Gabriela Cano es doctora en Historia por la UNAM. Durante tres aรฑos fue coordinadora de la Maestrรญa en Estudios de Gรฉnero en el Colegio de Mรฉxico, donde tambiรฉn imparte cursos de historia con perspectiva de gรฉnero. Durante su carrera se ha dedicado a estudiar la legislaciรณn y los debates acerca del sufragio de las mujeres desde los principios del siglo XX hasta 1958, cuando por primera vez ejercieron el voto. Tambiรฉn ha investigado las โansiedadesโ provocadas por la entrada de las mujeres a profesiones como el derecho y la medicina. Ademรกs, ha recuperado la historia y los escritos de Amalia de Castillo Ledรณn, Elena Arizmendi y Amelio/a Robles, oscurecidos e incomprendidos por los enfoques tradicionales de la historiografรญa.
Desde tu formaciรณn como historiadora, has investigado la Revoluciรณn mexicana con una perspectiva de gรฉnero. Al respecto, has escrito que en ella domina una narrativa que llamas โde los hรฉroes machosโ, es decir, la historia contada a partir de Francisco I. Madero, Francisco Villa, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza. ยฟCuรกl es tu crรญtica a este tipo de historia y quรฉ significa hacer historia de las mujeres e historia feminista?
Mi crรญtica viene de las lecturas que he hecho de la historia que se hace en otros paรญses para darle a las mujeres un protagonismo central. Esto es algo que quise hacer desde que empecรฉ a publicar. Mis primeras investigaciones se enfocaron en las mujeres que trabajaron como maestras en la รฉpoca de la Revoluciรณn Mexicana, pero entonces no tenรญa las herramientas analรญticas โsรณlo algunas historiadoras las tenรญanโ, y no se habรญa consolidado el campo de la historiografรญa de las mujeres en Mรฉxico. A la fecha, tengo la impresiรณn de que entre los paรญses de habla hispana hay mรกs interรฉs y un mayor nรบmero de publicaciones en Espaรฑa y Argentina que en Mรฉxico. Somos muy pocas las que estamos interesadas en esta manera de abordar la historia y no veo muchas mรกs que se interesen.
ยฟCรณmo discuto yo con la historia? Mi propรณsito es hacer una historia que haga preguntas de gรฉnero, ยฟquรฉ quiero decir con esto?, que haga visibles y explรญcitas no sรณlo a las mujeres como protagonistas, sino a los cรณdigos culturales que invisibilizan a las mujeres de los relatos de la historia. Mรกs que hacer una gran historia, hago pequeรฑas historias. Me ha interesado mucho cรณmo se ha ocultado la participaciรณn de las mujeres en acontecimientos sociales y polรญticos, debido a estos cรณdigos culturales.
Es el caso de Elena Arizmendi, que me resultรณ muy divertido porque fui encontrando cรณmo estaba en el relato de Josรฉ Vasconcelos, pero desdibujada, no estaba presentada como un personaje complejo, sino subsumida en un estereotipo de la mujer mala, la mujer serpiente.
En general, esto es lo que me ocupa, aunque es difรญcil hacerlo porque uno estรก programado para encontrar el mismo relato y aรฑadirle un poquito mรกs, un dato mรกs, un episodio mรกs. En cambio, este tipo de historiografรญa pide hacer una lectura diferente que incorpore a las mujeres no sรณlo como un capรญtulo adicional, sino que cambie el foco de la historia y la historia misma โel pequeรฑo relato, no โla historiaโ.
Tรบ que ya has hecho el trabajo de investigaciรณn, ademรกs del sesgo cultural contra las mujeres, quiero preguntarte si hay archivo, si existen los documentos o si mรกs bien se necesita una manera diferente y mรกs crรญtica de acercarse a las fuentes, ยฟquรฉ haces tรบ como historiadora feminista que no se hace en general?
Es un sesgo cultural que excluye a las mujeres y a otros actores porque sรณlo se destaca el papel de los hombres polรญticos y de los hombres de letras, enfocรกndose a la creaciรณn de unos y otros.
