Una carta postrera de Elena Garro a Octavio Paz

A fines de 1989, Elena Garro, que vivรญa en Parรญs con su hija Helena Paz Garro, enviรณ una carta a Octavio Paz, que estaba en Mรฉxico.
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A fines de 1989, Elena Garro, que vivรญa en Parรญs con su hija Helena Paz Garro, enviรณ una carta a Octavio Paz, que estaba en Mรฉxico. La carta forma parte de la colecciรณn โ€œElena Garro Papersโ€ que custodia la Biblioteca Firestone de la Universidad de Princeton.

La reproduzco, pues al parecer ha pasado desapercibida por las estudiosas y los estudiosos de la vida y la obra de la escritora que, quizรกs, la encuentren interesante.

 

 

Diciembre 28 de 1989, Parรญs.

Seรฑor Don Octavio Paz.

 

         Estimado Octavio Paz:

         Este aรฑo va a terminar. El que entra suma diecinueve y este nรบmero siempre trae sorpresas desagradables. De ahรญ que me apresure a molestarte. Hace ya tiempo que deseaba escribirte para pedirte perdรณn por todas las calamidades desdichas y sufrimientos que ocasionรฉ en tu vida. Crรฉeme que te pido perdรณn despuรฉs de una larga, muy larga temporada de introspecciรณn, examen de conciencia y anรกlisis de mi execrable conducta. Perdona, no puedo dejar de llorar. Sรญ, llorar a lรกgrima viva. ยฟCรณmo pude ser tan estรบpida?, ยฟtan frรญvola?, ยฟtan inconsciente? Ahora, despuรฉs de estos aรฑos terribles, no lo entiendo. ยกY tรบ decรญas que yo era ยกmuy inteligente! Y, yo, vanidosa me lo tomรฉ en serio! Esto me martiriza. Pues veo que todo lo que me dijiste, (salvo lo de la inteligencia) era verdad.

No lloro por mรญ. Lloro porque el mal que hice ya no tiene remedio. Y ese mal ha caรญdo sobre la Chata, que ninguna culpa tiene. Su vida ha sido mรกs que triste. ยกMucho mรกs! Lo que sรญ te puedo asegurar es que siempre le he dicho: โ€œNo hagas esto o aquello, acuรฉrdate de que tu padre no estaba de acuerdo y el tiempo ha demostrado que รฉl tenรญa la razรณnโ€. Ella te quiere mucho, mรกs de lo que te imaginas y tambiรฉn le tiene afecto y le hace mucha gracia tu mujer. Anoche estaba feliz, porque hablรณ un ratito con ella y estuvo muy amable. He oรญdo que a veces riรฑen. Ella me explica: โ€œEs que las dos somos como la leche que se sube en un instante y luego bajaโ€ฆโ€ A mรญ me consuela que se entienda con la seรฑora, pues estรก ยกtan sola y tan desamparada!, que solo por eso me da terror morirme.

El accidente la ha dejado muy mal. Pesa cuarenta y cinco kilos y mide un metro setenta. El golpe principal lo recibiรณ en la cabeza. Los mรฉdicos opinaron que estos golpes producen depresiones nerviosa fuertes, vรฉrtigos y nรกuseas, que es lo que ella padece. Por eso me da miedo que salga sola y tome ese Metro a la hora justa de la multitud. Ese accidente me preocupa. Te dirรฉ por quรฉ: cuando ella estaba en el hospital, yo venรญa a ver a Petrouchka,[1] el gatito, que estaba ya muy ancianito y que tanto la querรญa. Era un animalito muy inteligente y que habรญa sufrido mucho en las fondas espaรฑolas. Tรบ sabes lo brutales que pueden ser los espaรฑoles con los animales. Y Petrouchka se quedรณ traumatizado. Una vez que vino E. Junger[2] a visitar a Helena, el gatito corriรณ a esconderse. Junger dijo: โ€œEste animalito tiene mucho miedoโ€. Y me mirรณ con reproche.

