La semana pasada me referรญ a la apariciรณn de los โCuadernos mexicanos (1940-1947)โ de Victor Serge en la ediciรณn en espaรฑol de la londinense New Left Review (septiembre-octubre de 2013, mรกs extensa que la versiรณn en inglรฉs), y reproduje algunas entradas sobre la casa y la viuda de Trotski. Copio ahora algunos pรกrrafos de la misma (mediana) traducciรณn sobre los llamados โtres grandesโ de la pintura mexicana:
David Alfaro Siqueiros
9 de septiembre de 1941: Hablamos [con Natalia Sedova, la viuda de Trostki] del atentado de Siqueiros: una treintena de balas atravesaron la puerta del dormitorio. En total, varios cientos.
Noviembre de 1941: Rodeado de traidores. Sheldon Harte, cรณmplice manifiesto de Siqueiros, por mรกs que el Viejo [Trotski] no quisiera admitirlo.
8 de enero de 1943: A propรณsito de Sheldon Harte, joven trotskista o agente de la URSS asesinado en el Desierto de los Leones: estadounidense, de familia muy rica. El gobierno estadounidense, que ha reclamado indemnizaciones a Mรฉxico por ciudadanos suyos muertos en momentos de revoluciรณn, no ha pedido siquiera que se realizara una investigaciรณn. Sus asesinos son conocidos y fueron detenidos. Fueron el pintor Siqueiros y los hermanos Arenal [en realidad, hermano y hermana[1]]. Siqueiros huyรณ de Mรฉxico para recibir al parecer un empleo en una representaciรณn mexicana en Chile, donde sigue pintando frescos. Los hermanos Arenal estรกn al parecer en libertad. El asunto ha sido acallado en pleno dรญa.
21 de julio de 1945: La casa del Viejo se ha convertido en esa fortaleza de muros grises dominada por aspilleras, con puertas de hierro (pero en el momento del atentado de Siqueiros ni esas aspilleras ni esa puerta existรญan todavรญa…). Vegetaciรณn opulenta en el jardรญn, donde cactus y palmeras rodean un pequeรฑo monumento en cemento gris: estela en la que se ven la hoz y el martillo, asta de una bandera… Las jaulas de conejos de los que se ocupaba el Viejo estรกn vacรญas y abandonadas.
Primavera de 1946. Diego Rivera firma carteles junto al pintor Alfaro Siqueiros, quien dirigiรณ en 1940 el primer intento de asesinato de Trotski, fue detenido, puesto en libertad condicional y se refugiรณ en Chile. A su regreso a Mรฉxico en 1944, se dijo en la prensa que seguรญa sometido a una investigaciรณn. Los grandes diarios pidieron su detenciรณn y publicaron a continuaciรณn que las investigaciones se habรญan interrumpido y que el dosier habรญa sido robado en el Palacio de Justicia.
David Alfaro Siqueiros, uno de los fundadores del Partido Comunista (PC), director del รณrgano comunista El Machete en 1924, teniente coronel en el ejรฉrcito espaรฑol durante la guerra civil, fue excluido del PC despuรฉs de haber dirigido el atentado contra Trotski en mayo de 1940. Esa exclusiรณn puramente formal tenรญa como finalidad evidente apartar del PC las responsabilidades del crimen que costรณ la vida al joven intelectual estadounidense Sheldon Harte. Alfaro Siqueiros pide hoy pรบblicamente su reintegraciรณn en el PC, al que no ha dejado nunca de ser fiel.
Diego Rivera
25 de septiembre de 1941. Encuentro con Diego Rivera. Esperaba, por sus fotos, un gran gigante, mรกs bien recio, pero me encuentro con una especie de clรฉrigo con gafas de cristal, pรกlido y con un cuerpo grueso y blando, hinchado de fatiga. Esperaba un espรญritu robusto con don de sรญntesis y una conciencia revolucionaria a base de buen sentido, un tanto genial, pero no es mรกs que un niรฑo grande (con una edad mental de doce aรฑos), marrullero, con una imaginaciรณn delirante aplicada a las cosas sociales, que pasa de las exageraciones a las paradojas y se imagina sin cesar frescos complicados, llenos de conspiraciones, historias de enorme corrupciรณn, perspectivas mundiales con grandes estampas.