Con el trabajo en las fuentes, existe la misma dificultad que en otros temas. Para todo es difรญcil encontrar fuentes. Habรญa un prejuicio muy fuerte cuando yo empecรฉ a hacer historia de mujeres. Me decรญan: โno se puede hacer porque no hay fuentesโ. Y es cierto, pero tampoco hay fuentes para los campesinos y sรญ hay acadรฉmicos que hacen historia de los campesinos pese a que los documentos son efรญmeros y a que no estรกn tan conservados en las instituciones como lo estรกn los de los grandes actores polรญticos e intelectuales. Entonces, es cosa de buscar las fuentes y de saberlas leer.
Ahora, con una amplia trayectoria detrรกs, ยฟcuรกl ha sido la recepciรณn de tu trabajo?, sobre todo, considerando que el feminismo ha entrado a los medios de comunicaciรณn, quizรก como nunca antes.
No ha habido una gran recepciรณn en Mรฉxico, mis investigaciones se han recibido mejor en Estados Unidos, aunque ahora hay jรณvenes que se interesan por la historia de la diversidad sexual, por ejemplo.
Me parece que mucho del feminismo que estamos viendo โquรฉ bueno, es bienvenidoโ no es muy intelectual, es mรกs de lucha y confrontaciรณn, de โya tengo la verdad, los hombres son unos malditos y todos son perpetradores de violencia sexualโ y hasta ahรญ. Una palabra, por ejemplo, que no uso es โpatriarcalโ. Le tengo fobia porque es un concepto que permite poco anรกlisis, movimiento y tensiones en la historia.
Esto me interesa mucho, yo tambiรฉn creo que โpatriarcadoโ funciona como un comodรญn, cualquier cosa es patriarcado. Aplicado en la historia, desde tu disciplina, ยฟpor quรฉ no funciona?, ยฟpor quรฉ no podrรญas decir โel siglo XX es patriarcalโ?
Porque todos los siglos son patriarcales. A veces lo uso como adjetivo, pero no como concepto de anรกlisis, porque entonces resulta que el poder siempre ha estado del lado de los hombres y de la misma manera. El anรกlisis de gรฉnero surgiรณ para tener mรกs flexibilidad, pero luego dejรณ de usarse como pregunta y herramienta de indagaciรณn, se usa ahora como un bloque; estรก bien para las polรญticas pรบblicas, pero no para investigar el poder o incluso el feminismo.
En tus investigaciones, sobre todo insistes en que los personajes de la historia no tenรญan posturas coherentes. Algunas activistas fueron muy igualitaristas y exigieron el voto como un derecho del individuo, mientras que otras mezclaron este argumento con el de la maternidad, es decir, querรญan el voto porque les permitirรญa defender los intereses de sus hijos. En el mismo sentido, tu trabajo destaca que no se puede dividir el mundo o a la Revoluciรณn mexicana entre los hombres โque no querรญan el feminismoโ y las mujeres que sรญ.
No creo que haya unos โintereses de los hombresโ y โde las mujeresโ, como grupos de interรฉs y como se entiende en algunas investigaciones, en las que se escribe: โlas mujeres lucharon porโฆโ No, lucharon algunas mujeres activistas, que pudieron hacerlo para conseguir el voto.
Ahora pienso que todas querรญan ser madres y usaron un discurso maternalista para reclamar el sufragio. Creo que el maternalismo no se rompe hasta los 70. Todavรญa no le escribo, pero ahora creo que todo el discurso de principios del siglo XX y hasta la dรฉcada los 70 es maternalista. Algunas sรญ incluyeron el discurso de los derechos individuales, pero eso no las exenta del maternalismo. El periodo estรก permeado por la idea de que las mujeres ven el mundo de manera distinta.
