Uno de los errores mรกs frecuentes del independentismo catalรกn es equiparar el voto con la democracia. El 1-O es democrรกtico porque consiste en el acto de introducir una papeleta en una urna. Aunque no existen garantรญas, es ilegal, se basa en una legitimidad extraรญda de un golpe antidemocrรกtico, como el acto es introducir una papeleta en una urna es democrรกtico. Un ejemplo, sin รกnimo de frivolizar: es como si en un partido de baloncesto un jugador encesta fuera del tiempo reglamentario. ยฟCรณmo que no vale? ยฟNo consiste el juego en meter la pelota en la cesta? La democracia sin reglas y garantรญas no es democracia, y lo saben bien en Hungrรญa y Polonia, en Ucrania y Rusia, en el Donbรกs y en Crimea.
Y los referรฉndums no son siempre para ampliar derechos; muchas veces son para todo lo contrario. Idealizar la introducciรณn de papeletas en una urna, convertirlo en algo intrรญnsecamente bueno, es peligroso. El aรฑo pasado, Hungrรญa colocรณ unas inocentes urnas, donde se introdujeron unas inocentes papeletas, para decidir si habรญa que acoger a refugiados. En la campaรฑa del no, promovida por el gobierno de Orbรกn, hubo eslรณganes como: โยฟSabรญa que los atentados de Parรญs fueron cometidos por inmigrantes?โ o โยฟSabe que desde el inicio de la crisis migratoria ha habido un fuerte incremento de asaltos sexuales a mujeres?โ.
La izquierda que hace aรฑos, durante el 15-M, decรญa que la democracia no es solo votar cada cuatro aรฑos ahora pide solo votar, aunque no sea un voto vinculante o legal, y se mofa de quienes tienen โmiedoโ a unas urnas, a la democracia y al pueblo. Defiende un voto expresivo, como una manera de significarse. Es un voto performativo en el que lo que importa es el acto y no sus consecuencias. Uno vota, generalmente, para que cambie o permanezca algo. Esta izquierda, en cambio, vota para cargarse de razones y reafirmarse en su postura
El teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, aboga por un โsรญ crรญticoโ en el referรฉndum ilegal del 1 de octubre, como si el voto pudiera tener matices, como si uno pudiera dotar de cualidades psicolรณgicas al voto: es como soplar las velas y pedir un deseo. Pisarello piensa que su โsรญ crรญticoโ es una โ forma de rebeliรณn contra el centralismo y el autoritarismoโ, pero tambiรฉn โuna manera de avanzar hacia la propuesta de fondo mayoritaria entre los comunes: un acuerdo plurinacional, respetuoso y entre iguales entre los diferentes pueblos y gentes peninsulares.โ En el recuento de votos (si es que lo hay), desgraciadamente, toda esta farfolla no importa: solo aparecerรก un โSรญโ. Su partido, Catalunya en Comรบ, plantea su participaciรณn en el 1-O como una โmovilizaciรณnโ, lo que confirma que es รบnicamente una escenificaciรณn.
Es difรญcil defender la pluralidad, el acuerdo y el respeto a travรฉs de un referรฉndum ilegal que no deja espacio a las opciones intermedias, que representan a la mayorรญa de catalanes que no desean ni la independencia ni el statu quo. Pero realmente a Pisarello lo que le importa es decir lo que va a votar รฉl, y no quรฉ consecuencias tendrรก su voto. Es un voto narcisista similar al del Brexit, o al de los votantes estadounidenses que no querรญan elegir entre Trump y Hillary: no importan las consecuencias, o en el caso del 1-O la validez o si es vinculante o no, sino solo el acto del voto, la expresiรณn individual.
Muchos piensan que en Cataluรฑa habrรญa que aceptar el referรฉndum al menos para saber quรฉ piensa la sociedad catalana, como si se tratara de una encuesta. La democracia no es eso. Si el voto es vinculante, no sirve solo como una encuesta, sino que tiene consecuencias: en el caso de Cataluรฑa, la secesiรณn de un territorio. El 1-O no sirve ni como referรฉndum ni como encuesta. Es una performance narcisista para los que piensan que la democracia es solo votar, y para los que quieren demostrar que su voz vale mรกs que las de otros.
Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacciรณn de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemรกn' (Libros del Asteroide, 2023).