa matar a Kennedy; que haya ido dos veces a la embajada de la URSS; que se haya acostado con la secretaria de la embajada de Cuba y con otra seรฑorita no identificada; que haya ido a los toros, a dos museos, al cine, a la UNAM donde asistiรณ a una conferencia y platicรณ con alumnos de Ricardo Guerra en la cafeterรญa de la Facultad que luego le ayudaron a conseguir cita en la embajada de Cuba; que haya ido a una recepciรณn en la misma embajada; que haya tratado a gente de los cรญrculos fidelistas mexicanosโฆ
Y que haya ido a dos fiestas, una de ellas la del twist, y haya despechado a Helenita Paz Garro y luego pararse junto a una chimenea.
Aunque en realidad no es inverosรญmil, contestan los conspiracionistas: ยฟque no se ha enterado usted de que en realidad habรญa dos si no es que tres Oswalds?
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.