Odiar con conocimiento de causa: Purity, de Jonathan Franzen

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En una entrevista con The Guardian, en agosto de 2015, Jonathan Franzen dijo que en algรบn momento considerรณ adoptar un niรฑo huรฉrfano iraquรญ para ver si asรญ entendรญa cรณmo pensaban los jรณvenes. A Franzen le parece que los jรณvenes de hoy en dรญa suelen ser unos cรญnicos, en parte quizรกs por su relaciรณn con la tecnologรญa. En otro artรญculo para The Guardian titulado “What's Wrong with the Modern World” dice que, entre otras cosas, internet ha contribuido a acelerar el empobrecimiento de los escritores. Dice tambiรฉn que debido al abuso de Internet: “la verdadera esencia de nuestras vidas diarias es la distracciรณn total. No podemos enfrentar los problemas reales […]Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo mandando mensajes de texto y correos y en Twitter”. A Franzen, Twitter y Facebook le parecen en parte aspiraciones utรณpicas, “y en parte una vigilancia panรณptica repugnante”.

En ese mismo artรญculo, Franzen dice a propรณsito de Karl Kraus que “pasaba mucho tiempo leyendo sobre las cosas que odiaba, para poder odiarlas con autoridad”. Lo mismo podrรญamos decir de Franzen: quiere entender lo que odia tanto como entiende a las aves y al resto de las cosas que ama. Su mรกs reciente novela, Purity, es ese intento de complejizar y comprender lo que hay detrรกs de su odio hacia los jรณvenes y la cultura de Internet.

Purity se centra en dos personajes principales: una joven llamada Purity, y un villano muy parecido a Julian Assange, llamado Andreas. Franzen asegura que en algรบn momento se curรณ de ese odio hacia la juventud, y quizรกs es cierto, porque en el personaje de Purity vemos ese cinismo que critica, pero es una cรญnica divertida y hasta entraรฑable.

Queda claro, por otro lado, que Franzen no superรณ su odio respecto a internet y que sรณlo llegรณ hasta cierto punto en el proceso de comprensiรณn. Por mรกs que se reuniรณ con grupos de jรณvenes en Berkeley para entender cรณmo utilizaban Internet en sus vidas diarias, hay algo en su uso del lenguaje con respecto a las tecnologรญas que sigue sintiรฉndose artificial. Por ejemplo la frase “they stayed in textual touch” (se mantuvieron en contacto textual), o “she had to fight the temptation to sext him a picture of her private thing” (tuvo que luchar contra la tentaciรณn de sextearle una foto de su parte privada), o cuando escribe “but instead she appended further texts” (pero en vez adjuntรณ mรกs mensajes). Hay muchas sutilezas en la jerga cotidiana de internet que se le escapan. Franzen se considera a sรญ mismo un usuario no nativo de Internet, y asรญ se leen los fragmentos acerca de internet en Purity, como si el autor estuviera escribiendo en un segundo idioma.

La estructura de la novela no es nueva para Franzen. Al igual que en The Corrections y Freedom, la novela se centra en un personaje a la vez. Lo que sรญ es distinto, sin embargo, es la construcciรณn de la trama. En muchos sentidos, Purity es una reescritura de Great Expectations. A la protagonista la llaman Pip, y su madre es una especie de Miss Havisham contemporรกnea. Varios de los temas que aborda la novela: la idea de pureza, de bondad y deseo, tambiรฉn tienen ecos de la novela de Dickens. Pero quizรกs el elemento mรกs evidente de reescritura es la trama. Purity, al igual que Great Expectations, construye una trama complicada en donde poco a poco se revela que alguien estรก controlando el destino de la protagonista. Como experimento, la idea de transformar la gran novela victoriana en una gran novela estadounidense resulta cuando menos interesante.

Great Expectations tiene dos finales distintos. El primero es el que Dickens escribiรณ originalmente, y que se publicรณ hasta despuรฉs de su muerte. En รฉl, Estella tiene una vida trรกgica y no vuelve al lado de Pip. En el segundo final, Pip y Estella terminan juntos. El final de Purity combina estos dos finales.  Insinรบa grandes esperanzas, de dinero, amor y felicidad, para la protagonista, aunque, por el ejemplo de sus padres y del resto de los personajes, todo parece indicar que son falsas esperanzas. 

Siguiendo con el tema de esperanzas y expectativas, es posible que las del lector, del admirador de The Corrections, se vean defraudadas con Purity. Entre otras cosas, porque hay menos humor, y quizรกs tambiรฉn debido a un par de personajes a propรณsito desesperantes, quizรก demasiado. Sin embargo, vale la pena conocer y considerar las opiniones respecto a la vida moderna que Franzen presenta en Purity. Las reseรฑas negativas a la novela muestran que mรกs de uno las considera irritantes. Habrรญa que tratar de entender ese odio. Sin duda en muchas ocasiones estarรก justificado, pero en otras, tambiรฉn, quizรกs se deba a que Franzen pone el dedo en la llaga en la tendencia contemporรกnea a glorificar las nuevas tecnologรญas. Quien quiera odiar a Franzen con autoridad, no tiene mรกs remedio que leer Purity.

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(ciudad de Mรฉxico, 1988), es ensayista. Por Foreign Body/Cuerpo extraรฑo (Literal Publishing, 2013) obtuvo el Premio Literal de Ensayo 2013 que convoca la revista Literal.


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