Arcadio Espada
Me lo pediste โporfi(t)โ y cรณmo resistirme y resistirte. Aunque, hombre, hombre, no nos arranquemos en la primera lรญnea tirando al lector por la ventana de su ignorancia, incapaz desde ya de intuir el alcance de nuestras complicidades. Lo entenderรก inmediatamente, que para eso es nuestro lector: Parfit (Derek) es el filรณsofo britรกnico sobre cuya concepciรณn de la identidad personal flotan muchas de tus (ยฟnuestras?) boutades filosรณficas a lo largo de Vida de Arcadio y en la concepciรณn de esta misma obra tuya (ยฟnuestra?). Juguemos pues a lo que nos gusta como a ti te gusta. ยกPorfit!, ยกporfit!โฆ
Parafraseando a Josรฉ รngel Valente, leรญ Vida de Arcadio araรฑando las heladas paredes de ese espejo en el que repudias tus tetas yertas, tu condiciรณn de pelele presunto por mรญ blandida desde la distancia de un recuerdo; una conversaciรณn que, de ser posible, probarรญa la causaciรณn retroactiva, el arquero del tiempo delante de la flecha, el hijo anticipando al padre y su nostalgia. Piรฉnsalo: tรบ hoy causando mi estupor de ayer con tu remembranza. ยกDe ayer! โYa somos el reproche que seremosโ podrรญa decir Hรฉctor Abad Faciolince. ยกQuia! El โTeletransporterโ de Parfit en el marco de este vidrio reflectante. A lo que venimos.
Te lo refresco, sin poner ni quitar (coma) rey:
โHe estado antes en Marte pero solo mediante el mรฉtodo antiguo, un viaje espacial de varias semanas. Esta mรกquina me mandarรก a la velocidad de la luz. Simplemente tengo que presionar el botรณn verdeโฆ ยฟFuncionarรก?… Cuando lo haga perderรฉ la conciencia y me despertarรฉ en lo que parecerรก un momento despuรฉs. De hecho, habrรฉ estado inconsciente alrededor de una hora. El escรกner que estรก aquรญ en la Tierra destrozarรก mi cerebro y mi cuerpo y al tiempo registrarรก los estados exactos de todas mis cรฉlulas. Despuรฉs transmitirรก la informaciรณn mediante una radio. Viajando a la velocidad de la luz, el mensaje tardarรก tres minutos en alcanzar el Replicador ubicado en Marte. Este crearรก entonces, a partir de materia nueva, un cerebro y un cuerpo exactamente como el mรญo. Serรก en este cuerpo en el que me despierteโฆ Presiono el botรณn. Tal y como predije, pierdo, y parece que al tiempo recupero, la conciencia pero en un cubรญculo diferente. Incluso el corte en el labio superior, del afeitado de esta maรฑana, sigue ahรญโ (Reasons and persons, p. 200).
ยฟTรบ tambiรฉn te cortaste frente a ese espejo en el que calibras el pelazo que Dios te ha dado y al tiempo te atisbabas, me venerabas, โentre los muros agrietados por el tiempoโ (de nuevo Valente al rescate)?
Parfit escribiรณ aquella marcianada con los rudimentos imaginativos de un mundo en el que tu idolatrada internet no se avizoraba; no digamos ya el โconectomaโ o que un Sergio Carnicero, perdรณn, Cavanero, concluyera el primer trasplante de cabeza (ยฟo del cuerpo?) entre cadรกveres. Pero la inquietud parfitiana era antigua, la de Locke al conjeturar si el prรญncipe que intercambiaba su alma con la del zapatero remendรณn seguรญa siendo el mismo; si la persona permanecรญa porque mantenรญa consciencia de su pasada vida principesca, pero no asรญ el hombre. ยฟY quรฉ pasarรญa โse pregunta Parfitโ si un nuevo escรกner permitiera no ya mi transporte instantรกneo a Marte, sino mi rรฉplica? โAl considerar estos casos โprosigue Parfitโ descubrimos lo que creemos que implica nuestra existencia continuada, lo que hace que seamos los mismos ahora y el aรฑo que vieneโ. ยฟY quรฉ cosa es? ยฟQuรฉ deberรญamos colegir si la operaciรณn de ese nuevo escรกner daรฑa fatalmente mi corazรณn en la Tierra de forma tal que morirรฉ en unos dรญas? Y puestos a tirar del hilo: ยฟpodrรญa mi rรฉplica consolarme desde Marte, asegurarme que retomarรก mi vida una vez que vuelva a la Tierra, con todos sus afectos, intenciones, propรณsitos, actividadesโฆ?