Afirma que el asesinato de Trotski costรณ millones y que sabe quiรฉn los ha cobrado. Que los sinarquistas tienen 700.000 hombres organizados. Que Stalin negocia en secreto con Hitler. Que cuarenta millones de alemanes estadounidenses se dirigirรกn un dรญa hacia el oeste. Delirante e incoherente. Lo que debe de salvarlo es su capacidad de trabajo organizador, con mucho aplomo, ayudado por un gran sentido prรกctico, una imaginaciรณn en erupciรณn continua. El trabajo saca de รฉl una autรฉntica brizna de genio. Veo en รฉl al รบnico gran pintor de hoy (o de ayer) porque devuelve la pintura a su autรฉntico destino, mediante el gran fresco mural, que habla a un pueblo y habla de las masas y las expresa. No he visto nada mรกs bello que sus frescos. ยกQuรฉ descolorida charlatanerรญa, a su lado, los chirimbolos de Picasso para galerรญas de arte pensadas para coleccionistas burgueses alimentados de podredumbre intelectual!
Primavera de 1946. El pintor mexicano Diego Rivera acaba de solicitar oficialmente, en una carta comunicada a los periรณdicos, su afiliaciรณn al PC. Diego Rivera, en cuya casa se alojรณ Trotski al llegar a Mรฉxico, fue durante cierto tiempo miembro de la Cuarta Internacional y redactor de su รณrgano Clave. Prodigรณ en รฉl las denuncias contra los agentes secretos de la GPU. Durante la guerra adoptรณ la actitud de un compaรฑero de viaje y se distinguiรณ en particular publicando una biografรญa imaginaria del embajador Umanski. Al mismo tiempo que se incorpora al PC, acaba de hacer declaraciones a los periรณdicos en favor de la polรญtica expansionista de la URSS contra ยซel imperialismo angloamericanoยป. Compara el caso de Irรกn con el problema de los ยซyacimientos subterrรกneos de petrรณleo en la frontera Mรฉxico-Texas, yacimientos que Estados Unidos prohรญbe explotar a Mรฉxicoยป, y defiende el carรกcter sinceramente democrรกtico de la polรญtica de la URSS en Irรกnโฆ
Josรฉ Clemente Orozco
18 de noviembre de 1941. Vamos al centro y entramos al Palacio de Justicia a ver los frescos de Orozco. Edificio gris y cuadrado, desprovisto de carรกcter. En el interior, escaleras, bรณvedas bajas, patios, arcos; el conjunto asciende con la monotonรญa de las piedras bajo techos aplastantes, es armonioso. Hemos bromeado: la caverna de la justicia. Audacia innegable la de superponer esos frescos poderosos, tan vivos, que hacen entrar en la baja caverna geomรฉtrica un soplo de justicia. Dibujo apasionado en dos tonos, llama escarlata y gris. Una justicia de yeso, ebria o apรกtica, ciega, con la balanza rota, por encima de una muchedumbre de hombres enmascarados, con cabezas de muerto, ahogรกndose en el papeleo, entre piedras que se desmoronan en un tumulto espeluznante. Un relรกmpago enorme y rojo, una llamarada gigante oblicua, cae sobre todo ello, otra Justicia-revoluciรณn que acerca una antorcha formidable a los legajos acumulados. Otro panel con el mismo relรกmpago esplรฉndido, la misma algarabรญa de monstruos ocupados en bajas tareas, la misma Justicia-revoluciรณn que les persigue, ahora con una espada. Figuras simbรณlicas de Quetzalcรณatl, bandera utilizada para que el rojo sea llama, enorme cabeza de muerto medio vivo confundido con el suelo. Otro panel, admirablemente situado por encima de la gran escalinata, muestra la bandera roja de la revoluciรณn mexicana mutilada e insultada. Y abajo del todo, al final de la escalera, en la puerta abierta, se ve el movimiento de la calle como en una pantalla de cine. Arte fecundado, hasta en la arquitectura, por grandes movimientos de masas. Lazo directo entre este arte y las guerras campesinas, Zapata, Morelos. El soplo revolucionario vence sobre las tradiciones y las decepciones, el arte es en ocasiones su revancha.
[1] Nota del traductor anรณnimo. Los hermanos Arenal eran Angรฉlica, esposa de Siqueiros, y sus hermanos Leopoldo y Luis.
Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.