La โventana de Overtonโ es un tรฉrmino de ciencia polรญtica que designa el abanico de ideas aceptables en el pensamiento polรญtico de una cultura en un momento dado. Fue una creaciรณn de Joseph Overton, un intelectual que trabajaba en un think-tank, vivรญa en Michigan y muriรณ en 2003 a los 43 aรฑos en un accidente de vuelo en solitario. Su observaciรณn crucial, que emergiรณ de su trabajo y fue decisiva para el think-tank Right, era que la ventana de la aceptabilidad se puede mover. Una idea puede empezar muy lejos del mainstream polรญtico โlos impuestos planos, la aboliciรณn de la agencia encargada de la recaudaciรณn fiscal, el irs, que haya mรกs armas de fuego en los colegios, construir un hermoso muro y hacer que lo pague Mรฉxicoโ, pero una vez que se ha declarado y defendido, enmarcado y vuelto a defender, se vuelve concebible. Pasa de la periferia de las ideas de los think-tanks de derechas a periodistas compaรฑeros de viaje; despuรฉs pasa a la periferia de la polรญtica electoral; luego se convierte en algo que la gente empieza a aconsejar con seriedad como posible polรญtica. La ventana se ha movido, y รกsperas bestias se deslizan a travรฉs de ella para nacer.
La polรญtica britรกnica nunca ha visto un ejemplo mรกs puro de la ventana de Overton que el referรฉndum sobre la permanencia en la Uniรณn Europea. En 1994, el billonario James Goldsmith fundรณ un partido polรญtico cuyo รบnico propรณsito era abogar por un referรฉndum. El Partido del Referรฉndum estaba muy lejos del mainstream polรญtico, y un nรบmero significativo de sus miembros estaban claramente locos. El momento en el que el partido obtuvo atenciรณn mainstream โhablar de โรฉxitoโ no serรญa justoโ fue cuando el propio Goldsmith se presentรณ a las elecciones generales de 1997 en Putney contra David Mellor, el ministro al que habรญan pillado cuando tenรญa un lรญo con una actriz. Su historia de โfolla y cuรฉntaloโ saliรณ en los tabloides e incluรญa el detalle ficticio de que (por citar la primera pรกgina del Sun) โMellor hizo el amor con la camiseta del Chelsea puestaโ. En una sociedad mejor organizada, inventar ese tipo de cosas te da un Premio Goncourt. A Goldsmith le fue mal y quedรณ cuarto con 1518 votos, pero Mellor perdiรณ de todas formas. Cuando se declaraban los resultados, Goldsmith y sus partidarios cantaban โOut! Out! Out!โ, mientras Mellor pronunciaba el discurso donde aceptaba la derrota, y las palabras sonaban de forma muy parecida a โRaus! Raus! Raus!โ, lo que provocรณ uno de los momentos mรกs memorablemente feos de las elecciones de 1997. El Partido del Referรฉndum disputรณ 547 escaรฑos y los perdiรณ todos.
La historia de cรณmo esa idea, evidentemente ridรญcula en 1997, se convirtiรณ en una realidad en 2016, se contarรก a menudo mientras vivimos sus consecuencias en las prรณximas dรฉcadas. Una de las caracterรญsticas de la historia es una falta de seriedad tรญpicamente britรกnica: tragedia y farsa, como ocurre tan a menudo en la vida polรญtica del paรญs, eran difรญciles de separar. El clรญmax fue el propio referรฉndum, que se prometiรณ en 2013 cuando David Cameron estaba seguro de que no tendrรญa que celebrarlo. La evidencia sugerรญa poderosamente que podrรญa hacer en 2015 lo mismo que habรญa hecho en 2010: culpar a sus compaรฑeros de coaliciรณn, los liberal-demรณcratas, por no haber podido cumplir los compromisos del programa. Cuando llegรณ la campaรฑa, su principal protagonista, Boris Johnson, era un hombre conocido por no estar a favor de sus propios argumentos, que maniobraba para tomar posiciรณn en la batalla por el liderazgo de los tories que debรญa producirse en algรบn instante entre una victoria de la opciรณn de la permanencia y las elecciones generales de 2020. No creo que haya habido un momento de la polรญtica britรกnica en el que tantas personas dedicasen tanto tiempo a declarar ruidosamente cosas que sabรญan falsas.
