Puede ser un consuelo creer que los adversarios polรญticos no quieren realmente decir lo que dicen. Que son mentirosos. Hipรณcritas. Oportunistas desvergonzados que dirรกn y harรกn cualquier cosa para conseguir el poder. Que es imposible tomarlos en serio.
Tal ha sido la reacciรณn de los demรณcratas ante la noticia de que el candidato republicano Donald Trump eligiรณ al senador de Ohio J.D. Vance como compaรฑero de fรณrmula. Como Vance fue alguna vez un feroz crรญtico de Trump y cambiรณ de posiciรณn al lanzar su campaรฑa al Senado en 2021, es fรกcil concluir que todo lo que ha dicho y hecho desde entonces ha sido una cรญnica artimaรฑa. Que solo dice lo que cree que debe decir para salir adelante en un Partido Republicano trumpificado. Que nada de eso es real, que finge de la cabeza a los pies.
Considero que esta creencia es errรณnea, y que los demรณcratas la sostienen bajo su propio riesgo.
Medios y fines
Desde luego, el oportunismo โel interรฉs propioโ siempre es un factor importante en la polรญtica. Los polรญticos quieren ganar aprobaciรณn y elecciones, y a travรฉs de ellas poder y honores pรบblicos. Pero la polรญtica tambiรฉn puede tener que ver con las ideas y la ideologรญa, con los fines para los que se ejerce el poder. No dudo de que Vance hiciera un cรกlculo interesado cuando contemplaba la posibilidad de presentarse como candidato al Senado por Ohio. Pero no siguiรณ el camino de tantos republicanos que a regaรฑadientes han doblado la rodilla ante Trump luego de un intento a medio gas de resistรญrsele. No se limitรณ a pronunciar palabras vacรญas para halagar a los votantes y al hombre naranja al que adoran. No agachรณ la cabeza y se escabullรณ entre las sombras para esperar en secreto a que Trump desapareciera, permitiendo que volviera la normalidad pre Trump del conservadurismo reaganiano.
Mรกs bien, Vance se dedicรณ a construir algo: un palacio ideolรณgico en el que pudiera encontrar un nuevo hogar al otro lado del Rubicรณn que su oportunismo le impulsรณ a cruzar. El Vance que surgiรณ despuรฉs de 2021 es un populista de derechas con aspiraciones, que combina un conservadurismo social firme y sin disculpas, el apoyo a la clase de regulaciones econรณmicas que a menudo se asocian mรกs con progresistas como Elizabeth Warren, y el deseo de una polรญtica exterior retraรญda, que incluye retirar el apoyo a Ucrania en su conflicto con Rusia.
El camino hacia la revoluciรณn
Donald Trump es un hombre de instintos e impulsos, no de ideas. Tuvo una corazonada allรก por 2015: que el Partido Republicano estaba hueco y dรฉbil, un blanco fรกcil para la insurgencia. รl iba a apelar directamente a las masas en una corta lista de temas: inmigraciรณn, comercio, polรญtica exterior. Lo combinarรญa con una lรญnea algo mรกs suave en los recortes de derechos y las promesas de perseguir con mรกs ferocidad la guerra cultural. Esa serรญa la mezcla. ยฟPor quรฉ? Porque su intuiciรณn le dijo que funcionarรญa. Y, en combinaciรณn con la fama, el carisma y la personalidad pugilรญstica de Trump, funcionรณ, mucho mรกs de lo que el propio Trump esperaba.
Pero Trump no sabรญa nada de gobernar, y no habรญa casi nadie en los cรญrculos republicanos interesado en transformar su mezcla ad hoc de promesas y posiciones en un programa polรญtico; mucho menos alguien que supiera cรณmo utilizar los resortes del poder en Washington para hacerlo realidad. Por eso la administraciรณn Trump fue tan desventurada, y sus principales logros polรญticos fueron cosas que cualquier viejo republicano habrรญa intentado hacer.
Los intelectuales se dieron cuenta. Aunque habรญan construido cรณmodas carreras en el universo ideolรณgico del conservadurismo reaganiano, muchos de ellos respondieron al asombroso รฉxito electoral de Trump lanzรกndose a forjar una nueva ideologรญa populista de derechas y una agenda polรญtica desde cero. Ahรญ estaba la nueva revista trimestral American Affairs y el nuevo think tank American Compass; una renovada revista posliberal First Things, una serie de conferencias dedicadas al conservadurismo nacional y un Instituto Claremont mรกs rabiosamente antiliberal. Todos ellos buscaban desarrollar una constelaciรณn de ideas para Despuรฉs de Trump.
