โEl que no oye consejo no llega a viejoโ, reza el adagio. Pero a veces hay que hacer oรญdos sordos. Mรกs allรก de las leyes, reglas y obligaciones religiosas, los consejos han sido siempre parte de la literatura. Algunos suenan muy razonables a pesar del paso del tiempo; otros parecen alejarse de la sabidurรญa.
Alrededor del setecientos antes de Cristo, Hesรญodo escribiรณ su poema didรกctico Trabajos y dรญas. Da consejos sobre las labores de campo, la amistad, los vecinos, el matrimonio.
โEn primer lugarโ, escribe, โprocรบrate casa, mujer y buey de laborโ, pero aclara, โmujer comprada, no desposada, para que tambiรฉn vaya detrรกs de los bueyesโ.
Recomienda el matrimonio para el hombre alrededor de los treinta aรฑos, con una mujer en torno a los dieciocho โque viva cerca de tiโ y eligiรฉndola bien porque โnada mรกs terrible que la mala mujer, siempre pegada a la mesa y que, por muy fuerte que sea su marido, le va requemando sin antorcha y le entrega a una vejez prematuraโ. Al estilo de la familia pequeรฑa vive mejor, dice: โProcura tener un solo hijo, para conservar intacto el patrimonioโ.
Agrega que el mejor tesoro en los hombres es โuna lengua parcaโ. Y entonces pasa a dar consejos sobre lo que mรกs parece inquietarle: โNo orines de pie vuelto hacia el sol, sino cuando se ponga; recuรฉrdalo: hacia el oriente y sin desnudarteโฆ tampoco en el camino ni fuera del camino te orines sobre la marcha; muy sensato es el hombre que lo hace agachado o el que se arrima al muro de un corral bien cercadoโฆ no te orines en las fuentes; guรกrdate bien de elloโ. Mรกs delante retoma el tema y recomienda tampoco hacerlo en los rรญos.
Hay que recordar el modo en que vestรญan los griegos, si es que vestรญan, y la ausencia de ropa interior. Los judรญos ataviaban tambiรฉn de modo ligero, por eso Jehovรก hubo de dictaminar: โNo subirรกs por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a รฉlโ. Aunque con Jehovรก de los ejรฉrcitos los consejos son ley. Tal como los consejos del jefe son รณrdenes.
No fue Pablo Neruda, sino San Pablo, el que pidiรณ silencio a las mujeres: โCallen en las congregaciones; porque no les es permitido hablarโฆ Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridosโ. San Bernardino de Siena, ese โpatrรณn santo y piadoso de un pueblo que tanto te amaโ, iba un poco mรกs allรก del silencio. Concedรญa a los maridos el derecho de golpear a sus mujeres, pero โno cuando estรฉn embarazadasโ. Y haciendo eco de tan santas palabras, un cรณdigo legal francรฉs proponรญa que โle mari ne doit battre sa femme que raisonnablementโ.
Prefiero los consejos de libros que abogan por que en la mesa no se cepillen los dientes ni se use el mantel para limpiar las manos o el cuchillo ni se regrese al plato โlo que ya masticaste y vas a masticar de nuevoโ ni se enjuaguen los dedos en el caldo.
Cuando Sancho es nombrado gobernador, don Quijote le da pertinentes consejos sobre justicia y buen gobierno, a los que agrega algunos mรกs personales. โNo comas ajos ni cebollas, porque no saquen por el olor tu villanerรญaโฆ habla con reposo, pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismoโฆ Sรฉ templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadieโ.
Malcolm Lowry nos habla de un par de carteles que deambulan entre el consejo y la advertencia: โSu salud estarรก a salvo no escupiendo en el interior de este vehรญculoโ y โยฟLe gusta este jardรญn? ยฟQue es suyo? ยกEvite que sus hijos lo destruyan!โ.
Hablando de hijos, Lorenzo de Medici manda una carta al suyo, que acaba de ser nombrado cardenal, a los diecisรฉis aรฑos. Le previene que Roma es un nido de vรญboras y que buscarรกn corromperlo; le dice que se vista sin ostentaciรณn pero sin austeridad, que emplee un lenguaje respetuoso, que muestre su buen gusto adquiriendo antigรผedades y buenos libros, y muchas recomendaciones mรกs. Pero al final le advierte que hay un consejo que debe seguir por sobre todos los demรกs: โDi levarvi ogni mattina di buona oraโ. Salir de la cama cada maรฑana a buena hora.
Ese รบltimo consejo es un clรกsico. Vรกlido desde la prehistoria hasta nuestros dรญas. Quรฉ mรกs quisiera, pero soy de almohada tardรญa; y sin poder separar el oro del polvo, trato tamaรฑa sabidurรญa con el mismo desaire que las sandeces de San Bernardino.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.