Kipling hizo una buena pregunta: โยฟQuรฉ saben de Inglaterra los que solo conocen Inglaterra?โ Pero hay una variaciรณn que, hoy, puede ser mรกs relevante: โยฟQuรฉ saben del Reino Unido los que solo conocen Londres?โ La respuesta a las dos preguntas resulta ser la misma: โNo lo suficiente.โ Inglaterra es tan pequeรฑa, desde el punto de vista geogrรกfico, que es fรกcil olvidar que tambiรฉn es sorprendentemente grande. No hay ningรบn paรญs rico de tamaรฑo equivalente que estรฉ mรกs densamente poblado. El รบnico paรญs que tiene mรกs habitantes que Inglaterra y mรกs personas por kilรณmetro cuadrado es Bangladesh. Lo que esto significa, desde el รกngulo de la experiencia, es que hay una especie de densidad en Inglaterra y en ser inglรฉs; Inglaterra es muy parecida a sรญ misma y significativamente diferente si te desplazas quince kilรณmetros. Cuando mi familia vivรญa en Norfolk, yo podรญa notar de inmediato la diferencia entre el acento de Suffolk y Norfolk. Lo hacรญa de manera inconsciente, sin pensarlo: esta persona no es de por aquรญ. La frontera con Suffolk estaba a unos veinte kilรณmetros. Me mudรฉ a Londres a principios de 1987 โcuando conseguรญ un trabajo en la London Review of Booksโ y no echo de menos Norfolk, pero pienso a menudo en la zona.
En los aรฑos que han pasado, la mayor parte de mis viajes por el Reino Unido ha estado vinculada a varias formas de trabajo para los medios. Se necesitarรญa un satirista esforzado para imaginar un oficio mรกs metropolitano que el de crรญtico gastronรณmico, pero la cuestiรณn es que yo lo fui, en dos ocasiones, y un efecto secundario es que pasรฉ mucho mรกs tiempo viajando por Inglaterra de lo que habrรญa hecho de otro modo; especialmente por partes de Inglaterra que, en condiciones normales, no habrรญa tenido motivo para visitar. Si no hubiera estado alardeando de promocionar libros y/o quejรกndome de vieiras insuficientemente caramelizadas, nunca habrรญa tenido razรณn para visitar Hull, Wellingborough, Newcastle, Liverpool, Manchester, Leeds, Sheffield, Hexham, Budleigh Salterton o el Wirral, Chesterfield, Stowmarket, Brighton, Lancaster, Ludlow o Stamford. Estoy encantado de haberlo hecho, porque fue una parte esencial de mi educaciรณn. Las cosas mรกs importantes que saquรฉ de ello son las siguientes: que Inglaterra es al mismo tiempo un paรญs grande y pequeรฑo; que hay mucha Inglaterra profunda y que las distintas formas de la Inglaterra profunda son muy diferentes unas de otras: Ludlow es tan inglesa como G. K. Chesterton, y tambiรฉn lo son Newmarket, Chesterfield y Redruth, pero no son el mismo lugar en absoluto.
Una vez le preguntรฉ a Danny Dorling por quรฉ, cuando yo estudiaba, la geografรญa trataba de las formas de los rรญos pero ahora los geรณgrafos mรกs conocidos parecen ser marxistas. Dijo que es porque cuando miras un mapa y ves que la gente a un lado de una lรญnea es rica, estรก sana y vive mucho tiempo, y la gente del otro lado es pobre, enferma y muere joven, empiezas a preguntarte por quรฉ, y eso te lleva a explicaciones que buscan la causa profunda, que luego te llevan en la direcciรณn del marxismo. Al viajar por Inglaterra, he tenido a menudo motivos para recordar esa observaciรณn. Estamos acostumbrados al anรกlisis polรญtico basado en la clase, y la menor de la razones no es que el sistema polรญtico britรกnico se organice en torno a dos partidos polรญticos cuyas orientaciones principales tienen que ver con la clase. Lo que te asombra si viajas por distintas partes del paรญs, sin embargo, es que la realidad primaria de Gran Bretaรฑa no es tanto la clase como la geografรญa. La geografรญa es destino. Y para buena parte del paรญs no es un destino feliz.