Hubo hombres que compartieron estas ideas, lo que no quiere decir que desestime que hay una relaciรณn de poder entre hombres y mujeres, pero sรญ hubo hombres feministas, como Lรกzaro Cรกrdenas y Salvador Alvarado. Ademรกs, lo fueron de manera estratรฉgica y no definitiva. Alguna vez fui muy lรกzarocardenista y luego descubrรญ que Cรกrdenas al darse cuenta de que el feminismo podรญa ser desfavorable, que las mujeres con su voto realmente podรญan inclinar la balanza a la derecha, participรณ de esa construcciรณn de las mujeres como actores polรญticos de naturaleza conservadora. Asรญ que me interesa una historia en la que participen hombres y mujeres y analizar sus posturas.
ยฟSucede lo mismo con las primeras mujeres que entraron a la medicina, un tema que tambiรฉn has investigado?
Sรญ, tambiรฉn estaba el maternalismo en las primeras mujeres que entraron a las profesiones. Realmente, la separaciรณn de la maternidad โo desbiologizar la identidad de las mujeresโ sรณlo ocurre hasta la โsegunda olaโ.
Hablemos de las olas. ยฟCuรกles son los problemas de este tipo de historia?
Las olas son una metรกfora, un criterio de periodizaciรณn, aunque el discurso polรญtico feminista las toma como una realidad transparente. La nociรณn empezรณ a utilizarse en los 60 cuando las feministas de entonces โcreo que en 1968 una periodista escribiรณ โhay una primera ola, entonces somos la segunda olaโ. Pero no sรณlo es una periodizaciรณn, sino que supone que las nuevas olas son superiores polรญtica y moralmente a las anteriores. Ahรญ estรก una primera crรญtica, no la hago yo, sino otras autoras.
ยฟSe pueden adaptar las olas a la historia del feminismo en Mรฉxico?
Yo creo que sรญ. Hay que usarlas porque es imposible cambiar un discurso que ya estรก tan instalado, que incluso te exigen. Ahora considero que la primera ola corresponde al inicio del siglo XX. El primer registro que tengo acerca de quiรฉn usรณ por primera vez el tรฉrmino โfeminismoโ, para sorpresa de todo mundo, es Justo Sierra; lo dijo en el cierre de cursos de una escuela de artes y oficios. Incluso dijo โyo soy feministaโ. Lo que quiso decir es que el feminismo era la educaciรณn de las mujeres en los tรฉrminos de la รฉpoca, es decir, artes y oficios, educaciรณn para la maternidad, destinada a las mujeres pobres por si la familia caรญa en desgracia, para que no se hicieran prostitutas si el padre o el marido morรญan, para que no cayeran โen el fangoโ y siguieran siendo โsantasโ.
Luego se usa en los congresos feministas de Yucatรกn, en los veinte, luego en la รฉpoca del Frente รnico Pro-Derechos de la Mujer (FUPDM) en los treinta. Esta organizaciรณn no se asume feminista porque mรกs bien es marxista y para entonces se entendรญa que el tรฉrmino era burguรฉs โaunque ahora dirรญamos que tambiรฉn es parte del movimiento feminista. Esa serรญa la primera ola, si pensamos la historia en esos tรฉrminos. Aunque tambiรฉn sirven para pensar la de Mรฉxico en relaciรณn con la del mundo; de lo contrario, aรญslas la historia del paรญs.
Podrรญamos decir entonces que la primera ola termina con el establecimiento del sufragio femenino (1953) o cuando las mujeres empiezan a votar (1958). En EU la primera ola empieza en los 1850 y termina hasta 1920 y luego se supone que se acaba la primera y que la segunda ola empieza en los sesenta. En Mรฉxico empezarรญa en los setenta. Durante ese periodo โlos cincuenta, los sesentaโ se supone que no pasa nada; es lo que ocurre con la metรกfora de las olas: sรณlo se ve la cresta y no cuando se retrae.
ยฟCuรกndo termina la segunda ola?, eso siempre me lo he preguntado. Creo que podrรญa ser con el multiculturalismo en EU y en el mundo, pero sobre todo en EU. Con la ley de las mujeres zapatistas, ya que al mismo tiempo es una crรญtica al discurso del mestizaje, incluye derechos de las mujeres en mandos militares y demandas de la segunda ola sobre la sexualidad y las demandas de la diversidad sexual, junto con un discurso indรญgena. Eso serรญa el fin de la segunda ola o el principio de la tercera.