Claro que, a pesar de ser exactamente como yo: ยฟcรณmo podrรญa ser esa copia que vivirรก mรกs que yo yo? Podrรญa serlo, nos ilustra Parfit, si no pensamos que toda identidad es numรฉrica, unicidad. Un ejemplo que ni pintiparado: a pesar de ser รบnico numรฉricamente decimos que Phineas Gage ya no fue el mismo desde que allรก por 1848 una carcasa metรกlica le atravesรณ el cerebro y dejรณ de ser un buen tipo, un Camps. โPamplinas โreplicarรกs seguramente: el criminal que fue bรญpedo y se presenta amputado al juicio no deja de responder por su pasado. Y ya me dirรกs que diferencia material hayโ. ยฟSe acordaba Phineas Gage de cuando era mejor persona? Esa es, pace Locke, la clave.
Sรญ, la contigรผidad de la memoria para asรญ poder ser centro de imputaciรณn de recuerdos propios, intransferibles, individuos a fin de cuentas. Lรฉete: โยฟQuรฉ unifica las distintas experiencias que tiene un รบnico individuo al mismo tiempo? A medida que tecleo esta frase soy consciente del movimiento de mis dedos y puedo ver el reflejo de la luz del sol en mi mesaโฆ algunos dan la misma respuesta. Lo que las unifica es, simplemente, que son todas mรญasโ (p. 214). ยฟQuiรฉn si no tรบ (ยฟnosotros?) sabe que le tocaste las tetas a esa muchacha borracha que recogisteis en la carretera de Tossa a Sant Feliu? ยฟQuiรฉn si no tรบ (ยฟnosotros?) pudo saber que aquella noche en Canet estabas (ยฟestรกbamos?) muy borracho, y que fue en Cambrils cuando la penetraste o que atestiguaste su primer orgasmo? (pp. 227-228).
Pero te (me) resistes:
โVoy y vengo por tus papeles. Algunos no puedo descifrarlos. ยกNo he llegado a conocerte tanto! Naturalmente me despiertan muchos recuerdos y me ayudan a saber quiรฉn fuiste. Pero la memoria no es la gran unificadora del sujeto. Me acuerdo de ti mรกs que de otros, por supuesto. Pero, como de los otros, me acuerdo desde fuera de tiโฆ No, no somos la misma persona, aunque yo te conocรญ y tengo muchos recuerdos de ti, que trato de fijar y completar y precisar con los papeles que dejaste… (pp. 52, 172).
Desafecto de tus recuerdos, como de esa โoโ beocia con la que aspirabas a la arcadia nominal y de la que te desprendiste escamado cual ofidio desengaรฑado, yo, hambriento y mendigo de tus circunstancias, como cualquiera de tus lectores, uno mรกs de tus legionarios que abundan, capaces de recordar el lugar de cada una de tus comas, me apropio de esa piel a la que llamas โrebozadoโ, incorporo esos recuerdos, y zas aparezco a tu lado, o frente a ti, al otro lado del espejo. ยฟSuplantaciรณn de identidad o apropiaciรณn debida para mejor uso y aprovechamiento de nuestro pasado, de ti al cabo?
ยฟQuรฉ podrรญas objetar?
Podrรกs desprenderte de la โoโ, pero no resistes el calambre de saber, cuarenta aรฑos despuรฉs, y de boca de Maite, que ella fue el primer cuerpo que cataste (ยฟcatamos?). ยฟA quรฉ viene esta persecuciรณn, obsesiva, por tierra, mar y aire de tus compinches de campamento para que confirmen sus (ยฟtus? ยฟnuestros?) recuerdos? ยฟY a quรฉ ese dolor por fracasos como el de Daniela que no te quiso confrontar (p. 241)? ยฟY a quรฉ cuerpo te llegarรกs para reprocharle un pรกrrafo de antaรฑo a un tal Cebriรกn que atravesรณ tu tiempo en primera lรญnea (pp. 216, 221)? ยฟQuรฉ organismo humano debe recordarlo para hacer relevante el reproche?
Dices tener una amiga experta en inteligencia artificial que nos quiere instalar en un escenario virtual. Dile que no hace falta. ยฟNo me ves al otro lado del espejo?
Esta frase: โSupongo que cada uno de los que somos en un nanosegundo concreto de la vida trata de pasar su testigo al que viene, โaunque sea un pastito, una pelusaโ, dicho en los versos de Cortรกzar que me dejaste. La muerte debe de ser que nadie venga al encuentroโ (p. 172). Y este alivio โporfitianoโ: hacer de nuestros estados mentales un rรญo sin cauce y asรญ poder tener que ver mรกs con otros que con nuestros yoes futuros era consolador ante el final indeterminado pero cierto de nuestro organismo. โMorir sabedor de que tendrรฉ una copia no es tan malo como morir simplementeโ seรฑalรณ Parfit a propรณsito del viaje a Marte en el Teletransporter.
ยฟNo me ves? No estoy en Marte. Sigo en Caprarola.
Y sigo ciego mi (ยฟnuestro?) camino.ย
Fdo: Arcadio Espada
Pablo de Lora es catedrรกtico de filosofรญa del derecho en la Universidad Autรณnoma de Madrid. Es autor de "Lo sexual es polรญtico (y jurรญdico)" (Alianza, 2019).