Ya estรก, ha sucedido. El Movimento 5 Stelle (M5S) ha ganado las elecciones en Italia. Es el partido mรกs votado, con mรกs diputados y senadores, y con la batuta en la polรญtica del paรญs: casi todos los acuerdos de gobierno posibles pasan por ellos. Pero, aunque llevan ya una dรฉcada entre nosotros, aunque son la fuerza de referencia en el tercer paรญs mรกs grande de la Eurozona, seguimos discutiendo sobre quรฉ es el M5S. Por ejemplo: ยฟes un partido de izquierda? La respuesta a esta pregunta va mรกs allรก de una mera cuestiรณn acadรฉmica. De hecho, va mรกs allรก incluso de su importancia para la polรญtica italiana. Si la podemos responder, habremos dado un paso para entender la batalla que se estรก librando hoy dรญa por apropiarse de los proyectos igualitarios y transformadores. Es la batalla por conquistar la izquierda.
Naciรณ, de eso no hay duda, con un proyecto que se pretendรญa a sรญ mismo transformador e igualitario. Defendรญa los derechos de las minorรญas (al menos de muchas de ellas) al mismo tiempo que clamaba por una inclusiรณn de la mayorรญa en el proceso de toma de decisiones, que veรญa como cooptado por una รฉlite corrupta. Hablaba de redistribuciรณn, de renta bรกsica incluso. Pero en el camino se fue dejando algunos elementos que muchos consideran como esenciales para definirse de izquierdas: empezaron por relegar a un segundo plano las libertades y derechos individuales, llegando incluso a una retรณrica antiinmigraciรณn que ha permeado su discurso esta campaรฑa. Sus anhelos redistributivos han dejado paso a una mayor prevalencia del proteccionismo econรณmico. Y su crรญtica constante a la รฉlite polรญtica italiana y europea se ha mezclado con un escepticismo hacia los impuestos, hacia la idea de que hace falta que alguien pague por la igualdad.
Y sin embargo en su base de votantes se encuentran quienes mรกs necesitarรญan de un proyecto verdaderamente transformador e igualitario: desempleados, trabajadores precarios, jรณvenes, habitantes del (siempre olvidado en demasรญa) sur de Italia. Las encuestas nos dicen que son mรกs los que llegan al M5S de la abstenciรณn o del progresista PD que de la extrema derecha o del berlusconismo. La demanda no podrรญa ser mรกs de izquierda. El asunto estรก en el lado de la oferta polรญtica, donde hay abierto un debate que se reduce a quรฉ respuesta da cada uno al siguiente dilema: ยฟcuรกntas y quรฉ renuncias a la libertad hay que hacer para lograr la transformaciรณn hacia la igualdad?
Es una cuestiรณn de grado, asรญ que hay tantas respuestas como proyectos de izquierda en el mundo. Histรณricamente han existido dos extremos, y una posiciรณn intermedia. En un lado estรก lo que hasta ahora ha sido la respuesta socialdemรณcrata estรกndar: tenemos que hacer algunas renuncias, pero pocas, bien seleccionadas y centradas sobre todo en el รกmbito de la redistribuciรณn. En el otro, la caรญda del muro de Berlรญn dejรณ al descubierto lo problemรกtica que era la respuesta absolutista, que fue perdiendo adeptos durante toda la dรฉcada de los noventa. Y, entre ambas posiciones extremas, surge una posiciรณn que acepta que las renuncias deben ser mรกs amplias y variadas de lo que la socialdemocracia (que ellos califican de socioliberal o, directamente, cooptada por el neoliberalismo) estรก dispuesta aceptar, pero sin llegar en ningรบn caso al punto, digamos, estalinista.
Esta tercera opciรณn, la izquierda del equilibrio, se ve a sรญ misma como heredera de esa socialdemocracia en crisis en la รฉpoca posterior a la Gran Recesiรณn, y tambiรฉn como tendedora de puentes a un lado y otro del Atlรกntico. Su plan era, y es, renegociar la relaciรณn entre libertad e igualdad con acciones selectivas: no solo redistribuciรณn vรญa impuestos y gastos, sino tambiรฉn proteccionismo en algunos casos, e incluso reconsideraciรณn de las fronteras en otros. En distintos puntos de este espectro se encuentran Podemos en Espaรฑa, el Bloco dโEsquerda portuguรฉs, el laborismo de Corbyn, muchos de los seguidores de Bernie Sanders en EEUU, o incluso la candidatura de Gustavo Petro en las presidenciales colombianas. Mientras tanto, los centristas aspiran a estirar del otro lado de la sufrida socialdemocracia, convirtiรฉndose en los herederos de su vรญa poco restrictiva hacia la igualdad: en otras palabras, todos aquellos que aspiran a ser el Emmanuel Macron de su respectivo paรญs; y, por supuesto, el propio Jefe de Estado francรฉs. Eso fue Matteo Renzi, y eso es el lado mรกs socioliberal de Ciudadanos, la Alianza Verde colombiana, los demรณcratas estadounidenses mรกs moderados.
