Solidaridad con Tlayacapan

El proceso de reconstrucciรณn en Tlayacapan avanza y requiere de la solidaridad de todos.
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Octavio Paz sostenรญa que el mexicano sรณlo escapa de su laberinto en el estallido de la fiesta o el abrazo mortal de la revoluciรณn. Pero en Tlayacapan uno descubre otra salida: la solidaridad. ร‰se es el mensaje que escucho de Dionisio de la Rosa, el vigoroso alcalde del pueblo, al narrarme los planes de reconstrucciรณn tras el devastador terremoto del 19 de septiembre.

Todo se organiza alrededor de los mayordomos, custodios de las veintisรฉis iglesias del pueblo. “A cada capillita le llega su fiestecita”, lo cual en Tlayacapan se traduce en casi una fiesta semanal, porque no solo se conmemora la vรญspera y el dรญa en que sale la imagen del altar a las calles del pueblo, sino su entrega del mayordomo en funciones al del aรฑo siguiente. La instituciรณn es tan respetada que un caso โ€“la del “Niรฑo Dios”, particularmente milagrosoโ€“ tiene custodios designados por varias dรฉcadas. Tras el terremoto, la mayordomรญa ha adoptado nuevas funciones: 

Nos reunimos โ€“me dice don Dionisioโ€“ con mayordomos y dentro de todo lo que estรกn haciendo ahora aportan un terreno en donde se va a hacer una fรกbrica para adobes … vamos a vincular mano de obra de la comunidad, faenas, trabajo voluntario para que la casa que necesite adobes se vaya acondicionando.

Tanto para las casas afectadas como para los monumentos histรณricos y las iglesias, las autoridades y la gente de Tlayacapan esperan los recursos del FONDEN y los lineamientos del INAH. Tambiรฉn darรญan la bienvenida a padrinazgos que se comprometan a conseguir un arquitecto o un ingeniero civil, siempre avalados por el INAH. “Nada mรกs que el INAH nos diga quรฉ hacemos, aquรญ tenemos harto albaรฑil, los mismos mayordomos son albaรฑiles”. Tlayacapan aรบn estรก esperando la luz verde a esta urgente y razonable propuesta.

La solidaridad va mรกs allรก, es en efectivo. “Dionisio, vamos a hacer carnaval”, le dijeron al Presidente Municipal, a lo cual respondiรณ: 

A ver, cabrones, ยฟquieren divertirse? Bien, pero primero pรณnganle a los monumentos histรณricos. Y entonces hicieron una colecta para que la gente vea que estamos solidarios y no vamos a venir a despilfarrar en la fiesta, a gastar 800 o 700 pesos por donante y no le damos nada a los museos. Vamos a aventar de 100 pesos a ver quiรฉn le pone mรกs, se va a juntar un fondo partiendo de 100 pesos para adelante, un donativo que entre a una cuenta y se vaya a las capillas.

Tlayacapan es un caso representativo de una doble corriente de solidaridad. El ex convento de San Juan, joya plateresca, fue fundado por padres agustinos a mediados del siglo XVI, pero la actitud que aquellos frailes infundieron ha sobrevivido a travรฉs de los siglos. Estรก hecha de fe y esperanza, pero sobre todo de caridad. Frente al dolor el mexicano reza pero sobre todo actรบa. Es estoico pero su estoicismo es activo. Por eso estรก acostumbrado a socorrer. La palabra socorro es una voz comรบn, un grito de alarma y un nombre de mujer (muy socorrido, por cierto, hasta hace poco). Existe el culto a la Virgen del Perpetuo Socorro. A los voluntarios de la Cruz Roja se les llama “Socorristas”. La otra antigua corriente que sigue viva es la tradiciรณn comunal: estรก en las familias, las vecindades y en las asociaciones colectivas (religiosas y cรญvicas) de los pueblos.

Cientos de pueblos practican este abrazo ancestral de solidaridad. Ahora nos corresponde a nosotros, los citadinos, probar la nuestra. La reacciรณn ante el terremoto fue admirable, pero tiende a extinguirse. Por eso urge tanto apoyar a Oaxaca, Morelos, Chiapas, Puebla, y apadrinar un pueblo.

Recientemente, Dionisio me ha enviado fotos de la destrucciรณn de casas, capillas, monumentos histรณricos. Fachadas venerables, viejos altares, pinturas murales de casi cinco siglos, cuarteadas, desfiguradas. Adjunta a esa colecciรณn desgarradora, me mandรณ el presupuesto de materiales para la reconstrucciรณn de las capillas (no del ex convento), calculado por los mayordomos (que ponen gratuita la mano de obra) en cinco millones de pesos. Me informa tambiรฉn que el Municipio abrirรก un portal de transparencia para dar cuenta del origen y aplicaciรณn de los recursos que ya estรกn fluyendo.

Por todo eso, me permito insistir: muestre usted su solidaridad con algรบn pueblo. Y si elige Tlayacapan, haga su donaciรณn a la cuenta 003 290 654 23 de Banorte a nombre del municipio de Tlayacapan. Para una transferencia, use la clave interbancaria 072542003290654238. Por estas vรญas, al 18 de octubre habรญan entrado 73,500.50 pesos. Se necesita mucho mรกs.

Publicado previamente en el periรณdico Reforma

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Historiador, ensayista y editor mexicano, director de Letras Libres y de Editorial Clรญo.


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