Pero, volvamos a la maรฑana en que vine a verlo. Lo encontrรฉ empapado y lleno de sangre. En el baรฑo habรญa una larga mancha de agua y sangre. El, estaba de pie sobre las dos patitas traseras, con cara de loquito y no querรญa que me acercara a รฉl. ยกClaro, lo cogรญ y lo sequรฉ! Pero habรญa mรกs: un gran desorden en mis papeles. Papeles que tenรญa guardados en un baรบl. Ni hice mucho caso, me preocupaba Petrouchka. Al dรญa siguiente, cuando estaba limpiando un cuarto, encontrรฉ mรกs papeles y en el pasillo un timbre usado con un sello de Tunez.

Me pareciรณ que algรบn ladrรณn se habรญa metido a robar y que no encontrรณ nada de valor. En cambio Petrouchka se muriรณ a los tres dรญas, cogido con las dos manitas del brazo de Helena, que quiso salirse del hospital cuando supo lo ocurrido. Despuรฉs, cuando volviรณ al trabajo, Paca le dijo: โ€œยกCuรญdate! No salgas sola a la calle. Ese fue un golpe contra la familia. Nosotros lo sabemosโ€. Lo mismo nos habรญa dicho el Dr. Lievain. Pero no lo creรญmos.

Helena, contraviniendo mis รณrdenes y MI VOLUNTAD se empeรฑรณ en que viviera aquรญ un primo, hijo de mi hermano.[3] Lo ayudรณ en todo. Yo estaba indignada, pues el hombre se portaba absolutamente mal. Pero tu hija me reclamaba: โ€œยฟQuieres que me quede sola en la vida?โ€. El tipo la ha mentalizado: โ€œTu madre ya estรก muy vieja, se va a morir y tรบ te vas a quedar ยกsola! ยกsola! ยกsola!โ€. Todos los dรญas le dice esto y luego la insulta y me insulta si la defiendo. ยกComo me he acordado de tus vaticinios! Y se los he repetido a Chata, que vive desesperada. Ya una vez le estrellรณ un vaso en la siรฉn y le produjo una hemorragia tremenda. Subimos corriendo a ver al Dr. Van Der Elst y nos dijo que รฉl no podรญa curarla. A las once de la noche la tuve que llevar al hospital Ambroise Pare. Llenรณ el taxi de sangre. En urgencias, la cosieron y le hicieron radiografรญas de la cabeza, etc. Nos ha roto los muebles que Helena estรก pagando en abonos. (Son muy pocos, la casa estรก casi vacรญa). A mi tambiรฉn me ha pegado e insultado de la manera mรกs horrible.

Helena pensaba que estaba tan histรฉrico porque no tenรญa trabajo y lo llevรณ al Consulado, a trabajar gratis. Allรญ se portรณ muy bien, durante varios meses. Pero al llegar a la casa se convertรญa en el mismo demonio. Por fin, Del Paso[4] lo nombrรณ auxiliar con un sueldo de unos mil dรณlares (nunca ha visto su fundillo en tan alto cojinillo) como decรญa Pepita.[5] Pues ahora que Chata necesita que alguien la acompaรฑe en el Metro, el tipo no lo hace. Y en la oficina se queja de Chata, poco a poco, estรก metiendo intrigas contra ella. Yo se lo dije: โ€œNo lo lleves al Consulado. Va a lograr que te quiten el trabajoโ€. ยกFue inรบtil! La amenacรฉ con decรญrtelo y me acusรณ de querer dejarla sola. La otra noche, le golpeรณ la cabeza contra la pared y porque yo quise defenderla me cogiรณ de las muรฑecas y casi me las rompe. Luego vino a nuestro cuarto y destrozรณ el librero. Lo hizo aรฑicos y ahora tenemos todos los libros en el suelo. ยกEsto es el acabรณse! A veces te ha hablado llorando. Esto sucede, cuando el tipo hace algo terrible. ร‰l lleva las cuentas, y estamos endeudadas. Yo no gasto nada, porque por mis manos no pasa un cรฉntimo. Helena puso su cuenta a nombre de los dos, para que pudiera tener la Carte de Sejour.[6] ร‰l invita a comer, a cenar, a beber, a sus amigas (del Consulado) con el dinero de Chata. Lo van a nombrar en febrero. Yo quisiera QUE NO LO NOMBRARAN. Pero, ยฟque puedo hacer? Aquรญ a la casa no entra NADIE. La Nochebuena vino Vรญctor, porque el niรฑo se fue con una amiga y pudimos recibirlo. Ha corrido a todos los amigos de Chata y mรญos. Tambiรฉn a las amigas. Eso sรญ, en la oficina es una seda y Chata no puede decir NADA de รฉl. Todos se le vienen encima. Ya sabes que no la quieren, porque estรก โ€œde a dedoโ€ como dicen ellos. Aunque todos estรฉn en la misma condiciรณn, solo que los โ€œdedosโ€ que los han puesto sean menos ilustres que el que puso a Chata.[7]

