Veo en la red al presidente de Venezuela
condenar a quienes le ganaron limpiamente
en unas elecciones muy bien organizadas.
Invita a sus simpatizantes a delatar
a los del partido opositor.
Las fuerzas del orden
patrullan día y noche las calles
en las que se ha manifestado
una mayoría que comprobó
la constancia en actas
de su voto en contra de él.
Ahora pueden ser reprimidos,
secuestrados, asesinados,
ir presos sólo por la valentía
de salir a las calles
y mostrarle al mundo que votaron.

***

Ante lo que acontece en Venezuela,
en Cuba y Nicaragua,
mantienen sus sueños alejados y en teoría.
Los defienden sin ver de frente su fracaso,
su idea pedestre de arreglar el mundo
que ha provocado millones de huidos
de esas dictaduras iguales a las que decían combatir.
Son también quienes no piensan en el futuro
de muchísimos jóvenes que despertaron
sin dejarse marear por los discursos,
sabiendo que quieren una libertad
que no entendían hasta verla perdida.
La necesitan para poder seguir
simplemente con ánimo,
que la vida no pase como una aplanadora
de miedo y de violencia
que les quite el relieve
y los haga exiliados si no es que muertos
en su propio país. ~