Leรญ un artรญculo de Guillermo Osorno en Chilango que habla de la cuarta ola. Creo que sรญ hay grupos que se autodenominan asรญ. En todo caso, yo creo que estamos en la tercera ola, que estamos con el multiculturalismo, el relativismo cultural, la diversidad sexual, es el discurso que tenemos.
Ahora parece que cada generaciรณn, ni siquiera cada generaciรณn, porque los periodos son bien cortitos, tiene que tener su ola. Pero, sobre todo, esta periodizaciรณn supone un sentido de superioridad. โLas otras eran unas heterocentristas o mestizofรญlicasโ. Estรก bien la crรญtica: el Estado mexicano fue mestizofรญlico y discriminaba a la poblaciรณn indรญgena, pero tampoco es que fuera ajeno a la justicia social o que no tuviera preocupaciones mรกs amplias. Esto se descalifica con demasiada facilidad. Ademรกs estรก el sentido de progreso, de creer que estamos y somos mejores que en el siglo XIX. Yo no sรฉ si eso sea cierto.
Una posible crรญtica a este tipo de historia es que se concentra en mujeres importantes, como lo hace la historia, que llamas, de โlos hรฉroes machosโ de la Revoluciรณn. ยฟCรณmo evitar ahora escribir la historia de las grandes mujeres?
Hay que hacer tambiรฉn la historia de las grandes mujeres porque no estรก hecha y dejan mรกs documentaciรณn que los personajes anรณnimos, al igual que pasa en la historia del trabajo. Se trata de hacer preguntas de gรฉnero a todo tipo de historia y no sรณlo hacer la historia de las mujeres, sino preguntarse, por ejemplo, por los vendedores ambulantes, ya que en la venta de comida habรญa mucha participaciรณn de mujeres. ยฟCรณmo se organizaba la venta de comida, cรณmo estaban las licencias, cuรกles eran las posibilidades para vender comida?, porque en las litografรญas del siglo XIX se les representa vendiendo comida. Esto se puede hacer.
Recientemente, publiquรฉ un libro sobre Amalia Castillo Ledรณn. Aunque es una de las grandes mujeres, no sabรญamos nada de ella, ni sabรญamos ni que era de Tamaulipas. Fue la polรญtica mรกs poderosa del siglo XX y no sabรญamos ni su nombre.
Finalmente, he leรญdo en tu trabajo una crรญtica a la muy popular figura de la Adelita, pues oscurece a las mujeres de la Revoluciรณn mexicana.
La Adelita es un estereotipo que se consolida en los aรฑos treinta en torno a las conmemoraciones del 20 de noviembre. Tambiรฉn se debe a que la modernizaciรณn exige que haya presencia de mujeres en todos los รกmbitos. Aunque mรกs que presencia de mujeres, hay una lรณgica binaria heterosexual, es decir, un revolucionario no puede estar solo, necesita una pareja.
Ademรกs del corrido, hay representaciones y novelas. Lo decรญa Monsivais en alguna publicaciรณn: la Adelita se volviรณ tan frecuente que todo el mundo decรญa โyo tengo una tรญa que fue Adelitaโ o โla prima de la vecina era Adelitaโ, y esto ocurrรญa en cualquier parte del paรญs. Se volviรณ una anรฉcdota con la que mucha gente se podรญa relacionar, con la que las mujeres se podรญan identidicar. Pero es claramente sexualizada, sexualmente disponible y subordinada.
Cuando uno ve las fotografรญas de las revolucionarias, se da cuenta de que no corresponden a esa visiรณn casi maquillada de la Adelita. Fueron mujeres pobres, campesinas, viejas, que habรญan pasado muchas penurias, que estaban descalzas, que no tenรญan una imagen de complacencia al revolucionario ni que servรญan para hacer mรกs atractiva su masculinidad como quiso el discurso nacionalista.
(Ciudad de Mรฉxico, 1986) estudiรณ la licenciatura en ciencia polรญtica en el ITAM. Es editora.