Se les uniรณ un pequeรฑo nรบmero de funcionarios electos, la mayorรญa en el Senado โel senador por Missouri Josh Hawley, el senador por Florida Marco Rubio y un puรฑado mรกsโ, que empezaron a hacer su propio trabajo de construcciรณn ideolรณgica y polรญtica.
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No quiero sugerir que Vance haya hecho mรกs que estas otras figuras en los 18 meses transcurridos desde que se incorporรณ al Senado. Pero sรญ creo que su forma de hablar sobre las ideas y la ideologรญa de la derecha populista es mรกs convincente y coherente que la de otros de sus pares. A Vance le importan las ideas y tiene una mente capaz de sintetizarlas de forma convincente. Hay una razรณn por la que Trump lo eligiรณ a รฉl en lugar de a Rubio, Hawley o al senador de Utah Mike Lee: porque Vance piensa y habla como un verdadero creyente, deseoso de predicar un evangelio y citar un catecismo que estรก escribiendo en tiempo real.
Lo puede comprobar quien lea su reciente y muy informativa entrevista con Ross Douthat, del New York Times. Lo que uno encuentra allรญ es un esfuerzo por hacer efectivo lo que el populismo de derechas puede y debe ser en todo el rango de acciรณn gubernamental, desde la polรญtica econรณmica a la social, pasando por la exterior. Vance sostiene que la polรญtica econรณmica de las รบltimas dรฉcadas se ha centrado en la bรบsqueda de mano de obra barata, y dice que quiere “la inversiรณn de eso” con restricciones a la inmigraciรณn, la imposiciรณn de aranceles y un fuerte aumento del salario mรญnimo (menciona 20 dรณlares/hora) para aplicar “tanta presiรณn al alza sobre los salarios… como sea posible”. Estรก ansioso por encontrar un lenguaje en el que los republicanos puedan hablar de temas como este a un electorado hambriento de un cambio de rumbo.
Por lo tanto, es totalmente apropiado que la noche de apertura de la convenciรณn republicana culminara con un largo discurso del jefe del sindicato Teamsters, mientras la candidatura Trump/Vance miraba y escuchaba respetuosamente. La ideologรญa populista de derechas que emerge de esa candidatura aspira a ser un partido de trabajadores, que ponga sus intereses por delante. ยฟSerรก algo mรกs que retรณrica? Aรบn no lo sabemos. Pero con Vance alineado para servir como vicepresidente de Trump, el logro de esa revoluciรณn en los prรณximos aรฑos se ha vuelto mucho mรกs probable.
El heredero ideolรณgico de Trump
Trump es el avatar actual y el vehรญculo de esta naciente ideologรญa y agenda populista de derechas. Pero no estarรก aquรญ para siempre. Hasta el anuncio de que habรญa escogido a Vance, tenรญa sentido suponer que la eventual desapariciรณn de Trump de la escena podrรญa dar lugar a una reversiรณn, al menos parcial, de los cambios que se han ido produciendo lentamente en el Partido Republicano en los รบltimos ocho aรฑos. El centro-derecha republicano-libertario intentarรญa retomar el control y volver a los aรฑos en los que Mitt Romney y Paul Ryan eran la elecciรณn (poco entusiasta) de los votantes republicanos.
Ahora que Vance se ha convertido en el sucesor ungido de Trump, esa vuelta atrรกs es casi inconcebible (suponiendo, como parece probable, que la candidatura republicana derrote a los demรณcratas en noviembre). El trumpismo tiene ahora un heredero ideolรณgico, que deja al reaganismo que ha sido hecho a un lado durante los รบltimos ocho aรฑos bien y verdaderamente muerto.
ยฟDe verdad se lo cree Vance, o es solo un oportunista? Probablemente sea una mezcla de ambas cosas. Pero al final, las proporciones exactas probablemente no importan. Lo que cuenta es que se ha convertido a una nueva fe y estรก ansioso por compartir la buena nueva. ~
Publicado originalmente en Persuasion y reproducido con autorizaciรณn.
escribe el newsletter "Notes from the Middlegroundโ en Substack. Es profesor titular del Departamento de Ciencia Polรญtica de la Universidad de Pensilvania, y miembro del Open Society Project en el Niskanen Center.