Nacer en muchos lugares de Gran Bretaรฑa es sufrir una derrota irreversible que dura toda la vida: un truncamiento de las oportunidades, de la educaciรณn, del acceso al poder, de la esperanza de vida. La gente que crece en estos lugares viene de un ambiente cultural que los equipaba para un trabajo manual razonablemente bien pagado, no cualificado, semicualificado y cualificado. Los hijos dejaban el colegio en cuanto podรญan y trabajaban en las mismas industrias que habรญan empleado a sus padres. Los jรณvenes con aptitudes acadรฉmicas iban a la grammar school y recibรญan una educaciรณn que les permitรญa convertirse en clase media. Todo eso ha desaparecido, esos puestos de trabajo y las grammar schools, y la vista ofrece un paisaje donde a menudo hay trabajo โexisten bolsas de desempleo, pero en general no hay escasez de trabajo y la tasa de participaciรณn de la fuerza de trabajo es la mรกs alta que ha habido, quince puntos por encima de Estados Unidosโ, pero es insatisfactorio, inseguro y estรก mal pagado. La palabra โprecarioโ tiene como significado subyacente โdependiente del favor de otra personaโ. Alguien puede quitarte las cosas que tienes cuando quiera. El precariado, como se denomina esta nueva clase, quizรก no conozca la etimologรญa, pero no lo necesita: la realidad es demasiado familiar.
ยฟCuรกl ha sido la โofertaโ polรญtica para esa gente, a lo largo de los รบltimos decenios? La verdad es que no mucha. La realidad de la moderna economรญa britรกnica es que los sectores prรณsperos generan los impuestos que pagan lo demรกs. El viejo trabajo ha desaparecido y no va a volver. El declive de la industria britรกnica es real, pero la cifra principal โera el 25% de nuestra economรญa y ahora es el 10%โ oculta el hecho de que todavรญa somos una economรญa industrial importante. Nuestra proporciรณn industrial es mรกs o menos la misma que la de Estados Unidos o Francia; somos la octava economรญa industrial del mundo. Pero esos trabajos ya no son lo que eran. La industria manufacturera britรกnica es todavรญa una industria de alta cualificaciรณn y valor; no fabricamos coches, frigorรญficos, lavadoras, telรฉfonos y cosas que todo el mundo ve, pero hacemos componentes de alta tecnologรญa y aparatos industriales de un tipo en el que nadie piensa. El Reino Unido, por ejemplo, tiene la segunda industria aeroespacial del mundo. La parte mรกs complicada de un aviรณn es el ala; el aviรณn de pasajeros mรกs grande del mundo pertenece al Airbus 380, que se fabrica en Gales. (Son tan grandes que tienen que viajar desde el estuario del Dee en el norte de Gales hasta Pauillac, en el estuario de la Gironda, en un barco construido ex profeso). Este trabajo industrial es de alta cualificaciรณn y valor y no da un empleo masivo; se parece mucho al tipo de trabajo en servicios que florece en Londres y en el sureste.
Estos puestos de trabajo dependen de que el Reino Unido sea una economรญa liberal, abierta e internacionalizada con niveles de alta cualificaciรณn en รกreas concretas. Esta ha sido la direcciรณn que han seguido la polรญtica y economรญa britรกnicas desde 1979, y los dos partidos han desarrollado polรญticas con ese objetivo en la cabeza. El gobierno laborista ofrecรญa mรกs protecciรณn social, pero lo hacรญa en buena parte a escondidas y sin explicar ni defender sus acciones. No habรญa una estrategia para sustituir la industria perdida; eso quedaba en manos del libre mercado. Con estas polรญticas, partes del paรญs han quedado atrรกs, simplemente. La clase trabajadora blanca tiene razรณn al sentirse abandonada: ha sido abandonada. Ningรบn partido polรญtico tiene nada que ofrecerle excepto distintos niveles de prestaciones. La gente que vive en las partes ricas del paรญs paga los impuestos que mantienen a las partes pobres. Si tuviera que elegir un solo dato que no ha desempeรฑado el menor papel en el discurso polรญtico, pero que resume la situaciรณn actual del Reino Unido, serรญa que en el Reino Unido la mayor parte de la gente recibe mรกs del Estado, en transferencias directas de efectivo y prestaciones como atenciรณn sanitaria y educaciรณn, de lo que contribuye a รฉl. Las cifras son inquietantemente similares a las del resultado del referรฉndum: el 48% son contribuyentes netos, el 52% son receptores netos. Es un sistema que despierta un profundo resentimiento tanto en quienes reciben las prestaciones como en quienes aportan su generosidad.
((James Meek, โRobin Hood in a time of austerityโ, London Review of Books, 18 de febrero de 2016.
