Imagen: Archivo General de la Naciรณn

Los valores de Barros Sierra

Legalidad, autonomรญa universitaria y libertad son los valores que debemos defender y afianzar, hoy y en el Mรฉxico que viene.
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Para Fausto Zerรณn-Medina.

 

Participรฉ como un estudiante mรกs en el movimiento del 68. Luego del 2 de octubre, como consejero universitario por la Facultad de Ingenierรญa, estuve cerca del rector Javier Barros Sierra hasta el fin de su mandato.

Lo vi por primera vez en la famosa marcha del 1ยบ de agosto por Insurgentes. Iba al frente, alto, grave y digno. Al lado suyo, el secretario acadรฉmico Fernando Solana y el administrativo Jorge Ampudia. Inmediatamente atrรกs, muy joven, Gonzรกlez Casanova. Nunca antes un rector habรญa salido del campus para marchar en protesta por actos represivos del gobierno. Barros Sierra no dudรณ: el gobierno habรญa violado la autonomรญa universitaria allanando la Escuela Nacional Preparatoria. Habรญa estudiantes presos y heridos. Antes de iniciar la manifestaciรณn, pronunciรณ unas palabras:

En la medida en que sepamos demostrar que podemos actuar con energรญa, pero siempre dentro del margen de la ley […] afianzaremos no sรณlo la autonomรญa y las libertades de nuestra Mรกxima Casa de Estudios, sino que contribuiremos fundamentalmente a las causas libertarias de Mรฉxico.

Tras advertir la posible infiltraciรณn de provocadores, emprendiรณ la marcha. El contingente, al que nos sumamos, era de 80,000 personas. De vuelta a la explanada, con la bandera nacional a media asta, Barros Sierra dijo:

Jamรกs en mi vida me he sentido mรกs orgulloso de ser universitario […] No termina nuestra lucha con esta gloriosa jornada de hoy […] ยกViva nuestra Universidad! ยกViva el Politรฉcnico! ยกVivan las instituciones hermanas! Pero por encima de todo: ยกViva Mรฉxico!
 

Despuรฉs de la toma de Ciudad Universitaria por el ejรฉrcito (18 de septiembre), acudimos a su casa en Las Flores para pedirle que retirara la renuncia que habรญa presentado “para no ser un obstรกculo para la soluciรณn del conflicto”. Nosotros coreamos: “si renuncia Barros Sierra nos iremos a la sierra”. Apareciรณ en un balcรณn para agradecernos el gesto. Lo acompaรฑaba Eduardo Mata. Barros Sierra despacharรญa en la Casa del Lago. Seguirรญan dรญas de enorme tensiรณn en las negociaciones con los representantes oficiales y los lรญderes estudiantiles. Todo terminรณ el 2 de octubre. La paloma de la paz que celebraba las Olimpiadas en el Anillo Perifรฉrico amaneciรณ ensangrentada.

Al reanudarse las sesiones del Consejo Universitario, Barros Sierra nos hizo ver que el gobierno pretendรญa asfixiar a la Universidad. Habรญa que resistir largo tiempo. La zozobra fue permanente, pero la vida universitaria seguรญa porque el rector trasmitรญa profesionalismo, responsabilidad y aplomo. En esas sesiones inolvidables conocรญ a Alicia Alarcรณn, la secretaria del Consejo. Doรฑa Alicia sabรญa de adversidades: ocupaba ese cargo desde 1933, con el rector Manuel Gรณmez Morin. En aquel tiempo, el gobierno habรญa querido imponer a la Universidad la educaciรณn socialista y cortรณ todo el presupuesto. Bajo el lema “Austeridad y trabajo”, Gรณmez Morin encontrรณ los apoyos financieros necesarios y salvรณ la libertad de cรกtedra. La hazaรฑa de Barros Sierra no fue menor: defendiรณ la ley, la libertad y la autonomรญa. Salvรณ la instituciรณn y dio un memorable ejemplo de liderazgo y valor. Terminado su perรญodo, dejรณ la Rectorรญa. En algรบn momento supimos de su enfermedad y lo visitamos en su casa. Se mostrรณ cordial y estoico.

Muriรณ el 15 de agosto de 1971. El rector Pablo Gonzรกlez Casanova me honrรณ pidiรฉndome que diera el discurso en un acto solemne de homenaje a Barros Sierra en el Auditorio de Ingenierรญa. Eduardo Mata dirigiรณ a la Orquesta de Cรกmara de la UNAM con la Serenata para cuerdas opus 48 de Tchaikovsky. Comencรฉ por recordar la matanza de la plazoleta en Cien aรฑos de soledad, de la que nadie (en la trama de la novela) parecรญa guardar memoria. Y relacionรฉ ese pasaje con el papel del rector y los crรญmenes del gobierno. Estas fueron las palabras finales:

Cada dรญa aprendemos a olvidar menos, y alguna vez nos sacudiremos definitivamente la costumbre de olvidar. Entonces recordaremos […] que en la plazoleta de nuestra estaciรณn tambiรฉn hubo una matanza. Entonces cobrarรกn sentido las derrotas, los fracasos y los olvidos impuestos a punta de silencios. Entonces y no ahora, cuando el pasado inmediato regrese, no como pesadilla sino como revelaciรณn, sabremos recuperar a Javier Barros Sierra.

A cincuenta aรฑos de aquellos hechos, el momento de recuperarlo ha llegado. Legalidad, autonomรญa universitaria y libertad son los valores que debemos defender y afianzar, hoy y en el Mรฉxico que viene.

Publicado previamente en el periรณdico Reforma

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Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.


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