Lo nuestro
Amamos lo que no conocemos, lo ya perdido.
El barrio que fue las orillas.
Los antiguos, que ya no pueden defraudarnos,
porque son mito y esplendor.
Los seis volรบmenes de Schopenhauer,
que no acabaremos de leer.
El recuerdo, no la lectura, de la segunda parte del Quijote.
El Oriente, que sin duda no existe para el afgano,
el persa o el tรกrtaro.
Nuestros mayores, con los que no podrรญamos conversar
durante un cuarto de hora.
Las cambiantes formas de la memoria,
que estรก hecha de olvido.
Los idiomas que apenas desciframos.
Algรบn verso latino o sajรณn, que no es otra cosa que un hรกbito.
Los amigos que no pueden faltarnos,
porque se han muerto.
El ilimitado nombre de Shakespeare.
La mujer que estรก a nuestro lado y que es tan distinta.
El ajedrez y el รกlgebra, que no sรฉ. –
Las guerras
Oscuro ya el acero, la derrota
tiene la dignidad de la victoria;
la arena que ha medido su remota
sombra las dora de una misma gloria.
Las purifica de clamor y euforia
crasa y convierte en una cosa rota
el arco jactancioso. Gota a gota
el tiempo va cubriendo nuestra historia.
Iliรณn es porque fue. El antiguo fuego
que con impรญa mano encendiรณ el griego
es ahora su honor y su muralla.
El hexรกmetro dura mรกs que el fuerte
fragor de los metales de la muerte
y la elegรญa mรกs que la batalla. –
Mรบsica griega
Mientras dure esta mรบsica,
seremos dignos del amor de Helena de Troya.
Mientras dure esta mรบsica,
seremos dignos de haber muerto en Arbela.
Mientras dure esta mรบsica,
creeremos en el libre albedrรญo,
esa ilusiรณn de cada instante.
Mientras dure esta mรบsica,
sabremos que la nave de Ulises volverรก a Itaca.
Mientras dure esta mรบsica,
seremos la palabra y la espada.
Mientras dure esta mรบsica,
seremos dignos del cristal y de la caoba,
de la nieve y del mรกrmol.
Mientras dure esta mรบsica,
seremos dignos de las cosas comunes,
que ahora no lo son.
Mientras dure esta mรบsica,
seremos en el aire la flecha.
Mientras dure esta mรบsica,
creeremos en la misericordia del lobo
y en la justicia de los justos.
Mientras dure esta mรบsica,
mereceremos tu gran voz Walt Whitman.
Mientras dure esta mรบsica,
mereceremos haber visto, desde una cumbre,
la tierra prometida. –