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Una de las cosas que ves cuando viajas por el paรญs y hablas de economรญa con la gente es que los jรณvenes en particular tienen la impresiรณn de vivir en un sistema econรณmico y no en un sistema polรญtico. Piensan en puestos de trabajo, en pagar el alquiler y en si alguna vez tendrรกn una casa propia y, cada vez mรกs, en deuda estudiantil, y no creen que la polรญtica tenga nada que decirles sobre esas cosas. Eso es porque la economรญa es la misma independientemente del partido que estรฉ en el gobierno. Esta es una de las razones por las que la campaรฑa a favor de la permanencia no logrรณ ganar el debate. Presentar argumentos econรณmicos a votantes que se sienten oprimidos por la economรญa es arriesgado: es bastante probable que te manden a la mierda. Eso es lo que hizo el electorado a la casi cรณmica cabalgata de sabios y peces gordos que se tomaron la molestia de explicar que el Brexit serรญa una locura ruinosa: Obama, Lagarde, Carney, el fmi, la ocde, el Banco Central Europeo y cada comentarista y analista que se te ocurra. El contraargumento no era en realidad un argumento sino un llamamiento muy hรกbil a la emociรณn, a la idea de que el Reino Unido debรญa โrecuperar el controlโ.
Quien diera con ese eslogan habรญa pasado mรกs tiempo escuchando que hablando. La campaรฑa del Remain no logrรณ hacer eso. El tono dominante en el paรญs desde la restricciรณn crediticia y la gran recesiรณn ha sido de perplejidad, desconcierto y desorientaciรณn. ยฟCรณmo ha ocurrido? ยฟCรณmo hemos llegado hasta aquรญ? ยฟPor quรฉ nadie nos escucha, por quรฉ no le importamos a nadie? Es lo que oyes cuando hablas con el pรบblico sobre este asunto. Aunque muchos hablan a menudo de la ira, es revelador que lo hagan tan a menudo preguntando por quรฉ la gente no estรก mรกs enfadada. Si tuviera que elegir una frase que he oรญdo mรกs que ninguna otra en los รบltimos seis aรฑos de conversaciรณn sobre la economรญa, serรญa: โยฟPor quรฉ la gente no estรก mรกs enfadada?โ El voto del Brexit mostrรณ que muchos lo estรกn. Pero quizรก expresรณ esa otra sensaciรณn, la de desconcierto, en la misma medida. โRecuperar el controlโ es una llamada cรญnica pero extremadamente astuta para un electorado en ese estado mental.
La inmigraciรณn, el tema sobre el que los defensores del Leave hicieron campaรฑa de forma mรกs efectiva y cรญnica, es el asunto sobre el que este desconcierto resulta mรกs evidente. Hay elementos obviamente fuertes de racismo y xenofobia en el sentimiento antiinmigraciรณn. Todos los racistas que votaron votaron por Leave. Pero hay mucha gente a la que los inmigrantes no le provoca tanta hostilidad como perplejidad. Se sienten abandonados, olvidados pobres, ignorados y con dificultades; entonces, ยฟpor quรฉ los inmigrantes quieren venir aquรญ, y les va tan bien cuando llegan? Si Gran Bretaรฑa estรก rota, y eso es lo que piensan muchos votantes pro-Brexit, ยฟpor quรฉ es tan atractiva? ยฟCรณmo hay tanta gente que puede tener รฉxito cuando ellos estรกn fracasando? Un texto revelador y triste que el Economist publicรณ en 2014 describรญa Tillbury, a cuarenta minutos de Londres, donde la clase trabajadora blanca veรญa con resentimiento cรณmo los inmigrantes se levantaban pronto y cogรญan el tren para trabajar en la capital, que, para ellos, parece imposiblemente lejana. โLa mayorรญa de los residentes de la localidad, uno de los lugares mรกs pobres de Inglaterra, tienen tantas posibilidades de ir a trabajar a la capital como de volar a la luna.โ
La evidencia sobre la inmigraciรณn es clara: los inmigrantes de la ue son contribuyentes netos a las finanzas del Reino Unido, y tienen menos posibilidades de pedir prestaciones que los nativos britรกnicos. El inmigrante medio es mรกs joven, mejor educado y mรกs sano que el ciudadano britรกnico medio. En otras palabras, por cada inmigrante que dejamos entrar, el paรญs es mรกs rico, mรกs capaz de pagar sus necesidades de salud, educaciรณn y bienestar. En cuanto al muy publicitado โsistema de puntosโ australiano, no tenemos nada que aprender de รฉl: los inmigrantes que llegan al Reino Unido estรกn mรกs cualificados que los que llegan a Australia. Ademรกs, la mayor parte de la gente que aparece en las estadรญsticas como inmigrante son estudiantes, porque el ministerio del interior ha decidido contabilizar como inmigrantes a los estudiantes que estรกn aquรญ mientras hacen los cursos de su titulaciรณn. De las 330.000 llegadas netas de las cifras mรกs recientes, 169.000 corresponden a estudiantes. ยฟCrees que los estudiantes son inmigrantes? Personalmente, yo no.
