Abundan las ideas fallidas contra la corrupciĆ³n. La mĆ”s reciente fue “Barrerla como las escaleras: de arriba a abajo”. FallĆ³, como tambiĆ©n hubiese fallado (de intentarse) la propuesta afĆn de PlatĆ³n, en el libro III de La repĆŗblica: integrar el supremo poder y la suprema virtud en las personas que gobiernen. Pero, ĀæquĆ© va a hacer un santo rodeado de pillos, si algunos son parientes suyos? La soluciĆ³n platĆ³nica es radical: No debe gobernar el que tenga parientes.
Otra idea fallida ha sido complicar los trĆ”mites con trabas preventivas de la corrupciĆ³n. Resultado: paralizar la administraciĆ³n sin impedir la corrupciĆ³n.
La Ćŗnica idea que ha dado resultados se debe a Peter Eigen, un alto funcionario del Banco Mundial. El banco se especializa en apoyar el desarrollo de los paĆses pobres, aunque una parte del dinero acaba en los bolsillos de vivales. Eigen tratĆ³ de impedirlo con medidas intrusivas en los paĆses ayudados, pero no lo dejaron. RenunciĆ³, y pasĆ³ a encabezar una oficinita donde el personal se reducĆa a Ć©l y su secretaria. Desde ahĆ promoviĆ³ la fundaciĆ³n de Transparencia Internacional. La idea es tan buena que prendiĆ³ a escala mundial.
Transparencia Internacional no tiene auditores ni detectives que investiguen la corrupciĆ³n caso por caso, y menos aĆŗn policĆas que arresten y consignen a los presuntos corruptos. Se limita a medir la buena reputaciĆ³n de cada paĆs mediante encuestas anuales, desde 1995 (www.transparency.org).
Su Corruption Perceptions Index 2022 pone a Dinamarca como el paĆs con mejor reputaciĆ³n de no corrupto (90 puntos de 100). Muy por encima de MĆ©xico (31 puntos). Con este puntaje, MĆ©xico queda por debajo de 125 paĆses.
De las encuestas resulta que la corrupciĆ³n varĆa de paĆs a paĆs y a lo largo del tiempo. Un hecho que, por sĆ solo, refuta a los pesimistas. La corrupciĆ³n es superable. No estĆ” en los genes de los mexicanos ni de la especie humana. Es posible mejorar.
Dinamarca, que tiene hoy tan buena reputaciĆ³n, no siempre la tuvo. Lo atestigua Shakespeare: “Algo estĆ” podrido en el Estado de Dinamarca” (Hamlet, acto I, escena 4).
El poder puede ser cĆnico, pero prefiere ser mentiroso. Al poder le puede la exhibiciĆ³n de sus abusos. Trata de apagar la luz, para abusar en lo oscurito; y, si no lo consigue, cede en algo. AhĆ estĆ” la eficacia de exigir transparencia.
El fundamento racional para exigirlo fue enunciado por Kant: “Las acciones del Estado que no puedan ser publicadas son injustas” (La paz perpetua, ApĆ©ndice 2).
TenĆa razĆ³n Daniel CosĆo Villegas ante la cerrazĆ³n del presidente DĆaz Ordaz: “No hay sino un remedio: hacer pĆŗblica de verdad la vida pĆŗblica” (ExcĆ©lsior, 13 de septiembre 1968). Como si adivinara el 2 de octubre.
Un grupo de optimistas (despuĆ©s llamado Grupo Oaxaca) empezĆ³ a reunirse para discutir vĆas de mejoramiento polĆtico, al margen de los partidos. Acabaron redactando y cabildeando una Ley Federal de Transparencia y Acceso a la InformaciĆ³n PĆŗblica. Admirablemente, lograron que se promulgara en 2002.
Otro grupo de optimistas iniciĆ³ una campaƱa (“Tres de tres”) para que, voluntariamente, los funcionarios publicaran sus declaraciones de ingresos (a Hacienda), patrimonial y de posibles conflictos de interĆ©s (a FunciĆ³n PĆŗblica). La invitaciĆ³n no cayĆ³ en el vacĆo, y ha tenido un efecto positivo.
Un gran avance serĆa hacer pĆŗblicos todos los pagos del gobierno federal por cien millones de pesos o mĆ”s. El procedimiento puede ser sencillo: que una copia de la pĆ³liza contable que se formula para cada pago (cantidad, concepto, cuenta, beneficiario, quiĆ©n lo autoriza) suba automĆ”ticamente a una plataforma en la web.
Esto facilita el escrutinio, por ejemplo, de proveedores inexistentes, precios excesivos, obras inconclusas que se pagan como terminadas, adjudicaciones indebidas. Una vez que todos los grandes pagos sean transparentes, el monto puede ir bajando hasta transparentar todos los pagos.
El pesimismo sobre la corrupciĆ³n ayuda a perpetuarla. Conduce a la pasividad y el desquite que, a ciegas, descalifica a todos los empleados pĆŗblicos. Los que no son corruptos reciben como premio el insulto. La transparencia ayuda a investigar y distinguir caso por caso. ~
Publicado en Reforma el 29/X/23.
(Monterrey, 1934) es poeta y ensayista.
