Foto: Stefan Krasowski/Flickr

El sheriff Trump estremece al mundo

La intervención militar de la administración Trump en Siria y sus amenazas ahora a Corea del Norte hacen que el mundo entero esté en peligro. No hay solución militar aceptable para estos conflictos y la única solución racional es la negociación política.
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La última vez que un presidente de Estados Unidos, el “decididor” George W. Bush, se auto designó policía guardián del universo para protegernos de las invisibles armas de destrucción masiva en Irak, sus balaceras provocaron un caos mundial del que todavía no podemos salir.

Hoy que Donald Trump se ha auto declarado el nuevo sheriff mundial, el mundo entero se estremece porque según los expertos en la materia, ni en Siria ni en Corea del Norte, los dos países que se encuentran en la mira del improvisado sheriff, hay solución militar viable. Es decir, sin que tenga enormes costos.

Es cierto que el sirio Bashar El Asad es un monstruo que merece ser castigado por las atrocidades cometidas contra su propio pueblo pero el conflicto en ese país solo se puede resolver por la vía política. También es cierto que las ambiciones nucleares del norcoreano Kim Jong-un presentan un grave peligro a sus vecinos y eventualmente también a Estados Unidos pero un ataque militar contra el régimen de Pyongyang tendría consecuencias catastróficas inmediatas. La única posible solución pacífica al embrollo exige una negociación entre China, Estados Unidos y dos Coreas.

A pesar del cálculo de daños que tendría la militarización del conflicto, la apuesta de Trump para lidiar con Kim Jong-un es la intimidación militar. Una bravata que empezó con el lanzamiento de 59 misiles contra un aeropuerto en Siria, continuó con el desplazamiento de una flotilla naval encabezada por el portaaviones Carl Vinson hacia la costa norcoreana, y luego con la explosión de una bomba de 11 toneladas, conocida como “la madre de todas las bombas” sobre un complejo de cuevas y túneles en las montañas de Afganistán.

La semana pasada, el vicepresidente Mike Pence viajó a Corea del Sur para informarles a las autoridades de ese país y a los militares norteamericanos estacionados en la península las opciones que Trump está manejando. Y desde Afganistán, el asesor de seguridad nacional, el general Herbert McMaster  declaró al Times de Londres que “la conducta amenazante” del dictador norcoreano Kim Jong-un no puede continuar. También dijo que Estados Unidos tiene el armamento necesario para neutralizar la infraestructura nuclear de Corea del Norte, y que no se descarta el uso de un ataque preventivo aún cuando reconoció que cualquier acción bélica contra el régimen de Pyonpyang tendría un costo terrible en la región. McMaster habló de un ataque preventivo en el que se podría utilizar una bomba tres veces más potente que la recién lanzada en Afganistán, capaz de penetrar más de 60 metros de tierra y unos 18 metros de concreto antes de estallar.

Este es el verdadero contexto de la decisión de Trump de inmiscuirse en el conflicto sirio, un atolladero que hasta hace unas semanas le parecía indescifrable. En 2013, por ejemplo, Trump le mandó un tuit al presidente Barack Obama diciéndole , “No ataques a Siria, no hay ventaja posible y las desventajas son tremendas.” Y unos días antes del ataque a la Base siria, el 30 de marzo, Nikki Haley, la embajadora ante Naciones Unidas,  dijo “Nuestra prioridad ya no es centrarnos en quitar a El Asad”; Ese mismo día, el Secretario de Estado, Rex Tillerson, dijo que el futuro de Asad sería “decidido por los sirios”.

¿Por qué el cambio radical de la Casa Blanca? El sheriff y sus alguaciles quieren hacernos creer que fueron las imágenes que vio en la televisión de niños sirios convulsionándose por los efectos del gas sarín lo que le orilló a ordenar el ataque a Siria.

Lo extraño es que el Trump no tiene fama de ser un hombre que se conmueve fácilmente con la suerte de los seres humanos que viven en otros países. ¿Si no resiste el sufrimiento de los niños sirios por qué les niega asilo en EE UU? ¿Si le conmueve tanto el futuro de los niños extranjeros por qué no le perturba que niños estadounidenses hijos de trabajadores indocumentados que vinieron a este país a trabajar se queden desamparados cuando deportan a sus padres?  

Hoy el mundo entero está en peligro y solo la experiencia política del presidente chino Xi Jinping puede lograr que los impetuosos beligerantes entiendan que no hay solución militar aceptable y que la única solución racional a estos conflictos es la negociación política.

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Escribe sobre temas políticos en varios periódicos en las Américas.


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