((La justificaciรณn para incluir a los estudiantes en las estadรญsticas migratorias es que muchos de ellos se quedan cuando termina su curso. Los datos, sin embargo, son tan confusos como controvertidos, hasta tal punto que la Oficina Nacional de Estadรญstica envรญa al lector interesado a una pรกgina que debate la cuestiรณn de por quรฉ la cantidad de estudiantes que se quedan varรญa tanto segรบn cรณmo los cuentes. Se sabe que el ministerio del interior prefiere seguir incluyendo a los estudiantes en las cifras, a pesar de peticiones de las universidades y la comunidad empresarial. Para ser justos, deberรญa decirse que contar a los estudiantes en las cifras de la inmigraciรณn es una prรกctica comรบn internacionalmente.
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Estos datos, disponibles libremente para cualquiera que sienta interรฉs por el asunto, no tuvieron ningรบn impacto en el debate del referรฉndum. Eso en parte tiene que ver con la incompetencia de la campaรฑa de Remain, pero quizรก tambiรฉn refleja que la realidad de los inmigrantes jรณvenes, sanos, con aspiraciones, trabajadores y exitosos tampoco habrรญa ayudado a los partidarios del Remain: toca demasiados puntos dolorosos que aluden a quedarse atrรกs.
Una de las ideas mรกs importantes que han surgido de la microeconomรญa โo, al menos, la que ha tenido mรกs consecuencias para la polรญtica democrรกticaโ es la โaversiรณn a la pรฉrdidaโ. La gente detesta que le quiten cosas. Pero franjas completas del Reino Unido han convivido los tres รบltimos decenios con la percepciรณn de que les quitan cosas: puestos de trabajo, la sensaciรณn de que se les escucha, su idea de cรณmo funciona el mundo y su lugar en รฉl. Las distancias en nuestra sociedad se han vuelto demasiado grandes. Escribรญ en las รบltimas pรกginas de Cรณmo hablar de dinero que las tensiones estructurales que habรญa en la sociedad occidental eran tan grandes que las cosas no podรญan seguir asรญ.
Eso no significa que lo viera venir en 2014. Pensรฉ que la crisis en la sociedad britรกnica (y de hecho occidental) serรญa econรณmica antes que polรญtica. Todavรญa puede ocurrir. Sin embargo, por ahora, lo que ha sucedido equivale a un colapso de nuestro sistema polรญtico. El hecho de que el liderazgo de los dos partidos principales se haya desintegrado serรญa una historia tremenda en circunstancias normales, pero en el caos actual no es mรกs que un efecto secundario. El problema de fondo es que el referรฉndum ha expuesto fracturas en la sociedad que no cubren los partidos polรญticos tal como estรกn constituidos actualmente. La gente dice que Gran Bretaรฑa estรก โdivididaโ como si eso fuera algo nuevo, pero las sociedades estรกn divididas a menudo, y los intereses de todos los grupos e individuos no se alinean. Si lo hicieran, la humanidad serรญa los Borg. Los partidos polรญticos son el mecanismo a travรฉs del cual se discuten las divisiones de la sociedad y se afirman los intereses que compiten entre sรญ.
El problema con el lugar en el que nos encontramos ahora es que la configuraciรณn de los partidos no encaja con los asuntos que se deben resolver. Simplificando, los Tories son una coaliciรณn de nacionalistas, que votaron por salir, e intereses empresariales, que votaron por quedarse; el laborismo es una coaliciรณn de liberales urbanos, que votaron por quedarse, y la clase trabajadora, que votรณ por salir. Esto significa que si se celebrasen unas elecciones generales maรฑana sobre el รบnico tema del referรฉndum, el votante no sabrรญa a quiรฉn votar. No estarรญa en absoluto claro quรฉ facciรณn de cada partido prevalecerรญa cuando los detalles enormemente importantes de lo que significa el Brexit fueran a debatirse.