Ayer todos se le echaron encima porque dijo que el โ€œjuicioโ€ de Caecescou, era un asco y una vergรผenza.[8] No solo lo dice ella, lo dicen todos los disidentes rumanos que aparecen en la T.V.

ยฟVes como tengo razรณn de llorar y pedirte perdรณn? Yo te aseguro que nunca pensรฉ que mi familia pudiera convertirse en esto. Ahora cรณmo me arrepiento de no haberte escuchado. Cuando menos Chata no pasarรญa estos tragos. Yo le digo: โ€œยฟCรณmo que estรกs sola? ยฟY tu padre, que es el que te socorre? ยฟY yo, que te cuido como a la niรฑa de mis ojos?โ€ Pero el hombre[9] contesta: โ€œEstรกn muy viejos, ya se van a morir y se va a quedar sola, sola, solaโ€.

ยกAy! Octavio, yo tengo que llorar hasta mi รบltimo dรญa, a ver si Dios me perdona por haber sido tan rebelde, estรบpida, egoรญsta y majadera! No creo que tรบ puedas perdonarme, pero yo cumplo con una necesidad muy grande, que tengo de implorar tu perdรณn. Me sentirรญa un poco aliviada y sentirรญa a mi hija mรกs cerca de ti, que para mรญ es FUNDAMENTAL.

No duermo, me paso la noche leyendo a los rusos. Si cierro los ojos veo todo el desastre que produje. Perdรณname, por favor y disculpa que tu hija sea tambiรฉn la mรญa. ยกPor favor! Pobre criatura. Sรญ, los hijos pagan los delitos de los padres. En este caso de la madre.

Te admira y te desea lo mejor del mundo.

Elena Garro.

P.D. Si puedes hacer algo hazlo sin que se note o sepa. El chico รฉste dice siempre que se va a vengar. Y yo lo temo.

        

 

[1] Este gatito โ€œPetrouchkaโ€ es personaje de Andamos huyendo Lola y del cuento โ€œLa corona de Fredegundaโ€.

[2] Ernst Jรผnger prologรณ La rueda de la fortuna (FCE, 2007), el libro de poemas de Helena Paz Garro. 

[3] Jesรบs Garro, hijo de Albano Garro. Muriรณ en 2017. Se ostentaba tambiรฉn como albacea del legado literario de Garro y apoderado legal de su prima, a quien โ€œcuidabaโ€ al final de su vida.

[4] El escritor Fernando del Paso estaba a cargo del consulado de Mรฉxico en Parรญs.

[5] La madre de Octavio Paz, Josefina Lozano.

[6] El documento que certifica la residencia legal en Francia. 

[7] Es decir, los de su padre.

[8] El 25 de diciembre de 1989, el gobierno provisional del Frente de Salvaciรณn Nacional de Rumania condenรณ a muerte al dictador y a su esposa luego de un juicio sumario. 

[9] Es decir, el sobrino Jesรบs Garro.

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Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.


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