Bruce Springsteen lleva casi 150 shows en Broadway, en un espectáculo donde canta sus canciones y lee fragmentos de su autobiografía, Born to Run. La semana pasada, conmovido como tantos por las informaciones que llegaban de la frontera entre Estados Unidos y México, se apartó del guion habitual:
Nunca pensé que la gente vendría a mis espectáculos o a mis conciertos de rock para que les contaran algo.
Pero sí creo que vienen para recordar cosas. Para recordar quiénes son, en sus momentos más felices y en los más profundos, cuando la vida se siente en plenitud. Es un buen sitio para sentirte en contacto con tu corazón y tu espíritu, para estar entre la multitud. Y vienen para recordar quiénes somos y quiénes podemos ser colectivamente. La música hace esas cosas bastante bien a veces, sobre todo en estos tiempos, cuando recordar un poco quiénes somos y quiénes podemos ser no está tan mal.
El fin de semana de la March for our Lives, vimos a esos jóvenes en Washington, y a ciudadanos de todas las partes del mundo, que nos recordaban cómo es y qué impresión produce la fe en Estados Unidos y la fe real en la democracia estadounidense. Era alentador ver a toda esa gente en la calle y toda esa pasión honesta al servicio de algo bueno. Y ver que la pasión está viva y coleando y en el centro del corazón de nuestro país.
Fue un buen día, y un día necesario porque ahora mismo estamos viendo cosas en nuestras fronteras que son tan escandalosas y vergonzosamente inhumanas y antiestadounidense que producen pura indignación. Y hemos oído a gente en posiciones elevadas del gobierno de Estados Unidos blasfemar en nombre de Dios y del país, diciendo que asaltar a los niños que hay entre nosotros es algo moral. Que Dios salve nuestras almas.
Hay una hermosa cita del doctor King que dice que el arco del universo moral es largo pero se curva hacia la justicia. Ha habido muchos días del pasado reciente en el que eso podría parecer discutible. Pero he vivido lo bastante como para ver ese principio en acción y tener algo de fe en él. Necesita que todos nos apoyemos sobre él, que empujemos en la dirección correcta día tras día. Tienes que seguir aprendiendo. Creo que es importante creer en esas palabras y comportarte y actuar de acuerdo con ellas. Es la única manera que tenemos de mantener la fe y conservar la cordura.
He tocado este espectáculo 146 veces con básicamente el mismo set list, pero el día de hoy pide algo distinto…
A continuación tocó “The Ghost of Tom Joad”, una canción basada en La uvas de la ira. Aquí una versión:
En su autobiografía, escribe:
The Ghost of Tom Joad fue la crónica de los efectos de la creciente división económica entre los ochenta y los noventa, los tiempos difíciles y las consecuencias que sufrieron muchas de las personas cuyo trabajo y esfuerzo forjaron Norteamérica y cuya labor es esencial en nuestras vidas cotidianas. Somos una nación de inmigrantes y nadie sabe quién está entrando por nuestras fronteras hoy en día, pero su historia podría añadir una página significativa a la historia de nuestro país. Aquí, en los primeros años de un nuevo siglo, como al principio de la centuria anterior, estamos una vez más en guerra con los “nuevos americanos”. Como en el siglo pasado, la gente llega, sufre privaciones y prejuicios, tiene que batallar con las fuerzas más reaccionarias y los corazones más duros de su tierra de adopción, pero acababan demostrando ser resistentes y salir victoriosos.
Los comentarios de Springsteen sobre la situación de los refugiados en la frontera estadounidense fueron publicados en su web: http://brucespringsteen.net/