Este problema se complicรณ, o incluso se creรณ, por la naturaleza de la campaรฑa del Leave. Los argumentos a favor de la salida se basaban en mentiras. La primera era que Gran Bretaรฑa envรญa 350 millones de libras a la semana a la ue. Esto es una falsedad clara y consciente, y que tantos defensores destacados del Brexit empezaran a dar marcha atrรกs con respecto a ella al dรญa siguiente es una seรฑal de que lo sabรญan de antemano. La segunda gran mentira de la campaรฑa era que el Reino Unido podrรญa tener acceso al mercado รบnico sin aceptar la libre circulaciรณn de los ciudadanos de la ue. Ningรบn paรญs tiene este acuerdo, y no hay razรณn para pensar que es posible. Si Gran Bretaรฑa fuera a cerrar un trato por el que tendrรญa acceso al mercado รบnico y control sobre la inmigraciรณn de la ue, serรญa el final de la ue, porque otros paรญses dejarรญan la Uniรณn y pedirรญan lo mismo. Los defensores del Leave no parecen entender que las รฉlites continentales tienen los mismos sentimientos intensos sobre la supervivencia de la ue que los Leavers hacia el Brexit. Para que la ue sobreviva, serรก importante que se vea al Reino Unido pagando un precio elevado por marcharse. No sabemos todavรญa cuรกl serรก ese precio, y no tengo ganas de descubrirlo.
Se ha seรฑalado a menudo que la naturaleza geogrรกfica y de clase de las divisiones del Reino Unido hace que mucha gente viva en comunidades donde no conoce a nadie que votara por el otro lado en el referรฉndum. Para mรญ, esto es cierto en general: Lambeth, donde vivo, fue el lugar mรกs partidario del Remain en el Reino Unido, y todos los vecinos con los que hablรฉ estaban horrorizados por el resultado. Conozco a algunos partidarios del Leave, sin embargo, sobre todo gente que trabaja en las finanzas. Sus argumentos para votar por la salida son una mezcla de preocupaciones abstractas por la soberanรญa (con las que es fรกcil simpatizar), una profunda aprensiรณn ante los riesgos econรณmicos de la Eurozona (lo mismo) e inquietud por una regulaciรณn mรกs dura para la City de Londres (no tanto). Lo que todos esos partidarios del Brexit tienen en comรบn es la creencia de que las cosas no cambiarรกn mucho despuรฉs del voto. El Reino Unido tendrรก el mismo acuerdo que Noruega: haremos pagos en efectivo a la ue y aceptaremos la libertad de circulaciรณn de las personas a cambio del acceso al mercado รบnico. Eso me suena bien; parece el resultado menos malo teniendo en cuenta dรณnde estamos. El problema, sin embargo, es que no es por lo que votรณ la mayorรญa de los partidarios del Brexit. Les prometieron que ellos/nosotros โrecuperarรญamos el controlโ, en una campaรฑa cuyo principal foco era la inmigraciรณn. Un apaรฑo para la inmigraciรณn y acceso al mercado รบnico serรญa de lejos la mejor opciรณn para el Reino Unido, pero tambiรฉn serรญa una traiciรณn a esos votantes del Leave.
La mendacidad de la campaรฑa del Leave puede representar una recalibraciรณn de nuestro sistema siguiendo lรญneas estadounidenses, donde los votantes solo escuchan a gente a la que ya creen, y no se penaliza la falsedad, especialmente en la derecha polรญtica. El segundo legado tรณxico de las preocupaciones de la campaรฑa es la naturaleza descaradamente xenรณfoba del mensaje del Leave. Habรญa buenas razones por las que la vida pรบblica britรกnica tenรญa fuertes tabรบes sobre el tema de la inmigraciรณn. Es cierto que esto causaba resentimiento porque se habรญa vuelto imposible declarar inquietud por la inmigraciรณn sin que te acusaran de racismo. Los temas prohibidos generan emociones poderosas. El tabรบ tambiรฉn impedรญa que la gente presentara argumentos a favor de la inmigraciรณn y cortaba el debate antes de que empezara. Los argumentos econรณmicos a favor de la inmigraciรณn, en paรญses ricos occidentales con bajas tasas de natalidad, son bastante claros: como la prรณxima generaciรณn de contribuyentes no estรก naciendo, vamos a tener que importarlos, si queremos mantener nuestros sistemas de atenciรณn sanitaria, pensiones y Estados del bienestar. La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria pone el nivel necesario de inmigraciรณn a largo plazo en 140.000 personas al aรฑo. Pero, aunque los beneficios de la inmigraciรณn generalmente se comparten, los impactos locales pueden parecer abrumadores a veces, especialmente cuando una zona que no tiene experiencia previa de inmigraciรณn se encuentra de repente con decenas de miles de reciรฉn llegados, y ningรบn aumento correspondiente de recursos frente a la presiรณn de los alojamientos, los colegios, la atenciรณn sanitaria y todo lo demรกs. Los gobiernos han tardado demasiado en responder a esta tensiรณn entre el bien colectivo a largo plazo y los costes locales a corto plazo. El plan a veces parece invocar una espera hasta el siguiente censo, dentro de diez aรฑos, y luego pensar en ello. (Una tรฉcnica simple pero efectiva serรญa observar los aumentos locales en los idiomas empleados en las bรบsquedas de Google.) Pero eso no es ningรบn plan, y es un รกrea donde los gobiernos del Reino Unido, asรญ como la polรญtica del Reino Unido, ha fracasado ampliamente, tanto a la hora de presentar argumentos sobre las realidades de la inmigraciรณn como a la de hacer planes para abordarlas.
