Josรฉ รlvarez Junco
Dioses รบtiles. Naciones y nacionalismos
Barcelona, Galaxia Gutenberg, 2016, 316 pp.
En una obra publicada en 1990, Naciones y nacionalismos desde 1780, basada en las Conferencias Wiles pronunciadas unos aรฑos antes por su autor en la Queenโs University de Belfast, Eric J. Hobsbawm advertรญa de que ningรบn historiador de las naciones y los nacionalismos puede ser un nacionalista polรญtico comprometido. Esta y otras afirmaciones y planteamientos generaron no pocas discusiones, en la รบltima dรฉcada del siglo XX, en el รกmbito historiogrรกfico y de la ciencia polรญtica. El libro de este historiador marxista britรกnico sirve de complemento a otro dirigido por รฉl mismo, junto con Terence Ranger, unos aรฑos antes: La invenciรณn de la tradiciรณn (1983). El nacionalismo ha sido el gran inventor contemporรกneo de tradiciones. Y el fenรณmeno nacional, se apuntaba en la introducciรณn de aquel volumen, no puede investigarse de forma adecuada sin prestar una esmerada atenciรณn al invento de la tradiciรณn. En el prรณlogo a la ediciรณn catalana, que vio la luz en 1988, Hobsbawm aseguraba que, a pesar de que a los polรญticos y a los agentes de publicidad no les interese demasiado la relaciรณn entre los mitos, sรญmbolos y tradiciones y la verdad histรณrica โen esencia, su preocupaciรณn se centra en la efectividadโ, sรญ deben ocuparse de ella los historiadores. Por aquellos mismos aรฑos, en el ensayo El laberinto vasco (1984), sostenรญa Julio Caro Baroja: โEl historiador sabe muchas veces que la โtradiciรณnโ es la historia falsificada y adulterada. Pero el polรญtico no solamente no lo sabe o no quiere saberlo, sino que se inventa una tradiciรณn y se queda tan ancho.โ El espรญritu crรญtico constituye, aunque los nacionalistas tiendan a olvidarse frecuentemente de ello, uno de los fundamentos bรกsicos del oficio de historiador.
La cita de Caro Baroja encabeza, junto con otra del gran historiador del siglo xviii Edward Gibbon โโLas diversas religiones que existรญan en Roma eran todas consideradas por el pueblo como igualmente verdaderas, por el filรณsofo como igualmente falsas y por el polรญtico como igualmente รบtilesโโ, el nuevo libro de Josรฉ รlvarez Junco, Dioses รบtiles. Naciones y nacionalismos. Se trata de una amplia aproximaciรณn a las teorรญas actuales sobre estos temas, a las definiciones terminolรณgicas y a los principales casos de construcciรณn nacional en Europa y Amรฉrica, con la voluntad final de comprender mejor el complejo caso hispรกnico. Este รบltimo, que no es en absoluto excepcional ni anormal como construcciรณn histรณrica โo, si asรญ fuera, tan excepcional y tan anormal como todos los demรกsโ, debe ser abordado, insiste muy acertadamente รlvarez Junco, desde una รณptica comparatista. Los trabajos de Hobsbawm mรกs arriba citados constituyen una referencia obligada en los argumentos del autor, amรฉn de convertirse en objetos de su propio anรกlisis. No es la primera vez que รlvarez Junco se aproxima a estas cuestiones, como ponen de manifiesto, al margen de artรญculos y otras contribuciones en obras colectivas, dos libros excelentes y de ineludible referencia: Mater dolorosa. La idea de Espaรฑa en el siglo XIX, de 2001, y, de 2013, Las historias de Espaรฑa. Visiones del pasado y construcciรณn de identidad, duodรฉcimo volumen de la desigual Historia de Espaรฑa editada por Crรญtica y Marcial Pons, que el autor dirigiรณ y en buena parte redactรณ.
A la hora de abordar un tema tan sensible, en Espaรฑa y en el mundo actual, como el nacionalismo, Josรฉ รlvarez Junco pone, en el preรกmbulo de la obra, sus cartas encima de la mesa. Asegura, primeramente, que ha intentado en todo momento evitar la emociรณn a la hora de abordar este objeto. Resulta imprescindible racionalizar un problema, sostiene, โque es presa habitual de la emocionalidadโ; los sentimientos deben ser sometidos, en fin de cuentas, a la razรณn. Vinculada con la cuestiรณn anterior, se excluyen las explicaciones que entran en el campo de las esencias, mentalidades, caracteres colectivos o supuestas formas de ser de los pueblos. Igualmente, el autor ha procurado no dejarse llevar por simpatรญas o antipatรญas hacia los distintos casos o territorios. Es evidente que la simpatรญa traiciona en muchas ocasiones al estudioso, como nos enseรฑรณ Pierre Vilar con su propio ejemplo en Cataluรฑa. Afirma รlvarez Junco de manera contundente: โEl historiador o cientรญfico polรญtico debe evitar toda implicaciรณn emocional en el tema que estudia.โ Por esta razรณn rehรบye, por ejemplo, el uso de la primera persona del plural o del posesivo โnuestroโ. รl no forma parte ni del pasado descrito, ni tiene responsabilidades por lo que otros hicieron entonces. En su autopresentaciรณn โque me ha recordado, en algunos pasajes, al Marc Bloch de la primera parte de La extraรฑa derrotaโ, รlvarez Junco da un par de autodefiniciones: se considera firmemente no nacionalista, siendo su รบnica lealtad hacia el conocimiento riguroso; y, asimismo, concreta su posiciรณn, en el debate entre modernistas y primordialistas en el estudio de las naciones y los nacionalismos, como historicista o constructivista, aceptando la existencia de โnacionesโ antes de la รฉpoca contemporรกnea, aunque aclarando que โno eran identidades colectivas a las que se atribuรญa soberanรญa sobre un territorioโ.
