Juan Sรกnchez Azcona usรณ la palabra porfiriato para referirse al rรฉgimen de Porfirio Dรญaz en su periรณdico Mรฉxico Nuevo (1909-1910), que acabรณ clausurado. Secundรณ el movimiento de Francisco I. Madero, del cual despuรฉs fue secretario particular. Pero Madero no usa porfiriato en su libro de 1908 La sucesiรณn presidencial en 1910. Sรกnchez Azcona (o quien haya sido el inventor) pudo haberse inspirado en la palabra virreinato.
Alfonso Reyes (XXII, 437-439) dice que porfiriato era un neologismo de uso ocasional hasta que Daniel Cosรญo Villegas lo popularizรณ. Sugiere otro modelo: triunvirato. Tanto triunvirato como virreinato y porfiriato se usan como nombre del perรญodo histรณrico correspondiente a un rรฉgimen polรญtico.
En 1911, el porfiriato terminรณ con la renuncia del presidente Dรญaz ante la revoluciรณn. En 1928, cuando Plutarco Elรญas Calles terminรณ su presidencia, y el sucesor electo (รlvaro Obregรณn) fue asesinado, decidiรณ retirarse a una posiciรณn por encima de los presidentes, y se llamรณ a sรญ mismo Jefe Mรกximo de la Revoluciรณn. Se hablรณ entonces de un maximato, que durรณ hasta 1936, cuando el presidente Cรกrdenas lo expulsรณ del paรญs. Muchos aรฑos despuรฉs, hubo un presunto salinato de Carlos Salinas de Gortari, pero terminรณ antes de empezar, porque su candidato a sucederlo (Luis Donaldo Colosio) fue asesinado en 1994.
Los gabinetes presidenciales en Mรฉxico siempre han sido inestables, pero en el siglo XX los cambios se hacรญan desde arriba. El presidencialismo no toleraba que los aspirantes se movieran por su cuenta. Habรญa reglas no escritas, pero imperiosas: “Nadie le dice No al Seรฑor Presidente”, “Nadie le renuncia al Seรฑor Presidente”, “Todo se perdona, menos la traiciรณn”. En particular, para los aspirantes a subir: “El que se mueve, no sale”. La autopromociรณn era discretรญsima y peligrosa. Se consideraba insubordinaciรณn.
Hace unos aรฑos, cuando empezรณ la autopromociรณn descarada y el salto de unos puestos a otros por iniciativa propia, la nueva realidad no tenรญa nombre. Para seรฑalarla, se hablรณ de chapulines, quizรก porque el chapulรญn de milpa (Sphenarium purpurascens) da saltos descomunales para su pequeรฑez. La metรกfora contrasta con la tradiciรณn sumisa del presidencialismo, en el cual los ascensos se esperaban mansamente de un sexenio a otro; aunque tambiรฉn se daban en el mismo sexenio, por necesidades del Seรฑor Presidente, que movรญa sus piezas.
En el chapulinato hay seis elementos. La indisciplina: Los cambios no sumisos, sino buscados por iniciativa propia. La impaciencia: No esperar al tรฉrmino del perรญodo correspondiente al puesto que se ocupa. La deslealtad: Pasar de una lealtad a otra, igualmente relativa, transitoria o nula. El oportunismo: No tener inconveniente en cambiar de ramo, especialidad, facciรณn o partido. El รฉxito: El ascenso como botรญn logrado, no como premio recibido. La impunidad: ยฟQuรฉ se le puede exigir al que estuvo de paso?
La acelerada rotaciรณn de funcionarios (desde arriba o por iniciativa propia) hace inestable la administraciรณn. En el sexenio de Enrique Peรฑa Nieto, de los 29 puestos del gabinete ampliado, รบnicamente seis han tenido un solo titular. Los otros 23 han tenido dos, tres y hasta cuatro.
Con procuradores que duran aรฑo y medio, ยฟcรณmo puede haber procuraciรณn de justicia? Las fuerzas armadas (รฉsas sรญ con un solo titular) no pueden volver a sus cuarteles, a pesar de las crรญticas peรฑistas a la “guerra de Calderรณn” y la promesa de un cambio de enfoque, que nunca se vio. Con secretarios de Hacienda que duran dos aรฑos, ยฟcรณmo puede haber impulso al crecimiento?
Cabe decir algo semejante de las secretarรญas de Relaciones Exteriores, Educaciรณn Pรบblica, Funciรณn Pรบblica y Sedatu; de Pemex, la CFE, el IMSS, el ISSSTE o la Comisiรณn Nacional de Seguridad. Han tenido tres titulares, con una duraciรณn promedio inferior a dos aรฑos. Ya no se diga Sedesol, que ha tenido cuatro. La inestabilidad puede observarse en Josรฉ Antonio Meade, que ha sido titular de tres secretarรญas sucesivas en menos de cinco aรฑos y ahora tiene una cuarta posiciรณn: candidato a la presidencia.
En el virreinato habรญa un rey al que se le rendรญan cuentas. En el porfiriato y el maximato, un general. En el chapulinato hay un vacรญo de autoridad. En torno al vacรญo, zumban y giran los enjambres de chapulines aspirantes a mรกs. Para los chapulines, no se trata de gobernar y hacerlo bien, atendiendo las oportunidades y problemas del paรญs. Se trata de saltar a otra posiciรณn con mรกs poder y presupuesto.
(Reforma, 25-III-2018)
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.