Quizรก sea demasiado tarde para solucionar el debate sobre la inmigraciรณn. El silencio en torno al tema tuvo consecuencias negativas, pero la ruptura del tabรบ es un desastre a largo plazo. Condujo de inmediato a un pico en las agresiones racistas. Todos esos millones de nuestros conciudadanos que han pasado los รบltimos decenios murmurando para sรญ que Enoch
((Enoch Powell (1912-1998) fue un polรญtico britรกnico. En 1968 pronunciรณ un cรฉlebre discurso contra la inmigraciรณn. [Nota de la redacciรณn.]
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tenรญa razรณn ahora se sienten empoderados, justificados, libres de decir al fin lo que piensan. Hay una verdadera oscuridad en este paรญs, una enfermedad xenรณfoba y racista, y estรก mรกs cerca de la superficie ahora que en decenios. Esto es un resultado directo de la campaรฑa del referรฉndum. El legado dual de la campaรฑa es el final de la idea de que la polรญtica se basa en el argumento racional, y un nuevo permiso para odiar a los inmigrantes. En polรญtica, esas nuevas realidades van a ser mucho mรกs importantes en los aรฑos venideros que los detalles de quiรฉn es el Tory medio espabilado que estรก al mando. Aunque en el Partido Conservador nadie parece tener esa opiniรณn. En un artรญculo publicado en el Guardian inmediatamente despuรฉs del referรฉndum, Rafael Behr citรณ una fuente de Downing Street que describรญa lo que habรญa ocurrido como la ejecuciรณn de un plan a largo plazo de la derecha Tory para destruir a Cameron. Por raro que les parezca a los que no son Tories, muchos conservadores no consideran a Cameron uno de los suyos: es demasiado metropolitano y socialmente liberal, y en persona es famoso por su frialdad, lo que importa en el partido del parlamento. Los medios, decรญa la fuente โestaban obsesionados con el fuego amigo y no lo entendรญan. No era Dave contra Boris. Era un golpe bien organizado de la derechaโ. Los nombramientos de ministros de Theresa May dan mucha credibilidad a esa teorรญa. Parece que el partido hubiera tomado prestado a Cameron para concurrir en unas elecciones difรญciles que nunca podrรญa haber ganado sin รฉl, y luego lo hubiera depuesto.
En cuanto a la economรญa del mundo post-Brexit, el caos inmediato era previsible y se predijo. La imagen a largo plazo es mucho mรกs difรญcil de discernir. No todo son malas noticias: una libra mรกs dรฉbil es algo bueno, y el probable crash de la propiedad en Londres se esperaba desde hace tiempo. Podrรญa incluso hacer las propiedades en la capital accesibles para los jรณvenes, lo que serรญa algo muy positivo para nuestra vida nacional. Es bastante probable que las incertidumbres en torno al futuro inmediato hagan que la demanda se reduzca tanto que produzca otra recesiรณn. Las primeras vรญctimas serรกn los electores de clase obrera que votaron por el Leave; la disminuciรณn de la recaudaciรณn impositiva por la recesiรณn tambiรฉn les afectarรก. La economรญa vacilante harรก que descienda la inmigraciรณn, que causarรก mรกs perjuicios a la economรญa.
