Lo woke y lo kitsch

Tenemos un arte que no solo es totalmente didáctico, sin espacio para la trascendencia, sino inocente de ambivalencia. Es decir, kitsch.
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Por mucho que hable de interseccionalidad, la visión identitaria del mundo es, en realidad, una visión en la que cada miembro de cada grupo habla solo en nombre de su propio grupo demográfico. Y puesto que no se puede esperar que nadie que no sea miembro del grupo identitario en cuestión entienda la experiencia de ese grupo, se convierte en el equivalente moral e intelectual de la ley de patentes en el sentido de que, por utilizar como ejemplo lo que se ha convertido en un artículo de fe en el establishment cultural woke -sobre todo en literatura-, que una persona blanca escriba sobre personas negras es una forma de infracción moral del copyright. Esto encuentra un eco en la apropiación woke del psicoanálisis, en el que se asume que las dificultades psíquicas que tengas derivan en gran medida de la forma o formas en que has sido oprimido (o, en su defecto, de la carga psíquica de tu privilegio). No hay individuos, solo miembros de colectividades oprimidas u opresoras.

En un marco así, la autocomprensión es en gran medida histórica y sociológica. Hace un siglo, cuando asumió el rectorado de la UNAM, la universidad nacional de México, José Vasconcelos escribió: “Por mi raza hablará mi espíritu”, una frase que se convirtió en el lema de la UNAM. Los identitarios raciales, de género, sexuales y étnicos no suelen saber mucho de Vasconcelos, pero son sus herederos. Y el arte que producen (aunque llamarlo agit-prop no es solo una mejor caracterización, sino la única precisa) refleja la idea de que la expresión individual, como la psique individual, es un artefacto de opresión que necesita ser entendido como tal, y demolido por serlo. Como resultado, tenemos un arte que no solo es totalmente didáctico, sin espacio para la trascendencia (como casi siempre ha sido incluso el arte religioso más didáctico), sino inocente de ambivalencia. En otras palabras, kitsch.

Traducción de Daniel Gascón.

Publicado originalmente en el Substack del autor.

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David Rieff es escritor. En 2022 Debate reeditó su libro 'Un mar de muerte: recuerdos de un hijo'.


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