Pero en esta pelea por ganar el espacio de la socialdemocracia es en la que se ha colado precisamente la izquierda autoritaria, o una reediciรณn distorsionada y adaptada a estos tiempos de la misma. Aunque no se atreven a autoproclamarse herederos del comunismo por razones obvias de higiene ideolรณgica, resulta difรญcil verlos como otra cosa. Pero sus herramientas para restringir la libertad en favor de la igualdad han cambiado, se han adaptado a los tiempos. Ahora se centran en cerrar fronteras (para los bienes, para los capitales y para las personas), asรญ como en introducir elementos mayoritarios (por tanto, populistas) en democracias pluralistas. El M5S acaba de convertirse en el ejemplo perfecto. Viniendo de lo que podrรญamos llamar emprendedor polรญtico improbable, sin apenas bagaje que le ate a una tradiciรณn ideolรณgica determinada, puede explorar esta alternativa con mucho mรกs brรญo que otros mรกs anclados en sus orรญgenes, como Podemos. Algo que, vale la pena decirlo, se le ha echado en cara a Iglesias y los suyos desde varias instancias de la izquierda espaรฑola. Esas voces miran con cierta nostalgia a lugares sorprendentes, tales como la facciรณn mรกs nacionalista de la plataforma trumpista, pues parten de una visiรณn mitolรณgica (y, vale la pena decirlo, no respaldada por los datos) en la que Trump y su antiguo lugarteniente ideolรณgico Steve Bannon son la consecuencia de que las nuevas izquierdas hayan abandonado a los excluidos econรณmicos, que estarรญan interesados en discursos menos abiertos y volubles, con mรกs barreras a la libertad a cambio de la seguridad que ahora les falta.
Curiosamente, el M5S sรญ cumple con ese mito sobre Trump, siendo mรกs trumpistas que el propio presidente estadounidense, pues habrรญan sido capaces de montar una verdadera plataforma populista, con amplia sobrerrepresentaciรณn de los excluidos, y con un discurso de mรกximos que combina la desconfianza hacia las รฉlites con restricciรณn de libertades individuales en pro de la igualdad. Eso, o directamente ignorรกndolas para no romper su frรกgil coaliciรณn, como sucediรณ por ejemplo con los derechos LGTBI.
El problema con plantearte a cuรกntas y quรฉ libertades estรกs dispuesto a renunciar para transformar e igualar tu sociedad es que te puede meter en un cรญrculo vicioso. Como el que empieza a atrapar a la candidatura de Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador. Repasemos la lista de cualidades del M5S (que son tambiรฉn las del trumpismo ideal, que no serรญa republicano sino transversal) para ver si AMLO encaja: ยฟproteccionismo? Sรญ. ยฟNacionalismo? Desde luego. ยฟDiscurso de mayorรญas contra รฉlites que puede desembocar en restricciones del pluralismo en el futuro? Sin duda. ยฟAdhesiones poco amigas de los derechos individuales de las minorรญas? Ahรญ van llegando, efectivamente. Es una izquierda autoritaria que se va alejando de los proyectos de equilibrio, y que se conoce mejor cuando alcanza el poder, porque es cuando la dinรกmica de cรญrculo vicioso se activa. Sin necesidad de acudir al comodรญn venezolano, Correa, Evo y el kichnerismo dan buena cuenta de cรณmo uno puede pasar de โun poco de autoritarismoโ a โun poco mรกs de autoritarismoโ y de ahรญ a โbastanteโ. La propia plataforma de Gustavo Petro en Colombia sigue siendo una incรณgnita por despejar en este sentido.
Hay otros ejemplos antitรฉticos que muestran que este camino no es inevitable para un eventual Presidente Lรณpez Obrador, o para un hipotรฉtico Presidente Petro: Uruguay, Chile e incluso Brasil se cuentan entre ellos. Son proyectos transformadores que han logrado mantener cierto equilibrio, si bien a veces de manera precaria. Pero dirรญa que lo han hecho porque son conscientes de que la izquierda estรก condenada a encontrar respuestas distintas al dilema entre libertad e igualdad. Pero sobre todo porque han asumido que, a la hora de escoger dichas respuestas, lo primordial para proteger las libertades no es evitar el ataque de nuestros enemigos, sino salvaguardar esas libertades de nuestras propias tentaciones.
(Valencia, 1985) es director adjunto en el Centro de Polรญticas Econรณmicas de Esade (EsadeEcPol), doctor en sociologรญa por la Universidad de Ginebra, miembro del colectivo Politikon, y coautor de El muro invisible (Debate, 2017). Escribe en El Paรญs.
