La semana pasada les hablaba del reto discursivo de los aspirantes a la presidencia de Mรฉxico. Decรญa que el principal desafรญo de Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador como puntero en las encuestas era moderarse y permitir que sus voceros nos ofrecieran a otro AMLO, sensato y apacible. Pero el proceso de beatificaciรณn, perdรณn, el lanzamiento de la candidatura de Josรฉ Antonio Meade fue demasiado para sus nervios, y AMLO volviรณ a lo que conoce y domina: la comunicaciรณn basada en el conflicto (โseรฑoritingoโ), la victimizaciรณn (โno permitiremos la imposiciรณnโ) y la polรฉmica. Precisamente en Guerrero, uno de los estados mรกs castigados por la violencia criminal, el candidato asegurรณ:
โHay que hablar con los mexicanos, con todos. Y hay que plantearles que todos podemos ayudar a que haya paz en el paรญs. Vamos a explorar todas las posibilidades. Desde decretar una amnistรญa, escuchando tambiรฉn a las vรญctimas, hasta exigir al gobierno de Estados Unidos que lleve a cabo campaรฑas para aminorar el consumo de drogasโ.
Un reportero le preguntรณ si esta amnistรญa serรญa para los lรญderes de los cรกrteles, a lo que AMLO respondiรณ: โVamos a plantearlo. Lo estoy analizandoโฆโ.
No me detendrรฉ en la propuesta de amnistรญa en sรญ misma. Ya autores como Hรฉctor de Mauleรณn, Alejandro Hope y otros han sido elocuentes sobre las limitaciones รฉticas y prรกcticas de la idea. En esta bitรกcora analizamos discurso, y con este lance retรณrico AMLO logrรณ dos cosas: recuperar la iniciativa mediรกtica (perdida con el destape de Meade) y poner un enorme espejo frente a la sociedad mexicana.
El argumento de AMLO tuvo gran รฉxito mediรกtico porque resuena intelectual y emocionalmente en las รฉlites de la Ciudad de Mรฉxico que generan opiniรณn nacional: detener la โguerra contra las drogasโ. Una parte muy influyente de esas รฉlites comunica el grave y complejo problema de la inseguridad con base en tres argumentos que iniciaron en la esfera del activismo polรญtico, pasaron al activismo social y de ahรญ han adquirido carta de naturalizaciรณn entre comunicadores, articulistas, e incluso acadรฉmicos:
- El problema mรกs importante de seguridad pรบblica en Mรฉxico es la violencia homicida (โNo mรกs sangreโ).
- Esa violencia homicida fue generada por una sola causa: la decisiรณn del presidente Felipe Calderรณn (2006-2012) de combatir frontalmente el trรกfico de drogas ilegales (โLa culpa es de la guerra contra las drogas de Calderรณnโ).
- Por lo tanto, toda la violencia homicida / inseguridad pรบblica se reducirรญa drรกsticamente, o se detendrรญa, si el presidente dejara de combatir el narcotrรกfico. Especialmente, una sola decisiรณn marcarรญa un antes y un despuรฉs: retirar a las Fuerzas Armadas (responsables รบnicas o principales de la violencia) de funciones de seguridad pรบblica. (โSeguridad sin guerraโ).
Asรญ, el debate pรบblico sobre la crisis de seguridad ha ido perdiendo hondura y calidad, pues esta narrativa polรญtica estรก hecha para vencer a adversarios en el debate (despojรกndolos de legitimidad), no para construir consensos y resolver un problema colectivo. El lenguaje que emplean los proponentes de esta narrativa para describir a quienes piensan diferente no deja lugar a matices. El desacuerdo significa โpromover una cultura de la guerraโ, โdefender el militarismo y la violenciaโ, โinsistir en una estrategia bรฉlica fracasadaโ, โno detener la matazรณnโ, โcombatir violencia con mรกs violenciaโ, etc. Es un clรกsico discurso polรญtico de โellosโ contra โnosotrosโ ยฟY quiรฉn sino un malvado o un idiota podrรญa estar en desacuerdo con quienes quieren el โdiรกlogoโ, โla construcciรณn de la pazโ, y la โseguridad sin guerraโ?
Esta polarizaciรณn del debate pรบblico genera un ambiente tรณxico que niega los espacios de entendimiento del problema para la bรบsqueda de soluciones aceptables para la mayorรญa. Si a eso le aรฑadimos una grave ausencia de liderazgo presidencial en el tema, con un mandatario que en cinco aรฑos no ha sido capaz de explicarnos en quรฉ consistiรณ su estrategia de seguridad, que no rinde cuentas claras sobre sus resultados y ademรกs se siente โbuleadoโ por la sociedad civil, tenemos lo que hoy vemos: gritos cada vez mรกs estridentes de un lado y cerrazรณn cada vez mรกs indolente del otro, frente a una sociedad que vive en el miedo y la desesperanza.
ยฟQuรฉ hacer? El papel de nuestras รฉlites polรญticas e intelectuales deberรญa ser la bรบsqueda de consensos mรญnimos para empezar a salir de esta crisis de violencia. Y los consensos no se construyen centrรกndonos en lo que nos divide, sino en lo que estamos de acuerdo. Acabar con la impunidad, reconstruir el sistema de justicia, crear policรญas con un mรญnimo estรกndar de decencia y eficacia y atender las raรญces sociales del delito podrรญa ser un buen inicio.
ยฟEn quรฉ no nos hemos puesto de acuerdo? En la legalizaciรณn de las drogas y en cuรกndo y cรณmo retirar a las Fuerzas Armadas de tareas de seguridad. Si esto no genera consensos ยฟpor quรฉ centrar el debate en estos dos puntos? Los polรญticos lo hacen para polarizar y obtener beneficios electorales, y por eso la forma descuidada y superficial con la que AMLO plantea su amnistรญa tiene un terrible sabor a demagogia: a un intento por agitar pasiones mรกs que por proponer lo que sus voceros defienden como โalternativas audacesโ. Peor aรบn, con su discurso el candidato nos anticipa con claridad que, en su gobierno, las amnistรญas y los castigos dependerรกn de su criterio. Eso a mรญ no me suena como el avance a un Estado democrรกtico de derecho.
Lo รบnico positivo que le veo a todo esto es que AMLO nos ha puesto frente a un espejo, donde vemos a una sociedad dividida y sin liderazgo gubernamental ni de sus รฉlites. Una sociedad incapaz de encontrar puntos de acuerdo bรกsicos para apagar un incendio que sigue destruyendo nuestro hogar, nuestro paรญs y nuestro futuro, mientras intercambiamos insultos en Twitter y nos divertimos con la telenovela de Kate y el Chapo. Ojalรก esa visiรณn nos moleste lo suficiente como para intentar un diรกlogo nacional sensato y alejado de la demagogia, venga de donde venga.
Especialista en discurso polรญtico y manejo de crisis.