En la pelรญcula Cambio de juego se narra la accidentada campaรฑa de Sarah Palin como compaรฑera de fรณrmula de John McCain en las elecciones presidenciales de 2008 en Estados Unidos. En una escena, se ve cรณmo un investigador somete durante horas a Palin a un intenso interrogatorio. Antes de hacerla candidata, McCain y su equipo debรญan tener claridad plena sobre toda la informaciรณn polรญtica, administrativa, financiera, legal, laboral e incluso sentimental de la entonces gobernadora de Alaska y de su familia. Estos procesos de vetting o โcontrol de confianzaโ sirven para que los partidos no se equivoquen al elegir a sus candidatos y para que sus asesores legales y de comunicaciรณn construyan de antemano todas las defensas posibles en caso de que los adversarios, o los medios, revelen informaciรณn comprometedora.
Ricardo Anaya vive hoy las consecuencias de no tener ese tipo de previsiรณn. Tal vez la crisis que hoy vive su candidatura se pudo haber evitado si hubiera sido cien por ciento transparente desde que supo que buscarรญa la Presidencia y que lo iban a investigar como a nadie. Pero ni รฉl ni las โcinco personas que estรกn tomando las decisiones de la campaรฑa y del partidoโ (Javier Corral dixit) lo consideraron necesario y las dudas sobre sus ingresos y gastos solo se fueron acumulando con el tiempo.
Al ver el video con el que Anaya se defiende de las graves acusaciones de lavado de dinero, asรญ como las entrevistas que ha dado en su descargo, uno puede darse cuenta de que el candidato no estรก haciendo un buen control de daรฑos. Tal vez el error mรกs importante es no tener claro quiรฉn es tu audiencia y quรฉ estรก sintiendo y pensando. Anaya parece no reparar en que la mayorรญa de la gente no entiende, ni le interesa entender, la compleja trama de sus finanzas personales. En los videos y entrevistas se percibe a un polรญtico justificรกndose y hablando largamente de una sucesiรณn de tรฉrminos: terreno – nave industrial – millones – venta – contrato – millones – legal – fraccionamiento – millones – casa – hipoteca – millonesโฆ Lejos de controlar el daรฑo a su reputaciรณn, Anaya refuerza la idea de que es un polรญtico como todos, al que le gusta hacer dinero. ยฟLegal? Probablemente. Pero eso poco importa en la arena polรญtica, donde gana el que cuenta la historia mรกs convincente de por quรฉ serรก un buen presidente o presidenta, no el que explica con mรกs claridad esquemas de bienes raรญces.
Desde luego, siempre estรก la posibilidad de acusar que todo esto es un ataque artero de parte del gobierno. Esa es la narrativa de vรญctima que ha buscado Anaya. El gobierno le estรก dando credibilidad con las sospechosas y torpes filtraciones a medios de videos de la PGR, intervenciรณn indebida que ya ha generado crรญtica y rechazo hasta de quienes no son precisamente fans de Anaya.
ยฟLe servirรก al candidato del Frente victimizarse? Puede ser, por lo burdo de las acciones del gobierno y la indignaciรณn sobreactuada que el PRI estรก poniendo para destruirlo. Pero hay que recordar que para ser vรญctima hay que parecerlo, y Anaya ha construido una imagen de inteligencia, astucia y audacia ante la gente que ahora opera en su contra: el chico mรกs brillante del salรณn, el que avasalla a sus compaรฑeros en los debates, el que siempre tiene una respuesta para todo, no puede pasar de la noche a la maรฑana a ser una vรญctima impotente ante el abuso. Podrรญa buscar una narrativa de rebelde que desafรญa al sistema, pero ese nicho discursivo ya fue usado recientemente por Javier Corral.
Las encuestas nos dirรกn mรกs adelante quรฉ tan daรฑada quedรณ la reputaciรณn de Anaya y si los puntos que pierda se transfieren a Meade. Pero hay un daรฑo grave que no van a registrar las encuestas: la pรฉrdida de su narrativa. En sus discursos, el candidato ha dicho que a Enrique Peรฑa Nieto le han hecho falta dos cosas: honestidad y capacidad para gobernar bien. Inexplicablemente, Anaya decidiรณ que su estrategia discursiva no tratarรญa de convencer al votante de que el PAN gobierna mejor que el PRI. รl decidiรณ โser autocrรญticoโ y arrojar los sexenios de Fox y Calderรณn por la borda, porque en su opiniรณn โno impulsaron los cambios de fondoโ que necesitaba Mรฉxico. Asรญ que Anaya hace una promesa de cambio profundo centrada en la honestidad: โno vamos a permitir que en Mรฉxico siga gobernando la corrupciรณnโ. ยฟLes suena creรญble? No sรฉ quรฉ opinen ustedes, pero a mรญ me parece que Ricardo Anaya se ha quedado sin discurso.
Especialista en discurso polรญtico y manejo de crisis.