Una vez que estรฉn establecidas las particularidades de la disposiciรณn post-Brexit, sabremos mucho mรกs sobre dรณnde estamos. Una gran cantidad de la incertidumbre econรณmica no se debe tanto al asunto del comercio โpuesto que las ventajas del comercio mรกs libre posible estรกn claras para todas las partesโ sino al estatus de la City de Londres. Nadie que no sea parte de la City ama a la City, pero la recaudaciรณn impositiva derivada del papel global de Londres en los servicios financieros es muy importante para el Reino Unido. En este momento, la City se beneficia del passporting, que le permite tratar libremente con servicios por toda la Uniรณn Europea. Este passporting tiene probabilidades, muchas probabilidades, de sufrir un ataque de los poderes combinados de Frรกncfort y Parรญs (y tambiรฉn de la anglรณfona, con bajos impuestos societarios y bien educada Dublรญn). Pueden esperarse otros movimientos regulatorios contra Londres. Eso podrรญa salirle caro al Reino Unido.
Una reducciรณn del dominio de las finanzas puede ser un beneficio neto; tendrรญamos un pib mรกs pequeรฑo, probablemente, pero el paรญs no estarรญa deformado โo no hasta el mismo gradoโ por la supremacรญa de la City. Sin embargo, hay mucho que matizar aquรญ. Para empezar, es posible que los movimientos contra Londres se hubieran producido de todos modos: un defensor del Brexit que conozco estaba a favor del Leave porque una victoria estrecha para el Remain (que es lo que esperaba) habrรญa alentado, desde su punto de vista, que los cuerpos regulatorios se alinearan y actuaran sobre Londres. Es probable que haya todo tipo de consecuencias no deseadas que explotar, y la City estรก llena de gente cuya vida laboral gira en torno a la explotaciรณn de las consecuencias no deseadas. La mayor fuente de financiaciรณn en el mundo son los Eurodollars, el confuso nombre que reciben los dรณlares guardados en depรณsito fuera de Estados Unidos. Todo ese mercado era una consecuencia inesperada de la regulaciรณn bancaria estadounidense en las dรฉcadas de 1960 y 1970. El Eurobono (un bono denominado en una moneda que no es la del paรญs donde se emite) fue un enorme mercado creado en la City en 1963, mucho antes de que el euro fuera un proyecto remoto para Frรกncfort. La City es creativa, oportunista, experimentada y amoral; si alguna entidad tiene el โconjunto de habilidadesโ necesario para beneficiarse del mundo post-Brexit, es la City de Londres.
Ademรกs, los gobiernos nerviosos, desesperados por conseguir ingresos, pueden someterse todavรญa mรกs para dar a la City las polรญticas que quiere. Una temprana seรฑal en esta direcciรณn fue el anuncio de George Osborne de que querรญa reducir el impuesto de sociedades al 15% para mostrar que la Gran Bretaรฑa post-Brexit estรก โabierta a los negociosโ. Osborne se ha ido; la medida probablemente no. La prensa econรณmica ha especulado con la idea de que el gobierno renunciarรก a sus planes de endurecer el estatus de contribuyente no residente para los extranjeros superricos. La necesidad de ingresos hace que sea importante no echar a los no residentes del paรญs, le dijo un abogado de la City al Financial Times. โNecesitamos un rรฉgimen amistoso.โ Habrรก muchas cosas parecidas.
Nada de esto es lo que los votantes de clase obrera tenรญan en la cabeza cuando eligieron Leave. Si se combina con la polรญtica que quieren todos los intereses econรณmicos del Reino Unido โla opciรณn noruega, donde contribuimos a la ue y aceptamos la libre circulaciรณn de trabajadores, es decir, la inmigraciรณn, como parte del precioโ, serรก una profunda traiciรณn de buena parte del voto favorable al Leave. Si hacemos cualquier otra cosa, nos infligiremos graves daรฑos econรณmicos a nosotros mismos, y seguiremos una polรญtica que la mayorรญa del electorado (el 48% que votรณ por Remain, y los partidarios del Leave que son econรณmicamente liberales) considera errรณnea. Por tanto, el resultado mรกs probable, dirรญa, es la traiciรณn a la clase obrera blanca. A estas alturas, deberรญan estar acostumbrados. ~
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Traducciรณn de Daniel Gascรณn. Publicado originalmente en London Review of Books.
(Londres, 1962) es escritor. Entre sus libros recientes se encuentran la novela Capital (Anagrama, 2013) y el ensayo Cรณmo hablar de dinero (Anagrama, 2015)