Dioses รบtiles. Naciones y nacionalismos estรก dividido en cuatro capรญtulos. En el primero se exponen, por un lado, las teorรญas actuales sobre las naciones y los nacionalismos โdesde Hans Kohn, Carlton Hayes y Karl Deutsch, a mediados del siglo XX, hasta Michael Billig, Anne-Marie Thiesse y Homi Bhabha, sin olvidar al ya citado Hobsbawm o, entre otros mรกs, a Benedict Anderson y Ernest Gellnerโ, que representan una autรฉntica revoluciรณn cientรญfica por lo que al tratamiento acadรฉmico de estos temas se refiere, asรญ como los principales elementos y conclusiones derivados de estas investigaciones. Destacan, entre ellos, que las naciones y los nacionalismos no son fenรณmenos naturales, sino creaciones de la historia, es decir, meras construcciones; que las naciones no se han dado solamente en algunos pocos lugares y momentos, pero que no representan un rasgo permanente ni esencial de la especie humana; o bien que las identidades nacionales estรกn sujetas de forma permanente a la instrumentalizaciรณn polรญtica y que se caracterizan por su artificialidad. Las naciones constituyen, por encima de todo, objetos histรณricos. Por otro lado, en el bloque inicial se hace una propuesta de definiciรณn de tรฉrminos como Estado, Estado-naciรณn, naciรณn y nacionalismo. El tรฉrmino โnaciรณnโ, en concreto, corresponde, segรบn รlvarez Junco, al โconjunto de seres humanos entre los que domina la conciencia de poseer ciertos rasgos culturales comunes (es decir, de ser un โpuebloโ o grupo รฉtnico), y que se halla asentado desde hace tiempo en un determinado territorio, sobre el que cree poseer derechos y desea establecer una estructura polรญtica autรณnomaโ. El componente voluntarista resulta evidente.
Las tres partes restantes estรกn dedicadas a casos de construcciรณn nacional. En primer lugar, aquellos que han parecido mรกs relevantes al autor, excluidos los de la penรญnsula ibรฉrica: Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Rusia, Turquรญa, Estados Unidos y las antiguas colonias ibรฉricas en Amรฉrica. La insoslayable necesidad de generalizar hace inevitables algunas omisiones o simplificaciones. รlvarez Junco, consciente de ello, nos lo advierte y se disculpa en la introducciรณn. Asรญ ocurre en los ejemplos francรฉs e italiano, para los que el autor decide utilizar como guรญa, respectivamente, los interesantรญsimos trabajos de Eugen Weber y Alberto M. Banti, lo que comporta un anรกlisis excesivamente estatalista y tardรญo en lo temporal en el primer caso โalgo corregido en los estudios del australiano Peter McPhee o de los franceses Maurice Agulhon, Philippe Boutry, Jean-Franรงois Chanet, Gilles Pรฉcout o Christine Guionnetโ y una perspectiva excesivamente culturalista en el segundo, que podrรญa haber sido matizada con los trabajos de la britรกnica Lucy Riall o de los italianos Maurizio Ridolfi, Antonio de Francesco o Fulvio Conti. Insisto, sin embargo, en la inexorabilidad parcial de este problema. El capรญtulo tercero del libro aborda extensamente el caso espaรฑol, transitando por el tรฉrmino Hispania y la Monarquรญa Catรณlica, de tipo prenacional, asรญ como por el paso del imperio a Estado-naciรณn en el siglo XIX y los consiguientes procesos de nacionalizaciรณn, las identificaciones en la centuria siguiente entre dictaduras y espaรฑolismo y la problemรกtica actual en torno a la identidad nacional.
Finalmente, el cuarto capรญtulo estรก dedicado a las identidades alternativas a la espaรฑola en la penรญnsula ibรฉrica, con especial atenciรณn a la catalana y la vasca, pero sin dejarse en la mochila ni la portuguesa, ni la gallega, ni tampoco la andaluza. Sin embargo, a esta รบltima se le caracteriza como un regionalismo, no un nacionalismo, al igual que otras como la valenciana, la aragonesa o la asturiana. En todos los casos se aportan infinidad de datos y una visiรณn panorรกmica de largo recorrido y aliento. Para Cataluรฑa, una mรกs especรญfica concreciรณn sobre el momento en que se puede hablar con propiedad โo noโ de naciรณn se echa quizรกs en falta. Pero no voy a entrar en detalles. Josรฉ รlvarez Junco ha escrito un libro รบtil y necesario, que combina tres meritorias capacidades de este estudioso, que ya habรญamos tenido ocasiรณn de apreciar en textos anteriores: la siempre bienvenida construcciรณn de marcos teรณricos y explicaciones complejas, la perspectiva amplia y comparada y, asimismo, la incitaciรณn al diรกlogo y el debate cientรญfico. Y lo ha hecho desde una fidelidad y un compromiso que son los รบnicos autรฉnticamente vรกlidos y relevantes para el historiador. La fidelidad y el compromiso con la historia bien hecha. Ni mรกs, ni menos. ~
Jordi Canal (Olot, Girona, 1964) es historiador. Es catedrรกtico de la รcole des Hautes รtudes en Sciences Sociales, de Parรญs. Su libro mรกs reciente es '25 de julio de 1992. La vuelta al mundo de Espaรฑa' (Taurus, 2021).