Desde el sigloย XIX, la violencia en Mรฉxico ha sido interpretada como una prรกctica inherente a un paรญs con grandes desigualdades sociales y tradiciones autoritarias. El tรณpico de un Mรฉxico sangriento, que produjo pรกginas y pรกginas de disquisiciones evolucionistas y eugenรฉsicas, y que cristaliza en la conocida frase de Porfirio Dรญaz de que Francisco I. Madero, con su Revoluciรณn de 1910, habรญa โsoltado al tigreโ, arraigรณ, hasta hace muy poco, en los acercamientos teรณricos e histรณricos al tema.
Un libro reciente del historiador Pablo Piccato, en la valiosa colecciรณn Historia mรญnima, que dirige Pablo Yankelevich en El Colegio de Mรฉxico, ofrece la visiรณn mรกs actualizada, desde el punto de vista historiogrรกfico, del fenรณmeno de la violencia en el siglo XX mexicano. Como en los clรกsicos ensayos de Walter Benjamin y Hannah Arendt, Piccato parte de una distinciรณn entre diversos tipos de violencia y de un abandono de cualquier determinismo normativo que asocie la violencia al โatrasoโ, la โbarbarieโ o la composiciรณn social o racial del paรญs.
El historiador, que hace un par de aรฑos publicรณ Historia nacional de la infamia. Crimen, verdad y justicia en Mรฉxico (2020), propone una subdivisiรณn del fenรณmeno de la violencia en siete tipos: la โrevolucionariaโ y de la guerra civil, la โagrariaโ o de las disputas por la propiedad territorial, la โreligiosaโ o relacionada con las religiones y sus instituciones, la de los โpistolerosโ y la criminalidad y delincuencia comunes, la de las guerrillas, movimientos armados y su represiรณn desde el Estado, la del crimen organizado y los negocios ilegales, y la de gรฉnero y los feminicidios.
Los siete tipos de violencia son estudiados por Piccato a travรฉs de un enfoque narrativo e interpretativo que opera, a la vez, en la dimensiรณn sincrรณnica y la diacrรณnica. Cada una de las violencias es predominante en un periodo especรญfico del siglo XX: la revolucionaria en la dรฉcada del diez, la agraria y la religiosa entre los veinte y los treinta, el pistolerismo en los aรฑos cuarenta y cincuenta, las guerrillas y el autoritarismo en los sesenta y setenta, el narcotrรกfico entre fines del siglo XX y principios del XXI, y los feminicidios en las รบltimas dรฉcadas.
Observa el profesor de la Universidad de Columbia que todas esas violencias y otras, como la racista, la machista o la xenofรณbica, se manifestaron simultรกneamente desde el periodo revolucionario, pero cada una tuvo su propio momento de despegue y expansiรณn a lo largo de la centuria. Tambiรฉn argumenta Piccato que en todos los casos se yuxtaponen las violencias desde abajo y desde arriba, las activadas por reclamos de justicia e igualdad y las destinadas al control y la represiรณn.
En contra de viejos estereotipos heredados, el historiador argumenta que la violencia contra civiles en el periodo revolucionario fue practicada por todas las corrientes: la maderista y la zapatista, la villista y la carrancista. A partir de los estudios clรกsicos de Robert McCaa, Piccato regresa al debate sobre el millonario saldo de muertes de la Revoluciรณn, una experiencia que, sin embargo, no debe equipararse a las prรกcticas del terror en revoluciones comunistas como la rusa o la china.
La violencia rural es analizada desde la larga tradiciรณn de rebeliones agrarias, estudiada por John Tutino, Florencia Mallon, Romana Falcรณn y otros historiadores. Aunque sus raรญces inmediatas se encuentran en los aรฑos revolucionarios, ese tipo de violencia se expande y reproduce, especialmente, en algunos estados que vivieron experiencias de radicalismo agrario, como Veracruz, Yucatรกn, Tabasco y Michoacรกn, bajo los gobiernos de Adalberto Tejeda, Heriberto Jara, Tomรกs Garrido Canabal, Felipe Carrillo Puerto y Francisco J. Mรบgica.
A pesar de que la violencia agraria no respeta fronteras ideolรณgicas o polรญticas, son inevitables las distinciones entre liderazgos agraristas como los de รrsulo Galvรกn o Herรณn Proal, y cacicazgos como los de Parra, Cedillo, Santos, Barrios o Charis. Esa tensiรณn normativa en el mapa de la violencia agraria es trasladada al tercer tipo estudiado, el de la violencia religiosa, donde chocan el anticlericalismo revolucionario y el integrismo catรณlico, sobre todo, en esos mismos estados que experimentaron radicalismos agrarios.
Tan atento a los brotes de violencia de los levantamientos cristeros y la contrainsurgencia callista, como a los de sinarquistas y โcamisas doradasโ, Piccato aprovecha hรกbilmente, en estos capรญtulos, la narrativa de la Revoluciรณn (Guzmรกn, Azuela, Campobello, Revueltas…) y estudios de microhistoria como el clรกsico de Luis Gonzรกlez y Gonzรกlez, Pueblo en vilo (1968). Este recurso se afina aรบn mรกs en el capรญtulo siguiente, dedicado al pistolerismo, donde el historiador recupera las tesis de Historia nacional de la infamia, que contiene un sugerente anรกlisis de los orรญgenes de la novela negra mexicana: Leo DโOlmo, Marรญa Elvira Bermรบdez, Rodolfo Usigli, Juan Bustillo Oro, Rafael Bernal.
La emergencia de guerrillas, en el Mรฉxico de los sesenta, es uno de los temas de mayor atracciรณn historiogrรกfica en aรฑos recientes. Piccato retoma estudios de Adela Cedillo, Fernando Herrera Calderรณn y Ariel Rodrรญguez Kuri para reconstruir los proyectos guerrilleros de Rubรฉn Jaramillo, Genaro Vรกzquez, Lucio Cabaรฑas y la Liga 23 de Septiembre, a los que se enfrentรณ la contrainsurgencia y represiรณn de los gobiernos de Gustavo Dรญaz Ordaz, Luis Echeverrรญa y Josรฉ Lรณpez Portillo. Aquรญ el historiador se adentra en el terreno escabroso del respaldo a la represiรณn en segmentos conservadores de la sociedad mexicana.
Los dos รบltimos capรญtulos de este libro รกgil y documentado estรกn dedicados a temas que corresponden a la historia presente de Mรฉxico: el narcotrรกfico, la violencia de gรฉnero y los feminicidios. Piccato expone, crรญticamente, el giro de la estrategia del Estado mexicano, de la complicidad en los aรฑos ochenta y noventa, a la guerra y hostilizaciรณn en las primeras dรฉcadas del siglo XXI. Y concluye: โpresidentes vienen y van, pero la violencia sigue ahรญ, imponiendo su lรณgica impredecibleโ. Conclusiรณn tan vรกlida para aquella violencia como para la feminicida, cuyo รบnico saldo rescatable es la ingente movilizaciรณn de colectivos feministas, a favor de los derechos de las mujeres. ~
(Santa Clara, Cuba, 1965) es historiador y crรญtico literario.